El Ministerio del Interior ha cesado al oficial de la Guardia Civil que hacía de enlace en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) por vacunarse contra la Covid-19 junto al hasta ahora Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villarroya, y otros cargos militares.
La decisión que afecta a este teniente coronel del Mando de Operaciones se tomó después de que Grande-Marlaska recabara este viernes información a través de la cadena de mando de la Guardia Civil. Al confirmarse que este cargo de libre designación participó de la polémica vacunación, el ministro del Interior firmó su cese.
Este no ha sido el único movimiento en la Guardia Civil. El jefe del Estado Mayor del cuerpo, José Manuel Santiago Marín, remitió este viernes una instrucción en la que advierte a su personal que nadie deberá ser vacunado frente a la Covid antes de que le corresponda según el colectivo al que pertenezca, ni podrá aceptar ofrecimientos, incluso en situaciones de vacunas sobrantes.
El documento, al que ha tenido acceso Efe, está fechado este viernes a las 18.18 horas, es decir, después de conocerse el caso del oficial de enlace de la Guardia Civil en el Estado Mayor de la Defensa que se vacunó de forma indebida.
Desde Defensa, el único movimiento que ha habido ha sido por parte de la ministra, Margarita Robles, que aseguró este viernes que desconocía la vacunación de cargos militares y pidió un informe al JEMAD para tener la información en detalle del protocolo que se ha seguido para establecer las prioridades dentro del EMAD.
Fuentes del Estado Mayor explicaron que la vacunación ha seguido el protocolo que se aplica a las Fuerzas Armadas, distinto al civil y que viene establecido por la Subsecretaría de Defensa.
Las Fuerzas Armadas cuentan, según apuntan, con su propio cupo de vacunas dentro del reparto del Ministerio de Sanidad y, dentro de ellas, el Estado Mayor redactó un protocolo que prioriza al personal sanitario, miembros de las misiones internacionales y después la cadena de mando, siguiendo un criterio de edad.
Así pues, precisan estas fuentes, al JEMAD y otros generales les correspondía la vacuna por edad, una vez se había administrado a los sanitarios y a todos los militares que se iban a ir a una misión, tanto en el extranjero como en territorio nacional. La vacuna se ha inocupado, además, a militares y civiles implicados en la planificación, dirección y coordinación de las operaciones de otros escalafones, también de la tropa.
Varias asociaciones profesionales de la Guardia Civil y sindicatos de la Policía Nacional pidieron este viernes explicaciones por esta vacunación que consideran una "grave desconsideración" hacia otros colectivos.
Censuraban que haya "privilegios" porque algunos "intentan adelantarse a los planes del Ministerio de Sanidad por una puerta trasera, por mucho que sean mandos". También hay voces que piden que se depuren responsabilidades, al igual que ha ocurrido con cargos políticos.
También desde la asociación profesional de las Fuerzas Armadas AUME censuraron los "privilegios" del JEMAD y otros altos cargos militares y exigieron la asunción de responsabilidades a quienes "deben no solo dar ejemplo sino también cumplir y hacer cumplir con lo establecido por las autoridades sanitarias".