"Una mirada retrospectiva a la historia del conflicto vasco, desde la guerra española hasta el desarme unilateral de la organización político-militar ETA en abril de 2017 y su disolución final el 3 de mayo de 2018, a pesar de los estados francés y español".
Así se presenta el documental que se emitió en la televisión pública France 3 el pasado 27 de abril y recibió 42.000 euros de financiación estatal para su desarrollo y producción. A lo largo del filme, radicales abertzales -incluido un terrorista-, reivindican que ETA nació como "un voluntariado" para "luchar contra Franco".
52 minutos y una única premisa: contar "el otro relato" ante "la versión oficial” de lo que ha sucedido en "el conflicto vasco". Esta es la particular explicación de los promotores del reportaje.
Ante la ofensa a las víctimas, el Ministerio de Exteriores confirma a EL ESPAÑOL que actuaron por doble vía, remitiendo una queja al Gobierno de Francia desde la embajada española en París y la embajada francesa en Madrid. En consecuencia, el documental ya no está disponible en la página web de la cadena televisiva.
País Vasco y Libertad, un largo camino hacia la paz empieza con una reflexión de Serge Portelli, magistrado de la Corte de Apelación de Versailles y firme defensor de la tesis que sostiene que la justicia española es "cómplice" de torturas: "Desde el momento en que no hay una verdadera visión histórica de la situación, se puede relatar cualquier cosa. De repente, se puede decir que no hay conflicto. Con esto se terminaría la historia".
"Hay que partir de este punto de partida: ¿Qué es el conflicto vasco? ¿Cuánto dura? ¿Por qué nació? ¿Qué partes se opusieron? ¿Cuáles son las víctimas de los dos lados? ¿Cuáles han sido los errores de las dos partes? Una vez se haya admitido esto, es cuando ideológica o intelectualmente, se podrá iniciar un proceso de paz verdadero", dice Portelli a modo de aperitivo.
El metraje continúa, pero las referencias a las más de 800 víctimas mortales de ETA no llegan. No se habla de los heridos, de los secuestros, las extorsiones o de la "socialización del dolor", que se llevó en los años noventa la vida de cientos de políticos, periodistas y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
A mitad de la película, parece claro que el director prefiere obviar la parte más negra de la historia de ETA. Es entonces cuando los disparates comienzan a sucederse: "Madrid no tuvo un rol constructivo en el proceso de paz"; "ETA nació como un movimiento de voluntariado"; "En el franquismo, ETA mataba a Guardias Civiles que torturaban y la gente lo celebraba"; "La represión del Estado español continúa". Y un largo etcétera.
Thomas Lacoste, el director, dice aspirar a confrontar "la visión oficial". Para ello, el argumento se centra en el nacimiento de ETA, los "cuarenta años de terror" del franquismo, la Transición, los GAL... Y la "represión del Estado español" como un fenómeno aún vigente.
EL ESPAÑOL ha visionado el reportaje en su integridad y ha podido constatar lo que denuncian desde distintas asociaciones como Covite o Foro de Profesores: País Vasco y Libertad, un largo camino hacia la paz es un ramillete de "tergiversaciones históricas" y explicaciones que parten de una visión absolutamente sesgada de la violencia terrorista de ETA.
El reparto y sus reflexiones
El documental se apoya fundamentalmente en testimonios personales. Por ello, el elenco de personajes ha sido seleccionado minuciosamente para proporcionar un relato concreto de la historia criminal de ETA: jueces, exministros, parlamentarios, miembros de ETA y distintos actores de la sociedad civil. Todos ellos sostienen la tesis de que hubo un "conflicto" en el Estado español y que la represión al País Vasco como nación aún persiste.
La aparición más polémica es, sin duda, la de los etarras Eugenio Etxebeste (alias Antxón) y Josu Urrutikoetxea ("Josu Ternera").
Josu Ternera es presentado como un "hombre de paz" y se destaca de él su "talante negociador". Un perfil más propio de un filme de ciencia ficción que de un documental: él fue uno de los principales dirigentes de ETA durante la década de los años ochenta, cuando se produjeron los atentados de la plaza de República Dominicana en Madrid (12 muertos y 45 heridos), el de Hipercor (21 muertos y 45 heridos) o el de la Casa Cuartel de Zaragoza (11 muertos, entre ellos varios niños).
La ex ministra de Justicia de Francia Christiane Taubira habla del etarra como un hombre que "ha contribuido a salir del conflicto armado". Por ello, considera que hay que tener en cuenta "su valor y coraje", así como su "fuerza moral" para la resolución del "conflicto".
El etarra Eugenio Etxebeste, por otro lado, tiene un papel muy destacado. En su primera aparición en pantalla, define ETA como "un movimiento de voluntariado" que en 1958 "empezó a agrupar gente para combatir no sólo el franquismo, sino para continuar reivindicando los derechos nacionales y sociales del pueblo vasco". "Eso duró desde el año 58 hasta la actualidad, cuando todas esas reivindicaciones siguen pendientes", reflexiona. Y apuntilla: "En un momento nos levantamos en armas, ahora nos levantamos en política".
Rufino Etxeberria, exmiembro de Herri Batasuna, condenado a dos años de prisión en 1981 por colaborar con ETA, sigue la línea de Etxebeste: "En el fondo, el Estado español no ha querido cambiar de estrategia para afrontar este conflicto que hay en nuestro país desde hace decenas de años. Parece que se sienten mejor en esta situación porque no tienen una agenda democrática para nuestro pueblo. Mejor un conflicto armado de baja o alta intensidad. Entonces era de baja intensidad. En lugar de trabajar para construir la paz y la democracia real". Y concluye: "Madrid no tuvo un rol constructivo en el proceso de paz".
Iñaki Anasagasti, histórico dirigente del PNV, explica así el surgimiento de ETA: "Fueron 40 años de una represión preferencial, continua, sistemática contra la lengua, la identidad vasca y la manera de gobernar nuestra. Eso produce una reacción en el año 60 y surge un movimiento que se llama ETA. Esa fue la reacción que produjo el franquismo por esa represión tan continua y perseverante".
"No era terrorismo. El terrorismo es cuando uno pone una bomba en un metro o en un almacén. La violencia de ETA era selectiva: iba contra militares, policías y gente del Régimen. Eso luego se fue ampliando. En el franquismo, eran Guardias Civiles que torturaban y que ETA atentara contra ellos y los matara, pues la gente lo celebraba", asevera Anasagasti.
Gerry Adams, presidente del Synn Fèin -brazo político del IRA-, compara la situación que vive el País Vasco con la que vivió Irlanda del Norte: "La mayoría de la gente, el 99,9% de la gente que conocí en prisión, nunca hubiéramos estado en la cárcel si no fuera por nuestras ideas políticas".
Adams también considera que el futuro del País Vasco pasa por "olvidar y convivir en igualdad con el Estado español".
En los minutos finales del metraje, se recoge una cita de Josu Ternera: "ETA nació cuando el País Vasco agonizaba, sofocado por los estertores del franquismo y asimilado por el estado jacobino. Y ahora, 60 años más tarde, un pueblo vivo existe y quiere decidir su destino. Gracias al trabajo realizado en distintas áreas y la lucha llevada a cabo por distintas generaciones. ETA nació del pueblo y ahora ella se disuelve en él".
Antes de fundirse a negro, se escucha un grito: "Gora Euskadi Askatuta" (Viva Euskal Herria libre) y se escucha una voz en off a modo de reflexión: "La represión del Estado español continúa".
Vox exige explicaciones
Vox ha instado al Gobierno de España a exigir explicaciones a Francia por emitir en la televisión pública un documental que "blanquea" los crímenes de ETA. En este sentido, el partido de Santiago Abascal pide al Ejecutivo de Pedro Sánchez que utilice los instrumentos disponibles para impedir su difusión posterior, y que suprima las subvenciones a material gráfico que pretenda "blanquear" la barbarie sufrida por las víctimas de ETA tanto en España como en Francia.
Según relata Vox, el documental sostiene la tesis de que "ETA merece reconocimiento por sus denotados esfuerzos hacia la paz" y se interpreta el franquismo y la Guerra Civil como "estrategias contra los vascos".
En está línea, más de 340 profesores de diferentes disciplinas de España, Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Australia firmaron una carta de protesta el pasado mes de mayo en la que calificaban el documental como "una apología de los antiguos terroristas de ETA" que sostiene la tesis de que "ETA merece reconocimiento por sus esfuerzos hacia la paz".
A través de una carta abierta, impulsada por Foro de Profesores, distintos maestros lamentaban que un reportaje sin "aval académico" se limitara a replicar "la vulgata abertzale".
Por último, los profesores pedían en la carta que "ninguna obra propagandística de ETA vuelva a recibir apoyo institucional y académico en Francia".
¿Qué dice el director?
El director del documental, Thomas Lacoste (Burdeos, 1972) ha decidido presentar una demanda civil por difamación contra los más de 340 autores del manifiesto, según ha avanzado France Bleu.
Lacoste aseguró en una entrevista concedida al diario vasco Gara que trató de escenificar un "conflicto" en el que "ha habido víctimas, sufrimiento y errores en los dos lados, como en todo conflicto armado".
En esta nota, aseguró que hay mucha "estigmatización sobre el conflicto vasco". Por eso, al director le pareció importante "proponer otro relato" ante la "versión oficial". Este relato "que no tiene miedo a decir de dónde viene el conflicto" pasa por "recordar que la organización ETA resistió contra el Régimen de Franco por una política de emancipación": "Hoy en día, fuera del territorio, solo se recuerda a los peligrosos terroristas, y no la calidad de la resistencia a la que fue la dictadura más larga del siglo XX en Europa".