Pablo Iglesias ha valorado ampliamente el acuerdo alcanzado en Bruselas para el rescate de España. Lo ha hecho con un largo hilo en Twitter compuesto por 28 mensajes. El hilo, escrito tanto en inglés como en español, reivindica el acuerdo, aunque afirma que no va "tan lejos como desearíamos", y destaca el hecho de que se trata de la primera ocasión en que la UE pacta un paquete de subsidios financiados con deuda mutualizada.
Iglesias ha mostrado en alguna ocasión sus dificultades con el inglés e incluso ha sido objeto de burla en las redes a causa de ello. De ahí la extrañeza que ha provocado que haya decidido valorar el acuerdo precisamente en ese idioma. Algo que no ha hecho ninguno de los principales protagonistas de la negociación ni tampoco ninguno de sus ministros o vicepresidentes.
En su hilo, Iglesias ha comparado el acuerdo actual con "el de hace diez años", en referencia al negociado tras la crisis de 2008. "Todos recordamos la respuesta dada por las instituciones europeas a la crisis financiera de hace diez años: austeridad y peticiones de recortes sociales que provocaron el estrangulamiento de los países del sur de Europa y una importante crisis en el proyecto europeo".
Iglesias continúa hablando de los eurobonos: "Parecían imposibles hace sólo unos años y son ahora una realidad que servirá para afrontar esta crisis de una manera diferente, sin recortes". "En esta ocasión, en vez de dejar la situación en manos de los que están desconectados de la realidad local, la estrategia se basará en planes de inversión negociados. La única manera de salir de la crisis es cooperando".
En realidad, Podemos votó en abril en contra de los eurobonos, lo que hizo que Pedro Sánchez llegara muy debilitado al Consejo Europeo del día 23 de ese mes. "El voto de Podemos en contra de los eurobonos en el Parlamento Europeo perjudica al Gobierno porque llega dividido a una reunión crucial", explicó Esteban González Pons a EL ESPAÑOL esa misma semana. Hoy, Iglesias afirma apoyar los eurobonos.
Pablo Iglesias desgrana luego en su hilo las cantidades del acuerdo y su reparto, y destaca que la cifra que se destinará a ayudas a fondo perdido será de 390.000 millones de euros y no de 500.000, como se pedía en un primer momento. De esos 390.000 millones, 72.000 le corresponderán a España.
Afirma también en su cadena de mensajes que "de los fondos presupuestados, al menos el 25% deberá destinarse a la inclusión social y la integración de personas migrantes; el 2% se destinará a combatir la pobreza material; y el 10% irá a la lucha contra el desempleo juvenil". Este punto en concreto ha sido criticado con especial dureza en las redes sociales.
Y asegura que ese dinero será "crucial" para conseguir dos objetivos. El primero, "recuperar la economía española". El segundo, cambiar el modelo productivo español en favor de la transición ecológica, la digitalización, la movilidad sostenible y el desarrollo de lo que el vicepresidente llama "la economía de los cuidados".
A continuación, califica las condiciones del acuerdo de "blandas", en oposición a las condiciones "duras" del rescate de la crisis financiera de 2008. También afirma que todo ello permitirá al Gobierno de coalición aplicar su programa de "recuperación de derechos" y de "reconstrucción de los servicios públicos", tal y como especifica el acuerdo de gobierno de PSOE y Podemos.
En los últimos mensajes de su hilo, Iglesias afirma que el acuerdo firmado en Bruselas proporciona "combustible" al proyecto europeo y permite evitar "un posible retorno de la austeridad fiscal".
La peculiar interpretación del acuerdo por parte de Iglesias no sólo contradice el espíritu de este, hasta el punto de hacerle decir en algunos puntos exactamente lo contrario de lo que contempla, sino que parece destinada también a reivindicar el papel de Podemos en un gobierno cuyo principal socio, el PSOE, ha filtrado a la prensa durante los últimos días la idea de que la presencia de los morados en él es precisamente uno de los factores que ha impedido un acuerdo rápido en Bruselas.
El largo hilo de Twitter parece, en este sentido, obedecer también a un segundo objetivo: escenificar la idea de que Podemos, pero sobre todo el propio Pablo Iglesias, es más Alexis Tsipras que Yanis Varoufakis. Es decir, más reformista que rupturista y más sumiso a la ortodoxia bruselense que populista antieuropeo. Si ese es el objetivo de Iglesias, su hilo no debe de haber resultado de mucha ayuda.