Los argumentos esgrimidos por los partidos políticos que han votado este jueves "no" al real decreto de nueva normalidad han sido de lo más variopintos. Vox denuncia que se trata de un "nuevo acto de propaganda política"; ERC lo considera una excusa para la "recentralización"; Bildu se niega a votar algo "pactado con la derecha"; y JxCat habla de "paternalismo centralista".
Las cuatro formaciones han rechazado con excentricidades un decreto que se limita a fijar una serie de medidas para evitar futuros rebrotes y mantener a raya el virus hasta que se levante la emergencia sanitaria.
Estas medidas consisten en la obligatoriedad del uso de mascarillas, distancia interpersonal de metro y medio y medidas de higiene en lugares públicos y privados. También hace hincapié en la atención sanitaria y en las medidas preventivas, así como en la necesidad de realizar pruebas PCR a todos los casos sospechosos y reforzar la producción de material de protección sanitario.
El Gobierno aprobó esta medida en Consejo de Ministros y este jueves el Congreso de los Diputados le ha dado su visto bueno con una holgada mayoría y un llamativo cambio de socios: los 89 diputados del Grupo Parlamentario Popular y los diez parlamentarios de Ciudadanos votan a favor de este real decreto que se tramitará como proyecto de ley para que los grupos puedan enmendarlo y, así, mejorarlo.
Así, el decreto que regula el periodo de nueva normalidad que se inicia tras el fin del estado de alarma ha sido convalidado con 265 votos a favor: los de PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos, PNV, Más País, PRC, UPN y Coalición Canaria.
Sin embargo, los 77 diputados que suman Vox, Bildu y los independentistas de Junts per Catalunya y ERC han rechazado estas medidas por razones a cada cual más estridente.
"Totalitarismo"
En su intervención en el Congreso, el diputado de Vox por Madrid Juan Luis Steegman Olmedillas calificó el decreto como "un nuevo acto de propaganda política" y "un inadmisible alegato en defensa de la negligente acción del Gobierno".
Steegman también pidió al Ejecutivo socialista que "promueva una acción internacional para exigir responsabilidades al Gobierno comunista chino y sus cómplices de la OMS". Por ello, el diputado de Vox exigió que no se diera "ni un euro más" a la Organización Mundial de la Salud. Un discurso muy en la línea del que ha caracterizado recientemente al presidente de Estados Unidos Donald Trump.
En esta línea, distintos dirigentes de Vox salieron a defender su negativa a apoyar el real decreto de nueva normalidad a través de redes sociales. El presidente de la formación, Santiago Abascal, sacó pecho y aseveró que están "todos detrás del Gobierno socialcomunista... menos VOX que se pone en frente".
Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, reflejó en Twitter su descontento con el voto favorable del Partido Popular: "Es terrible que el PP haya decidido normalizar el totalitarismo socialcomunista de Sánchez".
"Con la derecha"
El apoyo de Ciudadanos (y posterior adhesión del PP) al acuerdo ha indignado a EH Bildu, que manifestó a través de su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, que no pueden votar a favor de un decreto "redactado y pactado con la derecha".
Aizpurua, a lo largo de su alocución, recalcó que los abertzales "posibilitaron la formación de este Gobierno", pero que votaban no a las medidas de la nueva normalidad "por responsabilidad", ya que el presidente del Gobierno ha optado por pactar con "el ala naranja del trío de Colón", en referencia a Ciudadanos, al que también llamo "el partido del Ibex".
La portavoz abertzale dijo que las políticas de su partido son "incompatibles" con "la derecha", a la que acusó de "no apostar por los derechos LGTBI, personas refugiadas, inmigrantes".
"Pactar con la derecha ya no es una necesidad de su Gobierno, es una preocupante querencia", sentenció Aizpurua.
"Recentralización"
Las formaciones separatistas catalanas ERC y JxCat han esgrimido argumentos diferentes, pero, en esencia, muy similares: critican que la nueva normalidad no pase por más competencias para las Comunidades Autónomas, en concreto, para Cataluña.
El diputado de Esquerra Republicana, Frances Xavier Eritja, acusó al Gobierno de España de haber adoptado una "actitud paternalista" durante el estado de alarma, así como de tomar "decisiones unilaterales de las que se informa a última hora".
Eritja dijo que el decreto quería utilizar "el pretexto de la excepcionalidad" para "recentralizar por la puerta de atrás" y recriminó a Sánchez que "el decreto asume medidas genéricas preventivas que pueden asumir las CCAA".
"Nos da la sensación de que con la finalización del estado de alarma entramos en un estado de transición en el que perduran algunos malos hábitos, como mantener la capacidad del Ministerio de Sanidad como máxima autoridad competente en competencias que están traspasadas a las CCAA", sentenció el portavoz de la formación separatista republicana.
En esta línea, Concep Cañadell, de JxCat, acusó de "paternalismo centralista" al decreto aprobado con mayoría de la Cámara.
Acercamiento de PP y Cs
La actitud mostrada por los partidos que han negado su apoyo al Ejecutivo ha sido duramente criticada por el diputado de Ciudadanos Edmundo Bal: "Les falta gritar 'Viva la muerte'". Bal también subrayó en su intervención en el Congreso la importancia de "pactar" y "ceder al interés común", algo para lo que se requiere "coraje".
Por parte del Partido Popular, la encargada de defender el voto afirmativo al decreto en el Congreso fue Ana Pastor, que pidió aparcar "la visión partidista" para "ayudar a favor de la salud pública de nuestro país".
La número tres del PP también agradeció su trabajo al ministro de Sanidad, Salvador Illa, aunque también le recriminó que el Gobierno debe "reconocer" a todas las víctimas fallecidas por el Covid-19.
La convalidación del real decreto de nueva normalidad supone el primer gran acuerdo sellado por Pedro Sánchez y Pablo Casado. Algo que ha disgustado enormemente a Vox, a los abertzales y a las formaciones separatistas.