Vox ya no llamará al PP "derechita cobarde", ha anunciado este lunes su presidente, Santiago Abascal: "Les llamaremos sólo cobardes". Aún reciente la moción de censura fallida, quien fue su candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno no perdona a Pablo Casado, con quien no ha vuelto a hablar: "No lo tengo previsto, no tengo ganas ni creo que sea necesario".
Ya el viernes, horas después de consumarse el fracaso y la clara victoria de Casado en el debate, Abascal admitió una ruptura con el que hasta ese momento había sido su amigo: "Dijo algunas cosas indignas e inaceptables. Los ataques personales que hizo contra mí, por su injusticia, creo que se han vuelto contra él, pero a mí me han afectado. Hay una ruptura en lo personal, es cierto, y me siento traicionado".
El foco está ahora sobre el estado de alarma de seis meses aprobado en Consejo de Ministros y que deberá ratificar el Congreso de los Diputados. Vox votará 'no', pero no sólo eso: llevará el decreto al Tribunal Constitucional y defiende que el toque de queda impuesto en toda España es "ilegal".
"España debe protegerse"
Vox ya llevó ante el Constitucional el estado de alarma aprobado en el mes de marzo y sus sucesivas prórrogas al considerar que vulneraba derechos fundamentales que no podían ser limitados mediante este recurso legal, convertido en "un estado de excepción encubierto".
En una entrevista en Telecinco, Abascal se ha ratificado en sus afirmaciones sobre el Gobierno de Pedro Sánchez vertidas la semana pasada durante el debate de la moción -no así sobre sus referencias a la Unión Europea-: "Estamos en la indefensión absoluta y la incertidumbre. (...) El toque de queda es una medida del siglo XVI y necesitamos iniciativas el XXI".
"España debe protegerse, pero no puede detenerse", sostiene Abascal, avisando de que, tras seis meses de parón de la economía, en el mes de abril "no quedará piedra sobre piedra" y "millones" de españoles estarán en la ruina.