PP y Cs abordan la oferta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de una reedición de los Pactos de la Moncloa con estrategias y posiciones de partida diferentes, pero ambos partidos coinciden en que la receta económica para salir de la crisis no puede depender únicamente de la ayuda de la Unión Europea.
El coordinador de asuntos económicos del PP, Mario Garcés, se muestra partidario de que haya “respuestas cooperativas y mutualizadas” desde Bruselas que permitan afrontar el impacto de la Covid-19 sobre la economía, pero también subraya cómo el “desequilibrio presupuestario” del 2,6% del PIB derivado de las políticas del Gobierno de coalición coloca a España “en una posición más frágil” tanto para la “recuperación” como para “legitimar” nuestras pretensiones “ante las instituciones europeas”.
Desde Ciudadanos también destacan que para que los socios europeos se abran a “financiar de manera conjunta grandes inversiones en los Estados miembros” es mejor desmarcarse de un “plan respaldado únicamente por populistas y extremistas”, en alusión velada a Podemos. "España siempre podrá obtener financiación más fácilmente en Europa si va unida y con propuestas centradas y sensatas".
El vicepresidente del Grupo Popular Europeo, Estaban González Pons, iba más allá y explicaba la advertencia que le había confiado un "político del norte" de Europa sobre la necesidad de exigir condicionalidad de los créditos a España por la presencia de Podemos en el Ejecutivo: "Estaríamos locos si diéramos crédito sin condiciones a un gobierno de Podemos en España y otro del Movimiento 5 Estrellas en Italia. Sólo con escuchar sus propuestas se entienden nuestras precauciones”.
El principal escollo que ven los dos partidos de la oposición que, a diferencia de Vox o nacionalistas, no ha cerrado la puerta a un gran pacto transversal es el papel del partido de Pablo Iglesias dentro del Ejecutivo.
Garcés ve “peligrosa” la “heterodoxia en política económica” que imponen “algunos socios de Sánchez”. “Ceder todo el peso de la salida de la crisis a la Unión Europea sería un desatino financiero y de reputación, además de una manifestación plena de irresponsabilidad. Y todo parece indicar que esta es la eventual respuesta de algunos socios de Sánchez”, abunda.
Desde el inicio de la legislatura, los socios preferentes del Ejecutivo han sido partidos como ERC, quienes coinciden con Podemos en el eje social. Y PNV, que confía también en Podemos para blindar cualquier crítica de la oposición que cuestione su régimen fiscal. Asimismo, con el estallido de la crisis del coronavirus Iglesias se encargó de marcar distancias con la austeridad que aplicaron los socialistas en la crisis financiera de 2008 para asegurar que no incurrirían en el mismo "error".
"Economía de guerra"
El Gobierno, y en especial Podemos, ha hablado en reiteradas ocasiones de “economía de guerra” para justificar un “gasto social” acorde con una coyuntura bélica, pero la oposición recuerda la “deuda gigantesca” que arrastraba el Ejecutivo bicolor al término de 2019 y antes de que explotara la pandemia de la Covid-19.
A la conformación del Ejecutivo de coalición en enero, le siguieron la aplicación de algunas medidas sociales como el aumento del 0,9% de las pensiones, la subida del salario mínimo interprofesional a 950 euros mensuales o el incremento del sueldo a los funcionarios en 2%. Esta política expansiva elevaba la previsiones de déficit de 2020 al 1,8% del PIB y relajaba el objetivo de estabilidad pactado con Bruselas.
El elevado déficit español, junto al reiterado incumplimiento del techo de gasto, es una de las principales causas de las reservas de países como Holanda o Alemania para ceder ante la propuesta de eurobonos de países como España o Italia para emitir deuda conjunta. La oposición comparte la necesidad de esta “salida mutualizada” ante esta crisis sin precedentes, pero entiende que la “política fiscal” debe ser sustantivamente diferente de la que han planteado PSOE y Podemos.
Las relaciones internas en el seno del Ejecutivo, por otro lado, revelan que a medida que pasan los días en esta crisis Podemos y el PSOE se van alejando. Después de pactar un plan conjunto con fuertes medidas expansivas, los ministros socialistas tumbaron entre el lunes y el martes las pretensiones de Iglesias de lanzar ya una renta universal “puente” para los más débiles.
Por otro lado, fuentes del Gobierno de Sánchez reconocen cierta preocupación ante el escenario económico de los próximos meses. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Economía, Nadia Calviño, tienen la mirada puesta en el mercado de la deuda. Temen que se dispare el diferencial con Alemania y se vuelva a una situación de crisis idéntica a la de 2008.
El horizonte que vislumbran PP y Ciudadanos una vez la crisis sanitaria se despeje y aparezcan los nubarrones de la recesión es que la recaudación será demasiado baja para aplicar las políticas públicas que exige la formación morada. “Si caen los ingresos fiscales, el consumo, o el turismo no puedes mantener el gasto social”, explican las fuentes consultadas. Ante este escenario, unos eventuales pactos de “reconstrucción” nacional deberán tener en cuenta las recetas antagónicas de PP y Cs con las de Podemos.