"Ni como mera hipótesis concebimos que pueda haber una imputación. Es evidente para todo el mundo lo que está ocurriendo". El vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no va a dimitir, como pide la oposición, después de que el instructor del caso Tándem pidiera este miércoles a la Sala Penal del Tribunal Supremo la apertura de una causa contra Iglesias por tres delitos.
Para el dirigente, todo se explica en una operación de "la derecha". "Saben -ha explicado- que por medios democráticos no van a hacer caer el Gobierno y juegan todas las cartas". Entrevistado en RAC1, ha puesto además en cuestión la imparcialidad del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, instructor de Tándem, o cuando menos su autoridad para indagar sobre Podemos. "También investiga lo de Corinna. Sacad vuestras propias conclusiones", ha deslizado.
Los vivas al Rey
Iglesias ha puesto de manifiesto asimismo su perplejidad ante los vivas al Rey en el acto en Barcelona en el que precisamente se ausentó Felipe VI por decisión del Gobierno. "Cuando en el Estado hay un debate sobre la monarquía, escuchar a miembros del Poder Judicial decir 'viva el Rey' puede ser escuchado por la ciudadanía como un mensaje político hacia los republicanos y un juez no debe emitir mensajes políticos".
El vicepresidente segundo, que ha insistido en que el mayor apoyo a Felipe VI "está en la derecha y en la extrema derecha", ha opinado que "sin ser santo de su devoción y pese a todo lo que hemos sabido después sobre él", Juan Carlos I "fue hábil sabiendo que tenía que generar simpatías en otros sectores", algo de lo que, a su parecer, carece el actual monarca.
Pese a esto, Iglesias ha recalcado que tiene en su despacho "la foto del Rey" porque "como republicano" tiene que respetar los símbolos vigentes. Acto seguido, ha sostenido que España se encamina hacia una república "con normalidad democrática" y que cuando esto sea así, "será la derecha la que tenga que respetar los símbolos".
Tres presuntos delitos
García Castellón elevó a la Sala Penal del Supremo una exposición razonada en la que asegura que existen indicios de criminalidad contra Iglesias en la llamada 'pieza Dina', en la que se investiga la filtración a la prensa de material sensible y personal contenido en la memoria del móvil de su antigua asesora Dina Bousselham.
El juez cree que Iglesias puede haber cometido presuntos delitos de descubrimiento y revelación de secretos con agravante de género, daños informáticos y denuncia falsa o simulación de delito. Será una sala de cinco magistrados, en su mayoría de de sensibilidad progresista, la que decida sobre la exposición razonada.
La noticia saltó minutos después de la presentación del 'Plan de recuperación, transformación y resiliencia', en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, concretó el destino de los fondos europeos destinados a combatir la crisis generada por la Covid-19. El anuncio fue el augurio de la creación de 800.000 empleos en los tres próximos años, pero la última hora judicial barrió el titular: la oposición saltó al instante para pedir la dimisión "inmediata" o el cese de Iglesias. Horas más tarde, Sánchez daba la cara por su socio, dándole "todo su apoyo".