La dirección de Ciudadanos conoció el pacto entre PSOE y EH Bildu a través de la prensa. Por la noche, como cualquier votante de a pie. Los de Inés Arrimadas arrancaron a Pedro Sánchez el compromiso de no vincular la prórroga del estado de alarma a la "mesa del diálogo" con Esquerra Republicana, pero no mencionaron a los abertzales.
"Es que ni siquiera imaginamos que pudiera ocurrir. Esa posibilidad era para nosotros tan remota como su dimisión", responden fuentes autorizadas de Ciudadanos a este diario. El partido de Arrimadas, ahora dirigido por Edmundo Bal, seguirá negociando con el Gobierno en torno a puntos concretos. "Nos volverán a necesitar. El camino de derogar la reforma laboral es insostenible. Esperamos que rectifiquen con contundencia".
Sin embargo, más allá del caos que asola la relación entre PSOE y Podemos, los liberales también quedan en una situación delicada. Los socialistas negociaron con ellos pero, mientras tanto, también lo hicieron bajo manga con EH Bildu. ¿Se sienten estafados? "Nos hemos llevado algún rasguño, pero el mayor damnificado es el Gobierno", resume un miembro de la cúpula naranja.
"Nuestro pacto con Sánchez se consumó en la votación. Ahora queda esperar que cumpla con lo escrito", apostilla otro. Por fortuna, conciben los estrategas de Ciudadanos, no hay unas elecciones generales a la vuelta de la esquina. Se refieren al análisis "de trazo grueso" del rival que pudiera colocarles en la misma bolsa que PSOE, Podemos y EH Bildu. "Tampoco nos preocupa demasiado, la gente no es tonta, ya saben lo que pensamos del nacionalismo y del Gobierno", arguye un miembro de Ciudadanos.
"Es muy difícil seguir el hilo. ¿Cuál es el pacto con Bildu? No lo sabemos. Ha habido una diputa interna en Moncloa. Están intentando gestionar los intereses cruzados. Les está saliendo fatal. Transmiten una falta de rumbo tremenda". Este es el análisis que confeccionan varios mandatarios de Ciudadanos cuando se les achaca ingenuidad en la negociación.
"Engañar a todos es insostenible"
Los de Arrimadas, tal y como especificó el propio Edmundo Bal tras conocer la noticia, seguirán estudiando las propuestas que les presente Moncloa. Es decir: la vía de negociación entre equipos permanece abierta. "En esta pandemia tan grave, adoptamos la postura más responsable. No creímos que hubiera que levantar el estado de alarma. Quisimos extenderlo quince días y lo conseguimos", narra un alto cargo en charla con EL ESPAÑOL.
"Ni nos fiábamos, ni nos fiamos ni nos fiaremos de Sánchez. Por eso ponemos condiciones por escrito. Sabemos lo que hay. Ir de tapadillo te puede salvar una votación, pero te condena a largo plazo. Engañar a todo el mundo es insostenible", desgranan en la sala de máquinas de Alcalá, 253.
La dirección de Ciudadanos asevera que, "por muy radical que se vuelva el PSOE", "siempre buscará el acuerdo con la CEOE": "La espantada de los empresarios les ha dejado tocados. Ahí está la reacción de la ministra Calviño".
Por otro lado, los de Arrimadas piensan que la necesidad de pacto de Sánchez irá remitiendo conforme sea menos necesario el estado de alarma: "Si mejora la situación, ya no buscará un acuerdo moderado".
Los dirigentes de Ciudadanos dicen actuar "de manera templada": "Está comprobado que la mayoría de la moción de censura recrece gracias a la dinámica de bloques y los antagonismos. Por ejemplo, les vienen muy bien las caceroladas en la calle".
Sin embargo, sí hay una diferencia entre el discurso ciudadano de hace una semana y el actual: sus líderes han recuperado la expresión "Gobierno Frankenstein" tras el pacto del PSOE con EH Bildu.