Inés Arrimadas ha cambiado de opinión. Tras varias sesiones de ausencia por miedo al coronavirus, este miércoles sí que fue al Congreso para participar en el debate sobre la cuarta prórroga del estado de alarma. Fuentes de su partido indicaban que la "fase de riesgo del embarazo ya ha pasado" y que se trataba de "un día muy importante". Ciudadanos, efectivamente, garantizó este martes a última hora que la votación de Pedro Sánchez prosperara.
No obstante, la presidenta liberal aclaró que su "sí" no es a favor del Gobierno, sino una decisión de "conciencia" para evitar que "España se arruine". "La gente ya sabe lo que pienso de este Gobierno. Intenté evitarlo hasta el final", ha aseverado desde su escaño.
Arrimadas reiteró este concepto a sabiendas de que su pacto con Sánchez ha abierto heridas en el seno de su formación. Juan Carlos Girauta y Carina Mejías, históricos de Ciudadanos, han renunciado a su condición de afiliados tras conocer el acuerdo con Moncloa.
"La situación es dramática. No estaba escrito que España tuviera el peor número de fallecidos. No se ha gestionado bien esta crisis. Ha habido preocupación, incertidumbre, improvisaciones, decisiones unilaterales...". Con estas palabras cargaba duramente contra Sánchez, consciente de que debía sosegar a su electorado más de derechas.
Justo a continuación explicaba el sentido de su voto: "No se ve unidad política. Tampoco consenso ni un rumbo claro para España. Tenemos la imagen internacional muy tocada. El estado de alarma no debe decaer este sábado. La gente saldría de sus casas sin ningún tipo de control".
Arrimadas era consciente de que acababa de tomar la decisión más trascendente desde que es presidenta de Ciudadanos. No sólo ha resucitado el cauce negociador con Pedro Sánchez, sino que el partido ya es capaz de llegar a acuerdos con el líder socialista.
También a modo de justificación, la jerezana ha especificado los compromisos que ha arrancado a Moncloa, como por ejemplo el abandono de la "vía unilateral" y la desvinculación de las medidas socioeconómicas respecto al estado de alarma.
"Después de esta sesión", incidía adrede Arrimadas, "el Gobierno seguirá teniendo los mismos 155 escaños que antes. Ni uno más ni uno menos", concluyó la presidenta de los liberales.
En relación a las críticas que ya empiezan a deslizar PP y Vox contra su partido, Arrimadas aguijoneó a ambos: "Otros están en la cómoda posición del 'no', esperando a que España se arruine y luego les voten a ellos".