Ahora que Donald Trump ya se va de la Casa Blanca, el jefe del Gobierno español puede hablar claro. Pedro Sánchez no sólo recibe a Joe Biden con alegría por su sintonía ideológica, sino que acoge con alivio por la salida del presidente republicano de Estados Unidos. "Hace cinco años, Trump nos parecía una broma pesada, pero es un personaje que ha puesto en cuestión la democracia más poderosa del mundo".
Sánchez ha marcado posición ante la ceremonia del Capitolio de Washington que este miércoles inaugura la Administración Biden. Y lo ha hecho al final de un encuentro en la sede de la Agencia Efe para inaugurar un ciclo de encuentros sobre los Fondos Europeos para la Recuperación. "El año 2020 ha tenido pocas buenas noticias", ha expresado, "la primera y más importante ha sido la llegada de la vacuna contra la Covid; la segunda, la respuesta europea contra la pandemia, con unidad y compromiso modernizador; y la tercera han sido las elecciones estadounidenses".
Para el presidente español, hay una lectura evidente: "El resultado de las urnas en EEUU ha sido la victoria de la democracia sobre la ultraderecha" y sus métodos. Sánchez los ha llegado a enumerar: el engaño masivo, la división nacional y el atropello incluso violento de las instituciones democráticas, como ha dicho se ha podido comprobar con el ataque al Capitolio.
De hecho, el líder socialista ha pedido a los demócratas, "todos los demócratas del mundo", que saquen lecciones y enseñanzas de lo ocurrido durante la Administración Trump. "La ultraderecha encuentra arraigo y apoyo social en el desconcierto de la población y en la exclusión social".
"Unidad frente a ultraderecha"
El presidente ha participado en una conversación con la presidenta de Efe, Gabriela Cañas, para analizar las oportunidades que suponen para España los fondos europeos, tras la crisis económica causada por la Covid-19. En la cita ha recomendado al PP que "redefina su estrategia para hacer útiles sus ochentaitantos escaños, en lugar de usar la pandemia para derribar al Gobierno".
Además, ha anticipado las líneas maestras de las dos reformas principales que debe abordar la economía española para acceder al dinero europeo. Admitiendo que la de las pensiones y la laboral son una "condición" de la Comisión Europea, el presidente ha pedido unidad y consenso. Ha olvidado la palabra "derogación" para referirse a la legislación laboral del PP y ha confirmado la victoria de Pablo Iglesias en su pelea con José Luis Escrivá en pensiones: su Ejecutivo descarta la ampliación de 25 a 35 años del periodo de cotización para el cálculo de las prestaciones.
El presidente ha presumido de "practicar la unidad y el consenso". Poniendo como ejemplo el acuerdo europeo en los fondos, la cogobernanza con las Comunidades Autónomas y el diálogo social, ha ofrecido lo mismo al nuevo presidente demócrata de EEUU: "Estamos dispuestos a participar en la llamada de Biden a una reflexión de cómo articular y fortalecer los fundamentos de la convivencia".
Según Sánchez, los cuatro años que comienzan este miércoles en Washington deben servir para que las democracias occidentales se refuercen. Frente al asalto al Capitolio, que sorprendió y preocupó al presidente, "la tolerancia, el respeto y el imperio de reglas del juego limpias que Trump puso en cuestión tras las elecciones deben ser la base" frente al "populismo de ultraderecha".