Los presidentes autonómicos se verán por fin algo más que las caras este viernes en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja). Algunos incluso antes, habrán tomado el Airbus que ha preparado el Gobierno y sale a las 7.15 h de Torrejón. Todos tienen que estar no más tarde de las 9.00 en el monasterio, para desayunar con los Reyes Felipe y Letizia, que con su visita, prevista a las 9.30 h, le darán una solemnidad especial a una conferencia que, en realidad, nace algo abortada.
Y es que los jefes de los gobiernos autonómicos tienen un orden del día, enviado desde Moncloa muy tarde, según han lamentado algunos de ellos a este periódico, como además desveló el diputado peneuvista Aitor Esteban asegurando este miércoles que a Íñigo Urkullu no le había llegado. Además, en el programa, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, en el que hay sólo dos puntos. "Sesión de trabajo: situación actual y perspectivas de la pandemia COVID-19 y valoración del Consejo Europeo Extraordinario (Next Generation EU)", se lee en el documento.
¿Esto quiere decir que Pedro Sánchez va a proponer nuevas medidas para controlar los rebrotes? No. Y entonces, ¿al menos planteará un criterio de reparto para que los 140.000 millones que negoció él mismo en Bruselas vayan a parar a cada región? Tampoco.
Según las fuentes consultadas en el Gobierno, "esto no va de repartir dinero, esto no funciona así". Ni lo uno ni lo otro.
"Falta de respeto"
Las ausencias anunciadas del presidente catalán, Quim Torra, y de su homólogo vasco habían frustrado a Moncloa. Tanto, que hasta última hora se negoció con Urkullu hasta que ambas partes llegaron a un acuerdo. Aunque públicamente se mantuvieron las buenas maneras con la lejana esperanza de que Torra cambiara de parecer, fuentes del Ejecutivo califican de "falta de respeto incomprensible para los demás presidentes y, sobre todo, para los ciudadanos" la ausencia del líder separatista.
Pero para las delegaciones invitadas, hay más faltas de respeto, en este caso de parte de Presidencia del Gobierno. Los presidentes con los que se ha puesto en contacto este periódico han comentado con indignación el poco tiempo que Moncloa ha previsto para cada una de sus intervenciones y que la comunicación con estas especificaciones les fue enviada por mensaje de móvil pasadas las 19.00 horas de este mismo jueves.
En sus teléfonos, los 19 invitados leyeron la siguiente descripción prevista para la sesión de trabajo: "1.- Intervención inicial del presidente del Gobierno. 2.- Intervenciones iniciales de los presidentes de las Comunidades Autónomas y Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla (5 minutos)".
El Gobierno ha preparado la cita con mimo. Ya desde hace dos meses se sabe que el presidente quería escenificar "la cogobernanza" con las Comunidades Autónomas en una XXI Conferencia de Presidentes presencial, con sendas fotos de familia frente a la puerta barroca de acceso al Monasterio y en la Escalera Real.
Moncloa ha reservado por completo la Hostería del Monasterio de San Millán de la Cogolla y ha preparado un plan de cobertura con seis salas de prensa, una para Sánchez y el resto para los 18 presidentes asistentes -16 de regiones y los de las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla-.
Pandemia y fondos
En el primer punto, el de la pandemia, el presidente hará una primera exposición general en ambos campos, acompañado del ministro de Sanidad, Salvador Illa, para evaluar la gestión de la crisis sanitaria, la desescalada y los rebrotes.
Y ambos recordarán a los líderes autonómicos -y sus consejeros de Sanidad, invitados a la cita- que en el escenario de control en el que nos encontramos hay tres estadíos: el actual, en el que las CCAA tienen el protagonismo, al ser las depositarias de las competencias ordinarias en Sanidad; uno siguiente en el que se aprobaría una "actuación coordinada de salud pública", en el marco del Consejo Interterritorial, cuando un mismo rebrote afecte a dos o más autonomías; y un tercero, el último extremo, un nuevo estado de alarma.
En el segundo punto, que es el que más interesa a los presidentes autonómicos según ha podido saber este periódico en consultas con algunos de ellos, no se hablará de reparto económico. Las citadas fuentes del Gobierno confirmaban este jueves a EL ESPAÑOL que Sánchez explicará a los presidentes los pormenores del acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo.
Pero no habrá propuesta de reparto, precisamente por eso: el dinero europeo llegará a cambio de programas concretos de reformas y actuaciones en digitalización, reindustrialización, economía verde y Sanidad y cuidados. Es decir, es el Ejecutivo central el que llevará un programa de reformas a Bruselas, que deberá ser evaluado por la Comisión y se irán librando los fondos por sectores, no por territorios.
La frustración
Por eso se puede anticipar que la cita no dejará de ser solemne, con fotos de familia sonrientes -aunque con ausentes-, y presidida por los Reyes. Pero frustrante, al menos para quienes vayan a viajar a La Rioja con esperanzas de recibir un pico de esos 140.000 millones.
El presidente castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco, ya dejó este jueves clara la posición de su región: exigió un papel "principal" para las CCAA en la gestión de los fondos europeos y reclamó al Gobierno de España que "haga una apuesta por la España de las Autonomías y que esos fondos europeos sirvan para afrontar el reto demográfico".
Y, por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, prevé reclamar, no sólo una mayor coordinación y planificación para afrontar los rebrotes, sino y sobre todo un reparto justo de los fondos.
Fuentes del Gobierno autonómico informan a este diario que Moreno, incluso, volverá a reclamar al jefe del Ejecutivo un trato equitativo para el reparto de los fondos estatales de 16.000 millones. En concreto, de la primera tanda de estos fondos Andalucía recibirá 597,6 millones. No obstante, desde el Gobierno andaluz consideran que, por su peso poblacional en el conjunto del Estado, le corresponderían 1.200.
"No se entiende"
Y ahí está la clave en las reclamaciones de cada presidente. Todos tienen su criterio: unos abogan por el reequilibrio territorial, otros por acabar con la brecha ciudad-campo; algunos piensan en que el secreto está en la creación de empleo y, por ejemplo, la Comunidad Valenciana, prevé recordar la eterna infrafinanciación de la región.
Y toda esta amalgama de criterios dispares, que ya se conoce y se da por descontada en el seno de Moncloa, es la que explica la frustración del Gobierno por las ausencias de Urkullu y Torra. Y la que justifica las cartas que, como deferencia, envió Sánchez a los dos este miércoles.
"Torra y Urkullu tienen que poder coordinarse con el resto de territorios y el Gobierno de España", explica una alta fuente del Ejecutivo. "No se entiende que quieran tener menos información que los demás ni quieran aportar las propuestas e ideas que sí propondrán sus colegas".
Cada uno a lo suyo
Desde Cantabria, por ejemplo, Miguel Ángel Revilla, confesaba a este periódico que cuenta con poder discutir sobre el reparto de las ayudas de Bruselas. La ampliación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) será otro de los asuntos. En concreto, el presidente andaluz le pedirá a Sánchez que los prorrogue, al menos, hasta final de año. Desde el Gobierno de Andalucía lo consideran "esencial para salvar empresas".
Moreno también solicitará a Sánchez que aplique los mismos criterios que la UE en el reparto de los 140.000 millones procedentes de Europa. Al andaluz, en este caso, le sirve la receta de Bruselas, ya que ésta prima el nivel de población, la renta per cápita y la tasa de desempleo. El presidente andaluz insiste en que estas peticiones no se basan en la confrontación, sino en una reivindicación "justa y sensata".
Tanto el andaluz como la delegación balear, valenciana y canaria llevan también en cartera plantear un asunto económico y humano, pero que puede derivar en un problema de índole social: el tratamiento a las miles de personas que llegan en pateras a las costas españolas. Aún no ha ocurrido, pero las administraciones autonómicas implicadas temen que, ante la posibilidad de que pudieran arribar a costa contagiadas por coronavirus, si no se atiende con diligencia y coordinación, puede haber otro tipo de brotes, en este caso xenófobos.