El fusilamiento del expresidente de la Generalitat Lluís Companys, hace ahora 80 años, se ha convertido en un motivo más de choque entre el Gobierno central y el Ejecutivo catalán.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, aprovechó el mensaje institucional con motivo de la Diada para pedir al Gobierno que organice un "acto solemne" en el que el presidente, Pedro Sánchez, y el jefe del Estado, Felipe VI, se disculpen públicamente por este suceso.
"España todavía no ha asumido su responsabilidad ni ha pedido disculpas al pueblo de Catalunya", redundó el president catalán. Unas palabras que la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, tildó horas después de "alharaca".
"Las cosas en democracia no se resuelven así, porque eso no sirven de nada", sentenció la también ministra de Presidencia, abogando por que la solución pasa por la ley que llevará el próximo martes al Consejo de Ministros.
"Vamos a considerar nulos todos los juicios y sentencias carentes de garantías jurídicas y procesales, que en muchos casos supusieron el fusilamiento de muchas personas. Eso si es serio, eso si es propio de una democracia, lo otro son alharacas", dijo la vicepresidenta.
Esta respuesta parece no haber sido suficiente para el presidente catalán, que criticó a paso seguido que el Gobierno central rehúya pedir perdón y sacó a colación el caso de alemán: "¿Pero qué memoria histórica quieren construir PSOE-Podemos-Comuns si no se asumen las responsabilidades ni se pide perdón por los crímenes cometidos por el Estado español? ¿Por qué lo ha hecho el Estado alemán con el nazismo y no lo ha hecho nunca el Estado español con el franquismo?", escribió Torra en Twitter.