La portavoz de Podemos, Isa Serra, ha asegurado que la Monarquía es una institución "corrupta" que "daña la democracia" y solo existe una forma de separar los nombres de la institución tras la "grave crisis" derivada por las actividades del rey emérito Juan Carlos I: la república.
También ha considerado que el debate sobre la vuelta de Juan Carlos I al país en Navidad es "reírse del conjunto de los ciudadanos", pues "nunca debería haberse fugado". Por tanto, ha exigido que lo que debería hacer es "dar explicaciones" a la ciudadanía y la Justicia sobre sus presuntas irregularidades.
En rueda de prensa este lunes en la sede del partido, ha destacado que la Monarquía se encuentra en una grave crisis de "legitimidad" y ha ahondado que existe un debate social abierto sobre el sistema de Jefatura del Estado, lo que permitirá que ese horizonte republicano llegue "más pronto que tarde".
"La Monarquía es pasado y la república evidentemente tiene nombre de futuro", ha enfatizado Serra, incidiendo también en la "vergüenza internacional" que supone los "escándalos" de Juan Carlos I en los últimos años.
El PSOE, "monárquico"
En este punto, ha remarcado que la regularización fiscal del rey emérito es el "reconocimiento de un delito" que se produjo después de su abdicación, por lo que es "imprescindible" que se le investigue, tanto en el Congreso como en sede judicial, al no ser de aplicación el principio de inviolabilidad recogido en la Constitución.
También ha recalcado Serra que la Monarquía es el "epicentro" de numerosas relaciones económicas, algunas de ellas "ilegales", y ha demostrado que es una institución "corrupta".
En cuanto a la posición del PSOE, su socio en el Gobierno de coalición, respeto a si tendría que apoyar la comisión de investigación en el Congreso sobre el uso de tarjetas black por parte de miembros de la Casa Real, Serra ha dicho que es una cuestión que corresponde despejar a los socialistas.
Sin embargo, a continuación ha señalado que "todo el mundo sabe" que Podemos es un partido republicano y la otra parte del Ejecutivo es "monárquica", un planteamiento legítimo pero que contrasta con la crisis de la institución por su corrupción. "Rechazamos la corrupción venga de donde venga", ha zanjado.