Esto va para largo: el número de casos y el fiasco de los test alejan el final del estado de alarma
El número de contagios hace prever un escenario como el de Italia, con recaídas, lo que también contribuirá a alargar la crisis sanitaria.
27 marzo, 2020 02:47Noticias relacionadas
España confirma diariamente unas cifras de nuevos contagios y fallecidos por el Covid-19 superiores a las registradas 24 horas antes. Esta tendencia, que a última hora del jueves era de 4.089 muertos -655 más que el miércoles-, indica que todavía no se ha llegado al momento crítico de la pandemia y que el confinamiento se prolongará más allá del 11 de abril.
De forma implícita, así lo dejaron entrever tanto la ministra de Educación, Isabel Celáa, como el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en sendas comparecencias. La titular de Educación ha hecho sus cuentas e informó de que a finales de mayo o junio los estudiantes podrán volver a las aulas. Por su parte, Illa predijo que la ocupación máxima de camas UCI se alcanzará "a mediados de abril".
Los cálculos del ministro de Sanidad sobrepasan en cuatro días el fin del estado de alarma que fijó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para el 11 de abril. Los pronósticos de sus ministros son unos plazos más realistas si se tiene en cuenta que el número de contagios sigue incrementándose, pero podrían quedarse cortos.
La adquisición de test fallidos en China para detectar precozmente el virus por parte del Ejecutivo ha significado una rémora más para atajar el contagio. El Gobierno se ha escudado en la Unión Europea para justificar su error, al sostener que no "había ninguna alerta" sobre la empresa suministradora por parte de las agencias de medicamento europeas.
El director del Centro de Alertas y Emergencias sanitarias, Fernando Simón, explicó que el problema sólo afecta a un lote de 9.000 test adquiridos, que venía defectuoso y del que ya se ha pedido una sustitución a la empresa fabricante, en este caso Bioeasy Biotechnology. "Tenemos más proveedores", dijo el experto, sin identificar cuántos y cuáles.
En las primeras pruebas disponibles de este tipo en España se ha constatado que tenían una fiabilidad inferior al 30%. Este error deja ahora a las autoridades sanitarias sin las herramientas para poder validar los nuevos casos de positivo que se den en España y contribuir a frenar la propagación del virus.
Críticas de la oposición
Los portavoces de los partidos de la oposición que asistieron a la comisión sobre Sanidad del Congreso pidieron al Gobierno explicaciones por estos tests fallidos después de que la Embajada de China en España informara de que la empresa contratada no tenía licencia.
Posteriormente, el Ejecutivo emitió un comunicado para explicar que encargaron una partida "a un proveedor nacional, que los importaba de China y cuyo producto cuenta con el marcado CE". "España se guía por la normativa de la UE y, por tanto, si un producto cuenta con la homologación europea, se puede comercializar y comprar en todo el espacio comunitario".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha defendido los "test masivos" como principal herramienta para contener la propagación del Covid-19. Países como Alemania o Corea del Sur llevaron a cabo campañas masivas de estas pruebas con unos resultados mucho más exitosos en la contención del virus.
La compra fallida por parte de España, además de retrasar los plazos para alcanzar el pico, evita poder saber el número de contagios reales y su localización para hacer previsiones con datos más plausibles.
Segundo trimestre perdido
El actual ritmo de contagios y de saturación en los centros hospitalarios hace que el Ejecutivo mire de reojo a Italia.
En el país transalpino el brote se originó a mitad de febrero, pero no han logrado frenar las cifras de fallecidos pese a haber confinado a todo el país. En la última jornada han fallecido 712 personas y España -con 559- está camino de alcanzar este guarismo.
Fuentes cercanas al Ejecutivo ya contemplan un escenario de confinamiento y freno de la actividad económica que alcance el "segundo trimestre". Con una economía que depende tanto del turismo como la española (siendo el 14,6% del PIB) es mejor generar confianza que sufrir constantes recaídas. Sacrificar el segundo trimestre para salvar la temporada alta.
Abril mayo y junio es el periodo más crítico para el Gobierno. El desafío que acaba de empezar va para largo y hay que evitar a toda costa el repunte de casos.