Partido Popular y Ciudadanos quieren que Pablo Iglesias comparezca en el Congreso de los Diputados para preguntarle por el ya conocido como ‘caso Dina’. Conservadores y liberales cargan contra el vicepresidente, al que achacan haber fingido “victimismo” cuando, en realidad, “él era dueño y señor de las cloacas del Estado”.
Unidas Podemos llegó a hacer bandera del ‘caso Dina’ y lo empleó como ariete contra los servicios policiales y el comisario Villarejo. Su llegada a Moncloa ha coincidido con un giro de trescientos sesenta grados: la Fiscalía Anticorrupción, en un escrito del pasado 21 de mayo, apuntó la existencia de indicios delictivos en la conducta de Iglesias.
“¿Por qué tuvo en su poder la tarjeta telefónica de su asesora? ¿Por qué la devolvió destruida? ¿Qué material ocultó? ¿Cuál era su contenido? ¿Recibió información privilegiada de la Fiscalía y por eso actuó así?”. Estas son algunas de las preguntas que PP y Ciudadanos pretenden realizar al vicepresidente en caso de que compareciera en la Cámara.
“Iglesias ha optado por la técnica del avestruz. Es indignante. En lugar de dar explicaciones a iniciativa propia, prefiere esconder la cabeza”, se quejan desde Ciudadanos. Los populares le acusan de “mentir” y ya hablan de “presunto chivatazo de la Fiscalía”.
Esta exigencia coincide con las negociaciones en marcha de los Presupuestos que el Gobierno mantiene con Ciudadanos. También con esa estrategia de la “mano tendida” recién puesta en marcha por Pablo Casado.
“Iglesias debe responder a muchas preguntas. Tolerancia cero. Con los audios publicados por la prensa, queda claro que hizo una campaña de la mentira y de la infamia. Se decía víctima, pero ahora parece que las cloacas son suyas. Es indignante”, coinciden PP y Ciudadanos.
Tal y como ha revelado este periódico, en septiembre de 2018, el fiscal llegó a echar de la sala a los abogados de Podemos. Sucedió cuando distintos medios de comunicación hablaban de un “idilio” entre el aparato de Iglesias y estos altos cargos judiciales. Un extremo que ya ha quedado desmentido.
El ‘caso Dina’ ha sido un bumerán para Pablo Iglesias. En un principio, le sacó rédito electoral al conocerse que había sido víctima del comisario Villarejo, pero ahora la Justicia investiga por qué el líder de Podemos presuntamente destruyó aquella tarjeta previamente hurtada. ¿Qué había dentro? ¿Recibió -como dicen PP y Ciudadanos- un “chivatazo”?