Pablo Casado ya tiene un plan alternativo al de Pedro Sánchez para sacar a España de la crisis sanitaria y económica que ha provocado el coronavirus. El líder del PP presentó este martes en la sede nacional de Génova una batería de medidas a corto, medio y largo plazo que pondría en marcha de manera urgente si él fuera presidente del Gobierno. Este programa de Gobierno ha sido desarrollado con los que son sus tres vicepresidentes en la sombra: la expresidenta del Congreso y exministra de Sanidad, Ana Pastor; la exministra de Medio Ambiente y exsecretaria de Estado y Presupuestos, Elvira Rodríguez; y el consejero de Justicia de Madrid, Enrique López.
Una vez diseñada la hoja de ruta, el líder de la oposición se va a reunir con su dream team todos los viernes para estudiar la evolución de la pandemia y actualizar semana a semana su propio programa. Aparte de estas reuniones, Casado mantiene las reuniones de los lunes con su comité de dirección, integrado por su núcleo duro, donde también se analiza con detalle la dimensión de las consecuencias de la pandemia. En estos encuentros están el secretario general, Teodoro García Egea, los vicesecretarios Ana Beltrán, Cuca Gamarra, Jaime de Olano, Antonio González Terol y Pablo Montesinos, además de sus portavoces parlamentarios Cayetana Álvarez de Toledo (Congreso) y Javier Maroto (Senado).
Antes de montar este equipo de Gobierno en la sombra, Casado ya creó hace dos meses un "shadow cabinet" al que le encargó diseñar un programa económico para confrontarlo con la gestión del PSOE y de Podemos. En ese trabajo, Casado ha contado con la opinión y la experiencia del expresidente de Endesa y exdiputado del PP, Manuel Pizarro, el exsecretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, el secretario económico del PP, Daniel Lacalle o su portavoz económico en el Congreso, Mario Garcés.
Frente a frente
Con las encuestas cada vez más a su favor, el PP ha optado por posicionarse ya frontalmente a Sánchez. De momento, Casado ya ha anunciado que su partido votará en contra de un quinto estado de alarma y asegura que solo apoyará puntualmente aquellas medidas que considere "buenas para España". Así se lo hizo saber este lunes a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, cuando se puso en contacto con el líder de la oposición para sondear el grado de distanciamiento real que existe entre Moncloa y Génova.
Casado se ha alejado ya tanto del camino de Sánchez que durante las dos horas que duró su presentación del programa de desescalada, el presidente del PP ni siquiera mencionó la conversación que mantuvo con Calvo. Fueron fuentes de su equipo los que confirmaron la llamada unas horas después, a preguntas de los periodistas.
Mientras que la virulencia de la crisis desgasta a los miembros de Moncloa y Ciudadanos apuesta por un giro al centro y sostener puntualmente al Ejecutivo de Sánchez, Casado opta por presentarse como la única alternativa en el tablero político nacional al Gobierno que conforman PSOE y Unidas Podemos. Para ser una opción real de gobernabilidad, el presidente del PP se rodea de perfiles con experiencia en gestión, un equipo maduro que "ya trabajó en Moncloa y que estuvo al frente de anteriores crisis".
'Activemos España'
El lema elegido por los conservadores para contraprogramar al Ejecutivo se titula Activemos España. Bajo este paraguas, en Génova buscan soluciones para el futuro basadas en tres vertientes: la sanitaria, la económica y la judicial. En la primera área, proponen el uso de mascarillas obligatorio en la calle, test masivos, un mapa de seroprevalencia, un pacto por la sanidad, la puesta en marcha de la huella digital con un pasaporte epidemiológico y crear un depósito de material de protección centralizado.
Para salvar a España "de otro rescate" y reactivar la economía, el PP quiere exonerar del pago de impuestos a la apertura o reapertura de empresas, recuperar y extender la tarifa plana de 50 euros para autónomos, extender el pago de los ERTE hasta el 31 de diciembre, contratos bonificados para incorporar al mercado laboral a trabajadores procedentes de despidos como consecuencia de la pandemia, recuperar el proyecto de tarjeta social, descartar gastos superfluos en la estructura del Gobierno y descartar subidas masivas de impuestos.
El PP también propone una desescalada jurídica para salir de la excepcionalidad constitucional y garantizar derechos y libertades. Para mantener el mando único sanitario pide aplicar la Ley General de Salud Pública y, para establecer la limitación de movimientos, pide aplicar la Ley Orgánica de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública.