"Como siempre en el peor momento". Así de claro se pronuncia una fuente cercana a Zarzuela cuando se le pregunta por la filtración que acabó en la portada de El País con el titular: "El rey Juan Carlos presenta una regularización fiscal".
Tanto en el entorno del emérito como en la Casa Real precisan que la regularización todavía no existe y que se trata de una de las posibilidades que está sobre la mesa. En caso de producirse, sólo afectará a las donaciones recibidas -y no declaradas a Hacienda- del empresario Allen Sanginés-Krause. Todas ellas acaecidas con posterioridad a la abdicación y, por tanto, no sujetas a la inviolabilidad.
Las fuentes del equipo jurídico de Juan Carlos I consultadas por este diario sitúan al Gobierno detrás de la filtración. Atisban una clara secuencia en lo sucedido este domingo en el Congreso durante la celebración del Día de la Constitución.
Cuando la noticia ya circulaba en quioscos y redes sociales, Pablo Echenique corrió a decir a los periodistas: "Menudo día ha elegido Juan Carlos I para confesar que ha defraudado a Hacienda". Una consiga que repitieron el resto de dirigentes de Podemos, que en todo momento hablaron de "confesión".
Conforme avanzaba la mañana, en los corrillos del Congreso comenzó a traslucir que la noticia publicada sobre Juan Carlos I era falsa. O por lo menos no del todo cierta. "Dicen que es mentira, que todavía no se ha presentado ninguna regularización", aseveraban dirigentes del PP.
A excepción de Unidas Podemos, el resto de partidos -los nacionalistas no estaban- evitaron analizar la información.
[Ya este lunes por la mañana, en una entrevista concedida a RTVE, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha afirmado que "la ley es igual para todos y ha de cumplirse igual, en sentido positivo y negativo".]
Tal y como indicó EL ESPAÑOL, el emérito sopesa la regularización desde hace semanas, pero todavía no ha tomado una decisión. Lo haría solo con las donaciones de su amigo mexicano, pero no con las del sultán de Bahréin -1,9 millones de dólares- y las del rey de Arabia Saudí -100 millones de dólares-.
¿Por qué? Porque se produjeron antes de su abdicación -periodo en el que era inviolable- y porque no tendría dinero para pagar la cuota correspondiente a tan millonarias donaciones.
Fuentes de Zarzuela, por otra parte, explican así este último movimiento de Juan Carlos I: "Es una maniobra desesperada por intentar volver por Navidad. Desde la Casa Real se le recomendó que no se moviera, que tampoco es buena la idea de irse a Florida o a la República Dominicana. Pero él quiere salir del desierto como sea".
"Todos aquí en plena pandemia, diciéndole a la gente que no puede ver a sus familias... ¿y él en el Caribe? Su abogado, Sánchez Junco, está buscando la manera de que pueda volver. Pero no se da cuenta de que no es el momento. Que aunque regule lo que tenga que regular el daño ya está hecho", añade esta fuente.
El chat de militares
Además de la situación de su padre, Felipe VI ha tenido que lidiar esta semana con el contenido del chat de militares, donde se llamaba a fusilar a millones de españoles y, al mismo tiempo, se apoyaba férreamente a la monarquía.
Las fuentes de Zarzuela consultadas por este periódico responden: "Estamos todo el día bajo la lupa. ¿Qué va a decir del chat? El rey no tiene nada que decir sobre eso. Ya lo ha hecho la ministra de Defensa en nombre del Gobierno".
Podemos, por su parte, se frota las manos con esa simbiosis entre los militares violentos y el apoyo a la monarquía: "La gente va a acabar interiorizando que la corona es dictadura; y la república, democracia".
Esta semana, el rey ha estado de cuarentena y Letizia ha ejercido como regente. "Con el problema que conlleva porque la Constitución no dice nada de los deberes de la reina consorte. Ha ejercido de jefa del Estado, aunque haya sido a modo de representación".
Son semanas complicadas en Zarzuela. Así lo describen fuentes cercanas a la Casa Real: "¿Es el momento de ver al emérito de regata por Sanxenxo? Ya hay suficientes polémicas alrededor de la Corona para que encima haya que intentar justificar su presencia en España tras una posible regularización".