El diputado de Vox Juan Luis Steegmann recordó a Salvador Illa que a finales de febrero le auguró que pasaría a la Historia no como ministro de Sanidad sino como "el ministro del coronavirus". Y que, tras su "nefasta gestión" y la imposición del estado de alarma en Madrid el pasado viernes, en un Consejo extraordinario en Moncloa, ahora ya es "el ministro plenipotenciario" de la Covid. "¡Va a convertirse en un dictador!".
En su réplica al discurso del representante del Gobierno para defender el decreto, Steegmann aceptó el envite de que no fuera Pedro Sánchez el que compareciera -el presidente está en Bruselas, en un Consejo Europeo para ver cuándo llegan los fondos para "sacar a España del desastre"-, y le dio (casi) todos los palos a Illa, como representante del "comunismo", el "totalitarismo", la "incompetencia" y la "estupidez".
Para empezar, lo despreció en lo personal, explicándole ante el hemiciclo y las cámaras de televisión "cómo se guarda una mascarilla... que es en un sobre". Y después de darle una clase práctica con la suya propia, espetó: "¿Qué enseñanzas podemos tener de un ministro que no sabe guardarla?".
"40 años de vacaciones"
Efectivamente, no sólo recibió el titular de Sanidad, Steegmann también tuvo para el ministro del Interior: "Acaba de amenazar con un estado de alarma para toda España. Quiere encerrar a los españoles para que no salgamos. Señor Marlaska, adelantó usted el estado policial tres horas a la publicación del BOE... típico de los comunistas, el muro para no salir". Y entonces, levantando la voz para hacerse oír entre los aplausos de su bancada, bramó: "¡Faltan los perros y los alambres de espino! Me llamarán fascista, pero no lo soy".
Sin tener relación con lo que se debatía, el diputado de Vox dejó a un lado su doctorado en Medicina y se llenó la boca con proclamas ideológicas, a una semana de la moción de censura contra Sánchez presentada por su partido: "Miren, conozco muy bien a los marxistas porque yo lo he sido, como compañero de viaje del partido comunista a mis 20 años".
Y así, echando la vista 45 años atrás, echó un poco de diluyente a las acusaciones que recibe su partido como heredero del franquismo: "Ustedes, en la época de Franco, se tomaron vacaciones, 40 años. No vi a ninguno del PSOE en la facultad... bueno, sólo uno, y resultó ser de la Brigada Política Social". Y en su afán por desacreditar al Ejecutivo más allá, cerró el argumento con una frase destinada a la risa enlatada de comedia: "Ahora, ser comunista sólo requiere estas condiciones: la ignorancia, la bellaquería o ser cursi".
Pero no todo fueron invectivas. Tras haberse ganado a sus correligionarios, que no paraban de aplaudirle, el diputado volvió a la gestión de la pandemia, haciendo un paralelismo con ella y el Gobierno: "Son una plaga para la vida y la economía", diagnosticó. "Tenemos la mayor tasa de fallecidos y de sanitarios contagiados. En economía, España mira atrás y no hay nadie".
Al ministro de Sanidad, personalmente, le miró a la cara -y a la mascarilla- que había recuperado el ministro en su asiento del banco azul- y le espetó: "Señor Illa, viene aquí para mostrarnos lo que mejor saben hacer: encerrarnos. Ustedes quieren parar Madrid", denunció.
El "infectódromo feminista"
Y así, haciendo un repaso a lo acontecido desde el inicio de los contagios por coronavirus en España, Steegmann calificó el 8-M de "infectódromo feminista" y trazó su propio rastreo de la expansión de la Covid. "Esas mujeres que luego infectaron a sus padres, hijos y abuelos".
Tras la desescalada, vino el verano, continuó el diputado ultraconservador. Para Vox fue una "estupidez" y una "negligencia" que Pedro Sánchez invitara a los españoles a irse de vacaciones. Y sobre todo, que el presidente no aprovechara sus semanas de asueto para estudiar: "¿Qué han aprendido en el verano? No exigen PCR, no imponen test de antígenos; no hay orden de PCR en grupo".
Posteriormente, comparó las medidas decretadas por Sanidad con las que ha impulsado la Comunidad de Madrid. Y, defendiendo al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso como si fuese de su partido, afeó a Illa que no promocione los test de antígenos, "como sí hace" la región madrileña. "La ruina de Madrid es la ruina de España".
"Váyase lejos"
Y antes de la traca final, regresó a las mascarillas: "Ustedes votaron en contra de que el Estado las financie, y los españoles ya se han gastado en ellas más de 1.500 millones de euros", una cifra de la que no citó procedencia oficial alguna.
Steegmann, para acabar, se ensañó con el titular de Sanidad, a quien calificó despectivamente, le pidió la dimisión y lo mandó de viaje: Para empezar, le preguntó "¿qué méritos le avalan para tanta arrogancia?" y él mismo se respondió: "Ha mostrado tanta incompetencia que tendría que pasar aquí tres horas para enumerar todos sus errores".
Posteriormente, recomendó a Illa que "se vaya lejos, a Taiwán, a Corea del Sur, a Japón... los países que han hecho bien las cosas sin tener encerrados a la gente. O a Alemania". Allí, dijo, podría "copiar de los mejores: test masivos, escuche a científicos de verdad... Los cierres no son el método, son el signo de un fracaso".
Y para acabar en todo lo alto, casi tapado por la ovación de los suyos enardecidos ante la metralla de ataques, apuntaló su conclusión sobre el "totalitarismo" de este Gobierno: "Se va a convertir en un dictador, cójase el petate, váyase a Barcelona, llévese a los del banco azul y no se olvide del del globo"... por Fernando Simón.