El protocolo de actuación enviado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid a las residencias no era un borrador. El documento que recomendó no derivar a los hospitales a los ancianos infectados por coronavirus lleva la firma digital de Carlos Mur, el entonces director de Coordinación Socio-Sanitaria.
Este jueves, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, reconoció que el protocolo fue enviado a los residencias, pero lo calificó como "un borrador" que se envió por "error". Sin embargo, tal y como prueba el escrito al que ha tenido acceso este diario, la orden fue emitida con todas las de la ley.
"Los borradores no se firman", confirman, por otra parte, fuentes del Ejecutivo regional. Distintos miembros del PP, en charla con EL ESPAÑOL, insisten en restar hierro al asunto. Aseveran que ese "borrador" fue una mera "recomendación" y que, en todo momento, la decisión de derivar -o no- recayó en manos de los médicos.
No obstante, la firma digital del otrora coordinador socio-sanitario -fue destituido en mayo- prueba la plena validez de la orden que recibieron las residencias durante los días más duros de la pandemia. En el Partido Popular reiteran que esos protocolos "se fueron ajustando" a la evolución del coronavirus. "Ese papel no fue el definitivo", arguyen.
Pero "error" o no, lo cierto es que ese documento circuló por las residencias de la Comunidad de Madrid e influyó directamente en la gestión de estos centros. "Que lo expliquen, fueron ellos quienes lo redactaron", se defienden en Ciudadanos, partido que gestionó las residencias hasta que el PP instauró el mando único.
La cadena de mando
Este es el itinerario de lo sucedido: la consejería de Sanidad, ante el colapso de los hospitales, redacta un protocolo que establece unos "criterios de exclusión" y que habla de "no derivar -a los hospitales- a los pacientes" que los cumplan. Tal y como publicó InfoLibre, existieron hasta tres versiones distintas de ese protocolo.
El papel fue fabricado en Sanidad -a cargo del PP- pero también distribuido por Asuntos Sociales -Ciudadanos-. Los de Arrimadas explican que enviaron el protocolo por una cuestión de "lealtad", pero dicen que su consejero avisó a los de Ayuso de la "barbaridad" que eso suponía.
Fuentes autorizadas del Gobierno regional detallan a EL ESPAÑOL que hubo casi una decena de protocolos, todos ellos ceñidos a la evolución de la enfermedad, y sobre todo a la situación de los hospitales. "Pero ese nunca fue el definitivo", insisten sobre la orden de no derivar a los ancianos.
Precisamente, la firma digital -que aparece en el escrito que ilustra este artículo- es un procedimiento que se vale del DNI electrónico para garantizar la autenticidad de quien suscribe.
Distintos miembros del Ejecutivo de la Comunidad de Madrid detallan que los borradores no se firman de esa manera hasta que adquieren rango de "definitivo". "No hay duda, es un protocolo oficial y deben explicarlo", arguyen las fuentes consultadas.