Cayetana Álvarez de Toledo ha señalado este martes a Podemos como el motivo por el que el Partido Popular no aceptaría unos Pactos de la Moncloa: "No le veo ningún sentido a un pacto con Podemos". Ha criticado que la formación morada "trabaja en una relación y un proyecto antitético" a esos posibles acuerdos.
La portavoz del PP en el Congreso ha destacado que "Podemos no es el Partido Comunista de los 60" porque en esos años "Carrillo trabajaba para la construcción del espacio democrático" e "Iglesias para lo contrario".
En una entrevista en Cope, ha vaticinado que no habrá pactos porque "Sánchez e Iglesias se han convertido en una unidad de destino" y es muy difícil separarlos".
"Son un Gobierno, un proyecto. Sánchez jamás aceptaría hacer pactos constitucionalistas dejando de lado a su aliado y competidor en el espacio de izquierdas", ha afirmado. Y añade: "Hay que entender donde está el PSOE y cuáles son sus prioridades".
Auditoría a los datos
Álvarez de Toledo se ha referido a la serie de iniciativas de los grupos del PP y de Vox en el Congresoregistradas este martes una para exigir al Gobierno que dé cifras reales sobre los fallecimientos por coronavirus que se han producido en España: "No puedo especular. Si no tengo datos no puedo hacer una denuncia pero tengo la impresión de que los datos oficiales no se corresponden con los reales".
El PP presentó una proposición no de ley con la que pide al Ejecutivo una nueva metodología para cuantificar las defunciones, en concreto una auditoría que recoja datos por provincias, con periodicidad semanal y desglosados por rango de edad. La fecha de inicio sería el 1 de marzo.
Cayetana ha recordado que este martes se cumple un mes del 8-M, al que ha considerado una irresponsabildiad por parte del Gobierno: "Es el símbolo de la dramática negligencia del Gobierno en la gestión de esta crisis, anteponiendo la ideología a la razón y a las advertencias científicas".
Además, ha ha revindicado que "la reapertura del Parlamento es una victoria de la presión democrática del PP". "Hemos ejercido presión mientras el Congreso se iba cerrando y para mi alegría democrática se ha demostrado que la presión funciona. España no es una democracia ni en construcción ni una democracia en proceso de destrucción como querrían algunos", ha asegurado.
"El Congreso no se puede cerrar ni en caso de guerra. Los diputados somos un servicio esencial y no somos de mejor condición que médicos, enfermeras, policías o cajeros, que están luchando en primera línea", ha defendido.