Después de la debacle electoral del domingo -"nos hemos desangrado", "es una derrota sin paliativos", "no es así, no es así"- saltaron las alarmas en el seno de la dirección de Podemos. La reconstrucción desde dentro que quería impulsar la III Asamblea Ciudadana ha nacido muerta, y la falta de estructura territorial se ha pagado cara, ahora que los líderes ya no ocupan las calles, sino los despachos con moqueta de los ministerios.
"Tenemos que aprender de los errores que sin duda hemos cometido y hacer mucha autocrítica", dijo en su Twitter Pablo Iglesias... y se ganó las tortas de algunos de sus excompañeros de camino. De aquéllos que fundaron el partido con él de la mano. EL ESPAÑOL ha contactado con los cinco de la foto fundacional, ésa que preside este artículo. Ninguno de ellos figura ya en los órganos del partido. Por decisión propia o por haber visto rodar su cabeza, en todo caso, todos están fuera por voluntad del líder.
"Podemos se desangra, y ya estoy harto, hay que construir partido y no lo estamos haciendo". Es Juan Carlos Monedero, el alma inspiradora del partido en sus inicios, cuando era secretario de Programas, y ahora confesor del secretario general y vicepresidente del Gobierno. "Éste es un partido que ha sido muy generoso", explica, "nos hemos descapitalizado llevando a todos los líderes al Gobierno, y con eso estamos cambiando la política y la vida de la gente... pero no pensamos en nosotros".
Lo cierto es que Podemos se desangra sí, sobre todo en votos. Desde los 5,2 millones de votos y 69 escaños del 10 de diciembre de 2015 hasta este domingo todo ha sido para abajo. Ni siquiera cuando seis meses después se Podemos se coaligó con Izquierda Unida consiguieron sumar los seis millones de los que venían, de hecho juntos restaron un millón de papeletas.
Esa "sangría" continuó cita a cita con las urnas y en las últimas generales, la candidatura de Pablo Iglesias no llegó a los 3,1 millones: la mitad de votos, la mitad de diputados, 35 exactamente. "Nosotros hemos perdido perfil mientras que BNG y Bildu se han podemizado, nos han copiado el discurso... y han triunfado", trata de justificar Monedero.
Los caídos
El chico del tic-tac que "vino a asaltar los cielos" y "reventar el candado del 78" era la cara carismática de un grupo de colegas amalgamado por diversos intereses. Intelectuales unos, científicos otros, sociológicos algunos, revolucionarios todos en definitiva. Hoy, ni Carolina Bescansa, ni Luis Alegre, ni Tania González ni, por supuesto, Íñigo Errejón siguen en Podemos. Tampoco está en la dirección, aunque sí sobrevuela sobre la conciencia de Iglesias, su exprofesor y siempre gran amigo Monedero.
Es este último el que más claro habló desde dentro la noche del domingo. Errejón recuerda que en su opinión desde el inicio era que el proyecto fundacional no iba tanto de ser "un partido de izquierdas", sino uno que "hiciera pueblo", es decir un movimiento transversal. Pero Monedero lo niega: "Eso no podía ser así, una cosa es el momento en que nacimos, que tocaba participar del romper el sistema bipartidista... pero luego hay que construir, bajar al suelo las ideas, hacer políticas".
Y entonces, ¿por qué ahora que los morados están en el Gobierno se hunden lección tras elección? Fuentes internas del partido creen que la cosa tiene que ver con "haber nacido y crecido durante una etapa que sólo ha encadenado procesos electorales... así es imposible crear estructura".
Y tiene parte de verdad, pero a esa ecuación le falta despejar la incógnita de por qué no se ha sabido aprovechar la ola buena. En 2015, las autonómicas le dieron a Podemos y sus marcas en confluencia un total de 119 diputados regionales por toda España. Cuatro años después, en 2019 el bofetón fue terrible, y se cayó a 45 escaños. Además, desapareciendo como fuerza parlamentaria en Cantabria y Castilla-La Mancha. Ahora, también en Galicia.
Las "cloacas"
"Las cloacas han hecho mucho daño, se han empeñado en destruirnos", apunta Monedero, "y las cloacas han seguido ayudando a los que se han ido... si no, ¿qué hacen en la tele Errejón, Bescansa o Espinar? Les interesa hacernos daño, no quieren que gobernemos".
El argumento no se sostiene del todo. Y es que para aparecer en los medios también hay que querer. Luis Alegre, descabezado por Iglesias como chivo expiatorio de la primera traición de Errejón, en 2016, ha huido de los medios desde entonces. Este lunes tampoco se quiso poner al teléfono a petición de este periódico.
Y hay más fundadores de los que el público se ha olvidado. Un ejemplo es Tania González, en su momento uno de los pilares del partido al construirse de la nada. En contacto con EL ESPAÑOL, no rehúsa hablar, pero amablemente declina un análisis profundo: "Ahora es que estoy en la vida municipal, la verdad es que no estoy preparada para opinar sobre política nacional", explica desde su puesto de secretaria de Podemos Avilés.
¿Dónde está el partido?
En la sede de Podemos se sigue pensando eso, pero se le añade la autocrítica de que tras la Asamblea que iba a "reforzar los círculos para dotar a los territorios de estructura", ha llegado la pandemia "y se ha retrasado todo, las elecciones en Galicia y Euskadi nos han pillado a contrapié". Bescansa, por su parte, echa de menos "el Podemos que fundamos" porque el proyecto ya no se parece al que nació.
Otros fundadores del partido añaden que "las luchas internas nos han hecho mucho daño, todo se centra en Iglesias, y siguen haciéndolo, ¿alguien conoce algún líder territorial de Podemos?".
Fuentes de la dirección del partido han explicado a este periódico que la Ejecutiva de Podemos "se reunirá esta misma semana para analizar los resultados electorales" de este fin de semana, "una vez se celebren las reuniones previstas por las direcciones de ambos territorios con este mismo motivo".
Además, hay que reseñar que desde que se entró en el Gobierno, como dice Monedero, "los más importantes se fueron a los ministerios" y el partido ha desaparecido, nadie habla en su nombre ni con su logo detrás. El viejo profesor cierra la conversación señalando otra causa de la debacle: "No pedimos dinero a los bancos... ¿así cómo vamos a tener para alquilar sedes que nos doten de estructura? Si vieras las deudas de PSOE y de PP, ésas que nunca acaban de pagar, entenderías el porqué de todo esto".