En la primera rueda de prensa con periodistas en directo desde el inicio de la crisis telemática de la libertad de información que acompaña a la emergencia del coronavirus, José Luis Ábalos ha incidido en la necesidad de "un pacto" con la oposición para "la reconstrucción nacional, hombro con hombro". Pero ha olvidado el nombre citado por el presidente, Pedro Sánchez, el de "nuevos Pactos de la Moncloa".
Por su parte, Salvador Illa, no ha querido confirmar ni desmentir que los confinamientos en masa en hoteles que está empezando a diseñar el Gobierno vayan a ser voluntarios u obligatorios. "Se harán, si se hacen, con respeto a los derechos constitucionales", se ha limitado a aclarar. "Las medidas de desescalado están en estudio, y el presidente quiere saber con qué infraestructuras cuenta para poder valorar esa posibilidad".
Pero la clave política estaba, al menos en vísperas del pleno de renovación del estado de alarma, el ministro de Transportes ha reconocido a los partidos que ya han asegurado el sí a esta prórroga, Partido Popular y Ciudadanos, esencialmente. Y ha señalado a Vox, que dijo que decidirá en el pleno del jueves, "aunque por lo que me dicen, ya han decidido". Y sí ha invitado expresamente a Pablo Casado y a Inés Arrimadas a Moncloa, así como "a los presidentes autonómicos".
"La dimensión de la empresa colectiva que nos espera es la razón de esta oferta de diálogo y concertación", ha aclarado Ábalos. "Es una tarea de reconstrucción nacional", ha dicho al ser preguntado por si estaban invitados los partidos independentistas. "En 1977 eran nacionalistas, hoy sus herederos tienen otra actitud... en todo caso, quienes e sienta concernido está invitado". Aunque "hay que compartir un principio, claro".
"No conviene que esto lo haga solo un Gobierno por mucha mayoría que tenga", ha insistido -obviando que el suyo es el más débil de la democracia en ese aspecto-, "porque un cambio en la situación del país como éste no debe descuidar su calidad democrática".
Para Ábalos éste es quizá "el desafío más importante de la democracia" y por eso la situación se parece a la de 1977. "Eso es lo que convoca, sobre todo, a los partidos que se han comprometido con la democracia", ha insistido volviendo a arremeter contra el partido de Abascal. "No son cuestiones de oportunidad", ha respondido ante la pregunta de si el cambio de estrategia de Sánchez viene a propósito de un cambio de la opinión pública, "sino cuestiones de fondo democráticas".
Cinco razones
"Lo que España necesita es esperanza, no el regreso y recreo de los agoreros y los catastrofistas", ha dicho Ábalos. "Quiero reconocer a la oposición que ya ha adelantado su apoyo a la prórroga del confinamiento, es responsable y es de justicia hacerlo". El político socialista ha rechazado que "adaptación sea improvisación" en una crisis dinámica como ésta. Y ha presumido, como Illa antes, de que las medidas tomadas por el Gobierno español "han sido celebradas por los países de nuestro entorno y la OMS".
Además, como cada mañana o tarde que sale un ministro, ha insistido en que estas decisiones pretenden no dejar a nadie atrás: "Lo comparte la inmensa mayoría de la sociedad española". Ha dicho que "hace falta corresponsabiliadd colectiva", recordando sin citarlos por su nombre, los Pactos de la Moncloa de 1977. La responsabilidad con las generaciones que nos precedieron, "que hicieron un ejemplo de renuncia y colaboración debemos realizar un Pacto similar".
Por otro lado, ha pedido "robustecer la democracia con responsabilidad y actitud". Para Ábalos el Pacto debe hacerse, pero debe ser viable. "No se comprendería dinamitar el acuerdo con condiciones que limiten la legitimidad del Gobierno que lo insta y promueve".
Una razón más para llamar al acuerdo, ha dicho, es la "congruencia" con los socios europeos y la comunidad internacional. "Si queremos solidaridad desde fuera, esa reclamación debe hacerse desde la unidad de la nación". Y finalmente, "el sentido de Estado". Según el Gobierno, "los españoles nos necesitan ver trabajando hombro con hombro, y eso es lo que vamos a hacer".
Sin test todavía
A falta de los test masivos, la curva parece que sí se está doblando. Al menos, si nos atenemos a la homogeneidad de datos de este mes de epidemia de coronavirus. Dice Salvador Illa desde hace tres semanas que España es uno de los países de Europa que más pruebas hace diariamente, "entre 15.000 y 20.000". Pero ésa es una cifra que no ha cambiado en este tiempo, cuando el Gobierno ha hecho verdaderos esfuerzos por masificar los diagnósticos. Pero los intentos han salido mal: dos remesas de cientos de miles de unidades han salido mal, poco sensibles. Es decir, inservibles.
Este lunes, ha comparecido el propio ministro de Sanidad, mayor autoridad delegada por el presidente Pedro Sánchez para tener la última decisión en todo lo concerniente a esta crisis. Junto a él, José Luis Ábalos, ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, partido mayoritario en el Gobierno y mano derecha del jefe del Ejecutivo en ambos ámbitos.
El ministro Illa ha valorado que los nuevos casos ya sólo crecen a un 3% de ritmo diario, lo que "con toda prudencia, parece dejar evidente que las medidas de restricción han funcionado". Y ha lanzado el mensaje de que "todas las otras decisiones, las socioeconómicas, han querido beneficiar a todos los españoles, y lo han conseguido".
Tratando de ser didáctico y animoso, el ministro ha remarcado que "estamos concluyendo la primera etapa, la de alcanzar el pico; pero ahora toca doblegarlo y empezar a preparar la estrategia de transición, ha insistido Illa. "Aunque debe quedar claro que ésta es la mayor emergencia en 100 años", ha remarcado.
Sobre los test, el titular de Sanidad ha querido explicar que "las compras en test, equipos de protección individual y equipos de ventilación mecánica invasiva ha llegado a 845 millones de euros en estas tres semanas". Y que además se ha incentivado a diferentes grupos empresariales para la producción individual: un contrato de 60 millones de unidades de mascarillas firmado con una empresa textil; la empresa Ersil pasará su producción de 10 respiradores diarios a unos 100 con la ayuda del Gobierno; y nuevos convenios con compañías que están produciendo EPIs.
"Todos los días son lunes"
Ábalos, por su parte, ha hecho suya la frase de que todos los días son lunes en la lucha contra el virus", pero ha presumido de que con la última medida de "cierre total de toda actividad no indispensable" se ha logrado "que parezcan todos como un fin de semana, rebajando a movilidad como nos pedía Sanidad". Y así, dice el Ejecutivo, se ha lograd frenar el crecimiento de la epidemia de Covid-19.
Y en ese punto, ha aclarado que tras la Semana Santa aún no está claro cuáles serán las actividades que se consideren indispensables. El fin de los permisos remunerables, así, no tiene por qué significar el regreso a un estado de alarma exactamente igual al anterior, como ya informó este periódico.