Unidas Podemos, ERC y EH Bildu han retirado la enmienda conjunta que habían presentado a los Presupuestos Generales del Estado para prohibir los desahucios hasta el 31 de diciembre de 2022, al considerar que se ha alcanzado un acuerdo dentro del Gobierno para promover esta medida a través de un real decreto. Las dos formaciones independentistas han accedido a las pretensiones de Pablo Iglesias para facilitarle la negociación dentro del Gobierno.
Desde el pasado viernes, el grupo parlamentario del vicepresidente segundo del Gobierno ha estado negociando hasta última hora de este lunes para que ERC y EH Bildu accedieran a retirar la enmienda. En todo caso, de no haber llegado a un acuerdo, Unidas Podemos podría retirar su firma antes de que este martes venciera el plazo. Todo, para engrasar una negociación con el Ministerio de Transportes, responsable en política de Vivienda, que no avanzan, según las fuentes parlamentarias consultadas.
La enmienda, que quedó viva tras su paso por la comisión parlamentaria, queda finalmente retirada tras el acuerdo alcanzado la semana pasada entre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, e Iglesias para extender a más allá del 31 de enero la prohibición de desahuciar a través de un real decreto. Ese decreto se negocia entre su Vicepresidencia y el Ministerio que dirige José Luis Ábalos, y las conversaciones están estancadas.
Desde la formación morada aseguraron a la agencia que no tiene sentido votar esta enmienda, que evidenciaría previsiblemente la división del Gobierno, cuando la tramitación de un real decreto en el que ya se trabaja sería más rápida que mediante los presupuestos. "Es mejor el decreto, más rápido y efectivo", admiten las fuentes moradas, "y además retirar la enmienda da un mensaje de confianza al PSOE y más tiempo para negociar".
Esto es porque el jueves, los socialistas se habrían visto obligados a votar en contra de la enmienda de su propio socio de Gobierno que pretende prohibir los desahucios y los cortes de suministros. Fuentes del PSOE no han querido hacer declaraciones, pero lo cierto es que en el grupo parlamentario se toma como un alivio evitarse esa votación "que nadie entendería".
No obstante, aún quedan vivas las enmiendas de Bildu y ERC, que consideran que "los pasos dados hasta ahora son del todo insuficientes y no van a la velocidad que requiere la situación". Por eso Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua mantienen sus propias enmiendas sobre los desahucios, que se someterán a votación en las próximas horas, con el objetivo de "seguir presionando desde el Congreso y exigir con firmeza la paralización total" de los desalojos y de los "cortes de suministros básicos a todos los colectivos vulnerables durante la pandemia".
Se votaba este martes
En todo caso, ya que el fondo pone problemas al PSOE si ha de votar no, las formas pueden ayudar. El ministro Ábalos y la vicepresidenta Nadia Calviño ya pusieron en duda el encaje de esa enmienda en los Presupuestos. "Son cosas distintas, y deberíamos separarlas", dijo la también ministra de Economía a la salida del Consejo de Ministros de hace dos semanas. E incluso los letrados del Congreso desaconsejaron tramitarla por incumplir los parámetros del Tribunal Constitucional para el procedimiento parlamentario de Presupuestos.
Rechazada en comisión con el voto en contra de PSOE, Cs y PNV más la abstención del PP, la controvertida enmienda estaba ahora programada para votarse en Pleno este martes de forma telemática, dentro de la primera tanda de votaciones de enmiendas vivas a los Presupuestos en sesión plenaria.
Ahora, Unidas Podemos puede ofrecerse en el seno del Gobierno como una formación leal, al tiempo que sus socios de la otra coalición siguen presionando desde fuera. De hecho, Bildu y ERC aseguraban, en un comunicado, que "las fuerzas soberanistas de izquierdas creen que es una buena noticia que el PSOE se haya visto obligado a asumir nuestras exigencias" y esté dispuesto ahora a adoptar ciertos compromisos en ese sentido.