“Cero preocupación” en Moncloa. El equipo del presidente del Gobierno está convencido de que Podemos no se desmarcará de los Presupuestos porque sería “irresponsable” dejar caer el Gobierno y obligar a los ciudadanos a volver a las urnas en un contexto que situaría "la prima de riesgo por las nubes". "Es un farol. Una pose total", asumen fuentes socialistas.
La convicción de que sus socios morados no dejarán caer “los presupuestos más sociales de la historia” les otorga la tranquilidad necesaria para mantener los contactos con Ciudadanos para que se adhieran a su propuesta de cuentas públicas. “¿Cómo justificará Podemos votar en contra? ¿Cómo dicen que son incompatibles? Si aún no están hechos”, añaden desde el PSOE.
Los socialistas vinculan las palabras de Isa Serra, diputada en la Asamblea Madrid, de descartar cualquier entente con Cs y PP en que son “meses de posicionamiento político” debido a las investigaciones abiertas por la financiación del partido. Y a las contradicciones internas que vive la formación entre sus cuadros y la cúpula.
Desde el pacto de investidura, los de Pablo Iglesias presionan para que ERC siga siendo su socio prioritario, pero Pedro Sánchez tiene su propia agenda. Y más desde la irrupción del coronavirus.
El jefe del Ejecutivo no ha dudado en relegar a los nacionalistas catalanes por detrás del PP y Cs en la ronda de contactos y la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha reiterado la intención de no llevar a cabo subidas impositivas mientras la economía siga dañada por la pandemia.
En paralelo, fuentes de ERC explican a este medio que en todo el verano no se han producido contactos con el Gobierno para abordar la negociación presupuestaria. Más bien todo lo contrario, los de Oriol Junqueras han aprovechado la “deficiente” aplicación del Ingreso Mínimo Vital y los pactos del Gobierno con la formación naranja para alejarse de los Presupuestos.
Moderación
Los ministerios económicos bajo mando socialista tienen claro que a partir de septiembre se producirá un “cambio radical de escenario” donde las disputas estériles entre socios de gobierno o entre distintos niveles de administración quedarán en segundo plano.
El 15 de octubre hay que entregar el plan presupuestario a Bruselas y habrá que explicar las medidas que querrán aplicar. En consecuencia, creen que Podemos optará por la “responsabilidad” porque no se pueden permitir unas nuevas elecciones cuando la gente quiere “moderación”.
“En una situación donde se debe reactivar la economía los electores eligen moderación. Y si hay elecciones, quienes perderán son Vox y Podemos”, explican.
Desde que estalló la pandemia, el presidente del Gobierno juega a dos barajas. Encontró en Ciudadanos el apoyo imprescindible para las prórrogas del estado de alarma, pero tampoco soltó amarras con los nacionalistas -llegó incluso a firmar la derogación de la reforma laboral con EH Bildu, aunque luego dio marcha atrás-.
La predisposición de los de Arrimadas para sumarse a las nuevas cuentas es bien vista dentro del PSOE que, al mismo tiempo, no esperan un gesto parecido del PP pese a los llamamientos de Sánchez a la “unidad”.
Mayoría alternativa
"El PP está en una dinámica electoralista. Si podemos aprobar los Presupuestos sin su ayuda, la legislatura continuará", apostillan.
Más allá de la mayoría de investidura, hay otra suma posible para sacar adelante las cuentas públicas que excluiría a los separatistas catalanes y que tampoco necesitaría de la ayuda del PP: PSOE (120), Podemos (35) , Cs (10), PNV (7), Navarra Suma (2), Coalición Canaria-NC(2), Partido Regionalista Cántabro (1) y Teruel Existe (1) alcanzan los 178 diputados (se requieren de 176 para la aprobación de los PGE).
Hechas las cuentas, desde Moncloa nadie ve a Podemos bajándose del tren de los nuevos presupuestos. “Van de farol”, reiteran.