La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no descarta presentarse de nuevo como candidata a la alcaldía en las próximas elecciones municipales, a pesar de que siempre había hablado de dos mandatos y se había planteado una temporalidad en el cargo.
En una entrevista que publica hoy el diario El País, Colau subraya que a su equipo le ha tocado "un tiempo excepcional" y tenían una serie de proyectos a los que les ha costado arrancar, porque les ha tocado vivir "el procés, un atentado en La Rambla y ahora la pandemia".
"No descarto, si fuera necesario, acompañar un tercer mandato porque lo importante del compromiso es que el programa de transformación de Barcelona hacia una ciudad más sostenible, justa y democrática y líder en innovación social, se pueda materializar".
Sobre si le siguen pesando los votos de Manuel Valls en su investidura, Colau no esconde que aquello "no fue lo deseado". "Ahora, no me arrepiento de haber defendido legítimamente mi aspiración como formación política", ha aseverado.
A su juicio, su grupo tenía "el derecho a aspirar a la alcaldía para que el proyecto de transformación de Barcelona no sea una anécdota en los libros de historia, sino una constatación de que se podía hacer política de manera diferente".
Orgullosa de que el ayuntamiento que gobierna "sea la Administración pública de todo el Estado que está haciendo más política de vivienda", ha reconocido que no le gustan las vallas Jersey que se han instalado en el espacio público barcelonés, pero "eran las disponibles y las más seguras. En una segunda fase se hará más bonito".
Negando que haya sido "antiturista", Colau sí ha insistido en que la economía de la ciudad se encuentra en "claro peligro por la excesiva dependencia del turismo" y que hay que "acelerar" en el proceso de un "modelo más mixto, con nueva actividad económica, como el centro tecnológico en el edificio de Correos, o las reformas pendientes de La Rambla o la Via Laietana".
En cuanto a las últimas medidas de la Generalitat de cerrar bares y restaurantes, ha dicho que no va a entrar a cuestionarlo, pero sí exige "medidas igual de drásticas de apoyo a este sector, para que no sea una víctima. No tienen la culpa y son miles de puestos de trabajo".
Por otra parte, Colau se posiciona sobre la actual crispación en España y asevera que no cree que "la hayan compartido todas las Administraciones por igual". En su opinión, hay una "derecha radicalizada que no acepta que haya un Gobierno progresista de coalición" y que está utilizando la actual crisis sanitaria para intentar erosionarlo.
Este hecho le parece a la alcaldesa "inmoral". "El Gobierno está haciendo muy buenas políticas, que siempre se pueden hacer mejor; yo le pido más cosas. Ha demostrado una sensibilidad social que no se ha tenido en crisis anteriores".
A la vez, ha mostrado preocupación por "el papel del PP: veo a un Pablo Casado acomplejado con Vox y un PP arrastrado por su estrategia".