La disposición adicional tercera del Estatuto de Cataluña sólo fue considerada constitucional en la famosa sentencia del TC bajo una interpretación un tanto alambicada: que "la inversión del Estado en Cataluña en infraestructuras" se equipare obligatoriamente "a la participación relativa del producto interior bruto de Cataluña" con relación al del Estado se entienda sea entendida como una obligación dentro de la "plena libertad" de las Cortes Generales.
Así se ha hecho hasta ahora: con "plena libertad" los diferentes Gobiernos han usado la "contabilidad creativa" juntando diversas partidas, han prorrateado planes nacionales y han colocado en la tabla "cosas que no eran infraestructuras propiamente dichas" para cumplir. Así lo explica un exintegrante del equipo de Hacienda de pasados Ejecutivos. "Es que si no, pueden recurrir a los tribunales".
De hecho, la Generalitat lo ha hecho. Y ha ganado. María Jesús Montero ha tenido que rascarnos el bolsillo a todos los contribuyentes para hallar más de 200 millones de euros de atrasos.
"Respetamos el Estatuto"
Y es que el Gobierno de Pedro Sánchez ha cuidado con esmero en este anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales de 2021 el cumplimiento de la polémica cláusula. Y la ministra del ramo, Montero, se siente con capacidad de asegurar, satisfecha, que "estas cuentas públicas respetan el Estatuto de Cataluña".
La aprobación de los Presupuestos es imprescindible para la supervivencia del Ejecutivo de Sánchez, y necesaria para afrontar la profunda crisis socioeconómica en la que está inmersa España tras la irrupción de la pandemia de coronavirus. Y la votación, "prevista para mediados de enero", según la ministra, depende del apoyo de Esquerra Republicana (ERC) y, en menor medida, de JxCat.
Hay que recordar que ambas normas, la una y la otra, tienen rango de ley orgánica, de modo que ninguna rige sobre la otra por criterios de jerarquía. Pero sí por criterios de competencias, como bien recordaba el Tribunal Constitucional en su sentencia 31/2010, de 28 de junio. Motivo por el que, en el "cepillado" al Estatut, y tras derogar hasta 14 artículos, sometió a interpretación otros 27 apartados del texto legal, entre ellos éste. Aunque, como se ha visto, su "interpretación" es realmente la anulación de su espíritu y su letra.
Cinco puntos de más
En todo caso, Montero desglosó este miércoles las partidas que el Gobierno ha reservado para Cataluña en estas cuentas. "Hay un total de 1.999 millones de euros de inversión para esa Comunidad Autónoma", apuntó. "A los que hay que añadir otros 200 millones del acuerdo que se suscribió en la comisión mixta con el Gobierno catalán para cumplir con las sentencias que dictaron que tendríamos que haber cumplido la disposición adicional tercera del Estatut en los Presupuestos de 2018".
Además de esta partida de atrasos, la titular de Hacienda presumió de que la región gobernada ahora por el republicano Pere Aragonès como president en funciones, es una de las más beneficiadas por el reparto de fondos europeos. "Además, están las preasignaciones del capítulo 7", detalló, las que ya han adjudicado los Ministerios de Transportes y Transición Ecológica. "Son preasignaciones de hasta 596 millones de euros para las políticas de vivienda, agenda urbana y transición ecológica".
La suma total, pues, alcanza casi los 2.800 millones de euros de inversión directa en infraestructuras para Cataluña, de los 11.527 millones de euros que reservan las cuentas públicas de 2021 para el total del Estado. Es decir, que Cataluña se llevará el 24,29% de la partida para obras públicas el año que viene.
Teniendo en cuenta que el PIB catalán supuso un 19,14% del total español, según las últimas cifras consolidadas de las que se dispone -las de 2019-, la región aún sale ganando en más de cinco puntos porcentuales.
Las cuentas de todos
La ministra de Hacienda, acompañada de "las mujeres del Presupuesto" -las secretarias de estado de su departamento-, hizo todo este desarrollo, satisfecha del "complicado trabajo de elaborar estas cuentas históricas", en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados para presentar el anteproyecto.
"No tienen comparativa posible, son una oportunidad única, ahora es el turno de los partidos", sentenció María Jesús Montero. "Son urgentes, los necesitamos y llamamos a todos los grupos políticos para analizar estas cuentas y considerar sus enmiendas".
Pese a que la reforma fiscal que se prometieron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al acordar la coalición se ha retrasado hasta que la economía española se recupere, la ministra ha defendido "los ajustes fiscales" introducidos en el anteproyecto.
Cálculos antes de la alarma
Para empezar, una subida del IRPF que sólo busca "ganar progresividad" ya que "afecta sólo al 0,19% de los cotizantes". Y es que sólo se suben dos puntos a los contribuyentes que ganen más de 300.000 euros al año por rentas del trabajo, menos de 15.000 personas.
Se aplican nuevas figuras de fiscalidad verde, explicó Montero. "Es una pedagogía para alertar de forma clara a los ciudadanos" del cambio climático.
La ministra reconoció la caída de ingresos por la pandemia en este ejercicio, pero dio por hecho que "se recuperarán en 2021, en un 14% los no financieros y más de un 12% los financieros". Según las cuentas del Gobierno, ingresará un 7% más por IRPF, ya que el Ejecutivo prevé una "clara mejora del empleo".
Y sostiene el Ejecutivo que ingresará un 20% más por Impuesto de Sociedades, "porque las empresas se reactivarán". Y el IVA ingresará un 13,9% más, si se cumplen los Presupuestos.
Una muestra de que este discurso estaba ideado a la vez que las cuentas, es decir, antes de la segunda ola del virus, fue que Montero habló de que "todo esto se cumplirá gracias a los rebrotes controlados del virus que llevamos trabajando desde el fina de la desescalada".
Las cuentas de todos...
El tocho, en papel y en formato pin de memoria de las que buscan ser éstas las primeras cuentas públicas que apruebe un Gobierno de Pedro Sánchez, en su tercer año en la Moncloa, había sido entregado a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, pasadas las 15.30 horas... en una ceremonia que no se daba desde hace casi dos años.
Montero no sólo diagnosticó el mal de la Covid, sino otro estructural de las finanzas españolas: una doble brecha fiscal: de siete puntos en términos de presión tributaria y de cinco puntos en cuanto a gasto público. "Debemos trabajar por equilibrar estas dos brechas, se acabaron los años del 'sálvese quien pueda' que defendían los gobiernos conservadores", extendió como receta.
...y un techo sin techo
Los Presupuestos de 2021 no sólo prevén regar de millones Cataluña, también prevén transferencias extraordinarias a la Seguridad Social de hasta 18.000 millones. Y a las CCAA -con la catalana incluida, pero en otra partida- de casi 14.000 millones, a cuenta de los estragos de la Covid en el campo socioeconómico: subvenciones, moratorias, ERTE, desempleo, inversiones en Sanidad, Educación, Transportes...
Y es que con un techo de gasto elevado en el entorno del 50%, Montero recordó que se han "suspendido las reglas fiscales" y que la imprevisibilidad del entorno socioeconómico -e internacional- permitirán saltarse las tasas de referencia.
"Hay un techo de gasto histórico, porque la situación es extraordinaria, pero este años incumplir las previsiones no implica la activación de las sanciones", recordó.
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