El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho pública su voluntad de dejar salir a los niños a partir del próximo 27 de abril. En una comparecencia telemática desde el Palacio de la Moncloa, Sánchez suma así a España a otros países europeos como Alemania o Portugal, que ya lo permiten a pesar de la pandemia del coronavirus.
Estas salidas, ha indicado Sánchez, estarán controladas para poder prevenir de manera adecuada la transmisión del Covid-19. Este domingo el presidente comunicará la decisión a los presidentes autonómicos. La medida se ha tomado después de escuchar a los expertos al frente del comité técnico para luchar contra el coronavirus.
El Gobierno no tiene claro todavía dónde pondrá la línea roja en las edades de los menores. Sánchez ha hecho alusión a que "el punto de partida es la Ley de Salud Pública". Esta normativa fija el máximo hasta los 12 años, pero el Ejecutivo todavía tiene que valorar si la amplia, la reduce o fija el tope ahí.
Tras cinco semanas encerrados, los psicólogos infantiles ya habían advertido de que un confinamiento restringido para los menores podría tener consecuencias negativas en su comportamiento. Por ello numerosos expertos pusieron encima de la mesa la necesidad de flexibilizar esas rígidas medidas porque podía afectarles al estado emocional: mayor ansiedad, irritabilidad, tristeza, etc. De hecho, varios presidentes autonómicos recogieron esas demandas y alzaron la voz contra el Gobierno central para que recapacitara sobre esta cuestión. Ahora, el Ejecutivo cede y permitirá esas salidas.
"A partir del 27 de abril, el Gobierno de España tomará medidas de alivio para el desconfinamiento de los mas pequeños y que puedan salir a la calle. Estas salidas, naturalmente, van a estar limitadas y sujetas a condiciones para evitar contagios", aseguraba Sánchez sin ofrecer más detalles sobre esas condiciones.
Nuevo estado de alarma
Sánchez tiene previsto llevar al próximo Consejo de Ministros de este martes la propuesta para ampliar el estado de alarma hasta el próximo 9 de mayo. Un día después, el miércoles, la medida llegará al Congreso de los Diputados donde tendrá que ser aprobado por la Cámara, algo que ya avanzó el presidente hace unas semanas.
En su comparecencia este sábado, Sánchez ha señalado que a partir del 27 de abril "habrá distintos estados de alarma", en plural, pero sin profundizar cómo se desarrollará cada uno de ellos. Lo que sí está claro es que el Gobierno se marca mayo como el punto para arrancar la llamada fase de desescalada. Pero avisa que las decisiones no serán "definitivas": "Si advertimos el menor riesgo, nos detendremos y si es necesario reforzaremos las medidas de confinamiento".
Esa desescalada incluye medidas menos estrictas para la población, y se pondrán en marcha de manera gradual y "progresiva" durante el mes de mayo, como ya dejó entrever este mismo sábado el propio doctor Fernando Simón. "Estamos de acuerdo en que se tienen que prorrogar las medidas de control, aunque se pueden ir adaptando", avanzó sin dar más explicaciones el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias en rueda de prensa telemática desde Moncloa. ¿El objetivo? Iniciar un proceso de "transición" en algunos aspectos para que la sociedad pueda volver "poco a poco a la situación más normal", en palabras de Simón.
Pero con la mente puesta en octubre, mes en el que "es muy probable" que el coronavirus vuelva a brotar debido a la bajada de las temperaturas, que según los expertos aceleran el ritmo de contagio del Covid-19, aunque no hay "certeza", según Simón.
Desescalada "asimétrica"
Gradual y "asimétrica". Así será la desescalada, ha avanzado Sánchez. Es decir, "no tiene por qué ser homogénea" en todo el Estado ni por comunidades autónomas ni por provincias ni por ayuntamientos. "Las realidades son distintas", ha añadido Sánchez. "Si vemos que la pandemia está controlada en un territorio podemos ir más deprisa".
Sánchez ha indicado que fue "un acierto" que la respuesta al estado de alarma fuera homogénea y uniforme en España. "Lo hicimos con máximos niveles de exigencia para atajar la pandemia en los territorios donde más fuerte atacaba. Otros territorios que no tenían extensión del virus tan pronunciada hoy se ven beneficiados", ha declarado.
"¿Esto significa que en la desescalada tengamos que dar respuesta homogénea? Yo creo que no. Podremos darla diferente, asimétrica. No tiene por qué ser por comunidades, ni siquiera por provincias".
El PP no se fía
Las voces que pedían menos restricciones para los niños eran varias. Este sábado, por ejemplo, la Generalitat de Cataluña ya se movía en este supuesto. El Govern iba a plantear al Gobierno central que permitiese que los niños pudiesen salir de casa por turnos de edad a partir de las 12.00 horas, relajando así las medidas de confinamiento por el coronavirus.
También Ciudadanos se ha pronunciado en la misma línea. Su grupo parlamentario ha anunciado que el próximo miércoles llevaría esta medida a la Cámara Baja. La formación considera que, tras más de un mes de confinamiento a las familias españoles, es momento de devolverles el esfuerzo que han realizado en estas semanas tan duras.
El Partido Popular sí muestra sus reticencias a la hora de confiar en el Gobierno. Los populares reclaman a Sánchez una “oferta sincera” y que lo que se pacte no esté “redactado desde Galapagar”.
“Necesitamos poner encima de la mesa medidas que mejoren la vida de los españoles, no que mejoren sólo la vida de Sánchez”, denunciaba este viernes el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Y este sábado volvía a arremeter contra el Gobierno, asegurando que la “incompetencia” de Sánchez “ha convertido el mando único” que ostenta el Ejecutivo bajo el estado de alarma en “un caos total”.
Críticas de los médicos
El Consejo General de Enfermería ha achacado a la "caótica y absolutamente descoordinada" gestión del Gobierno el "incesante" contagio por coronavirus de sanitarios sin medidas de protección, por lo que ha reclamado que científicos independientes tomen las decisiones "sin condicionamiento político".
Así lo ha señalado el Consejo en un comunicado en el que ha calificado de "situación muy grave" la retirada por parte del Gobierno de una partida de mascarillas defectuosas que los sanitarios han estado usando al menos diez días.
Según el Consejo, los profesionales que han usado estas mascarillas pensando que estaban protegidos siguen sin tener la protección suficiente y han de reutilizar "durante tres y cinco días los que tienen", además de seguir fabricando batas "con bolsas de basura".