Ya hay acuerdo en el seno del Gobierno para el decreto que prohibirá todos los desahucios sin alternativa habitacional hasta el fin del estado de alarma, el 9 de mayo. El decreto se llevará al próximo Consejo de Ministros, del día 21 de diciembre, tras unas negociaciones entre el Ministerio de Transportes, de José Luis Ábalos (PSOE), y la Vicepresidencia segunda, de Pablo Iglesias (Unidas Podemos),
El acuerdo fue adelantado por EL ESPAÑOL el pasado 2 de diciembre, pero luego se ha ido retrasando por diversas adendas legales del lado socialista.
Cabe recordar que Iglesias viene presionando desde que su departamento llegó a ese pacto con el de Ábalos para que este decreto fuese aprobado en la reunión del Gobierno del pasado 9 de diciembre. Además, tal como revelaba EL ESPAÑOL este jueves, fue precisamente un nuevo retraso en el decreto lo que provocó la discusión entre Iglesias y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el miércoles en los pasillos del Congreso.
Este jueves en Valladolid, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana recalcaba que el debate sobre los acuerdos del Gobierno "es enriquecedor" y confiaba en los beneficios de este decreto antidesahucios, del destacó que ofrecerá herramientas y "seguridad jurídica" para desarrollarse. El equipo económico del Ejecutivo dcie temer que se instale "la cultura del impago" y se argentinice la economía española si no se pone coto a las exigencias de Unidas Podemos.
El acuerdo dependía de que la negociadora, Ione Belarra, diera su visto bueno al texto acordado con el socialista David Lucas, secretario general de Vivienda. Fuentes del Gobierno aseguraron a este periódico que este lunes se habían dado "avances significativos" en la negociación.
La discusión entre la parte socialista y la morada del Gobierno estribaba en la compensación a los bancos y a los grandes propietarios de los pisos afectados por la suspensión de los desahucios. Para Unidas Podemos, no era de recibo "darle dinero público a los fondos buitre y a los grandes bancos". Para el PSOE -Ábalos y los titulares de Economía, Nadia Calviño, y de Justicia, Juan Carlos Campo-, era imprescindible evitar posibles demandas por usurpación de bienes.
En fuentes del Gobierno este periódico pudo confirmar que Justicia y Economía estaban preocupadas por si la primera redacción del decreto, cuando se anunció el acuerdo, podía amparar una "expropiación" ilegal de propiedades o de derechos que la banca y los llamados "grandes tenedores" hicieran pagar al Estado a través de demandas legales. Del lado morado, admitían que daban su brazo a torcer aceptando esa compensación, pero insisten en que hay que diferenciar a los frandes y a los pequeños propietarios.
Según fuentes de Unidas Podemos, el acuerdo incluirá finalmente está compensación a grandes tenedores propuesta por el PSOE, un extremo que "no ha agradado" a la formación morada, pero que ha sido aceptado "para lograr que la medida saliese adelante".
En cualquier caso, los de Iglesias aseguran haber logrado que "estas compensaciones se abonen sólo en el supuesto de que el arrendador pueda demostrar perjuicio económico". Es decir, que "en ningún caso los propietarios que tuvieran viviendas vacías recibirán compensación económica alguna por parte del Estado".
Presión por los suministros
Precisamente este jueves, Unidas Podemos mantenía su presión en la otra pata de sus exigencias sociales de la semana, la de la prohibición del corte de suministros. En un empeño de que, como dijo Montero en rueda de prensa, esta medida sea "ampliada" e "incluida como disposición adicional" en el mismo decreto de los desahucios, la formación morada organizó un acto con siete entidades civiles y otros siete partidos del arco parlamentario.
En todo caso, la prohibición del corte de suministros no irá este martes al Consejo de Ministros. La vicepresidencia cuarta, la de Transición Ecológica de Teresa Ribera, aún no ha enviado una propuesta a Belarra.
Unidas Podemos no contempla, según ha afirmado en un comunicado "que el decreto antidesahucios no incluya también la prohibición del corte de todos los suministros". Por ello, a instado a Ribera a trasladar "una propuesta en estos términos cuanto antes".
Así, el mismo Pablo Echenique suscribía junto a Más País, Junts per Catalunya, la CUP, EH-Bildu, Compromís, BNG y Coalición Canaria, un manifiesto que exige la aprobación cuanto antes de un decreto para suspender cortes de suministros de población vulnerable. Además, quieren que el impago de facturas se asuma en un fondo de compensación financiado al 100% por las propias compañías energéticas.
Ábalos, entretanto, quitaba hierro a las imágenes de la bronca entre Iglesias y Montero, alegando que "forman parte de la habitualidad" en los gobiernos. En unas declaraciones a la prensa recogidas por Europa Press, Ábalos apuntaba que él no estuvo este miércoles en el Congreso de los Diputados -estaba en Granada- cuando se produjo esa situación, pero que cuando vio las imágenes consideró que "conociéndoles, es lo que de normal hacen".
El ministro ha situado esta conversación en la que se podían deducir desavenencias de opinión dentro de la "habitualidad", ya que en el seno del Gobierno "puede haber debate, pero lo que no puede haber es animadversión, rechazo o gestiones estancas".
"Sillas vacías en el PP"
El ministro socialista matizaba que en el caso de la ministra socialista de Hacienda y del vicepresidente segundo y líder de Podemos "la diferencia" ha sido que "no vieron necesidad de cubrirse" y fueron fotografiados.
En cualquier caso, Ábalos ha subrayado que "siempre ha habido enfrentamientos, algunos más sonados" y ha citado el caso de la exvicepresidenta del Gobierno de Mariano Rajoy, la popular Soraya Sáenz de Santamaría, quien según su opinión tenía "desavenencias que se expresaban incluso en sillas vacías", con los ministros de su partido José Manuel García Margallo o Dolores de Cospedal.
"En este caso creo que no se llega a ese nivel. Es un debate sobre posiciones que ya sabemos todos, y yo tengo esos debates y con esa viveza con compañeros de partido", ha reconocido el ministro de Transportes.
Según Ábalos, "no todos los ministros" ven las cosas igual y es habitual que, aunque sean "amigos", tengan diferencias a la hora de abordar una u otra política y lo expresen de esta manera en sus encuentros.