Un grupo de veteranos legionarios agrupados en la Plataforma Millán-Astray denuncia que la alcaldesa de La Coruña, la socialista Inés Rey, mantiene "secuestrada" la estatua de Millán-Astray en un almacén municipal, y que se niega a responder a sus numerosos reclamos para que se la entregue.
Las más de 30 hermandades y asociaciones legionarias vinculadas a la plataforma aseguran a EL ESPAÑOL que la regidora coruñesa se "niega sistemáticamente" a responder a sus peticiones de información sobre la situación de la estatua. Tras recurrir hasta en tres ocasiones al Defensor del Pueblo Gallego, se plantean ahora acudir a la vía judicial.
La polémica tiene su origen en septiembre, cuando el Gobierno de Ceuta solicitó la cesión del monumento para conmemorar el centenario de la Legión Española. Ante la negativa de la alcaldesa socialista, este grupo de veteranos legionarios se prestó a organizar una caravana para su traslado a la Ciudad Autónoma y anunció que se personaría contra la regidora por "uso indebido de la Ley de Memoria Histórica".
Cuatro meses después, los veteranos legionarios lamentan que la situación continúa paralizada, ya que Inés Rey ha desoído sus sucesivas peticiones para que informe sobre la situación de la estatua (ubicación exacta, daños y demás): "Se niega sistemáticamente a responder a nuestros reclamos para que nos entregue la estatua y poder llevarla en caravana a la Ciudad de Ceuta".
La actitud de la regidora responde, según comenta a este medio un miembro de esta plataforma, a un "acto de odio y sectarismo sin parangón" por el cual ésta se ha negado hasta en tres ocasiones a informar sobre la situación de la estatua, pese a los reclamos del alto comisionado del Parlamento de Galicia al servicio del ciudadano.
La Plataforma Millán-Astray censura un "comportamiento ilegal", al entender que Inés Rey estaría incumpliendo la Ley de Transparencia en relación a la estatua del fundador de la Legión Española.
Por todo ello, piden a la alcaldesa del PSOE que "libere" la estatua "secuestrada", así como que responda de "su desobediencia reincidente ante el Defensor del Pueblo Gallego": "Con ese comportamiento tan irracional, la alcaldesa de La Coruña está insultando y vejando a los miles y miles de veteranos legionarios que han servido a la Legión y que se sienten muy dolidos con que la estatua de su fundador esté secuestrada en un frío almacén municipal".
La Caravana
En conversación con este medio, los veteranos legionarios se muestran confiados de que tarde o temprano -vía Defensor del Pueblo o vía judicial- la estatua terminará en sus manos. Tanto es así que ya tienen organizada la caravana con la que trasladarán la escultura a Ceuta.
La procesión la encabezará un antiguo general de la Legión, que irá en moto. Éste será seguido por vehículos particulares y un camión góndola que transportará el monumento. Un despliegue generoso para "acompañar al fundador".
Con este fin, los legionarios aseguran que pagarán de su "pecunio" los gastos del desplazamiento. En este sentido, admiten haber recibido "ofertas generosas" de antiguos legionarios dispuestos a financiar íntegramente la caravana, así como el ofrecimiento de dos escultores para hacer una nueva estatua.
"En el peor de los casos, si la alcaldesa no nos la diese, nosotros la sufragaríamos y la llevaríamos allí para entregarla al Gobierno de Ceuta". Todo para que el monumento de Millán-Astray esté a la vista de "miles y miles de españoles para los cuales fue, es y será siempre un auténtico padre y héroe de la patria".
La estatua
La estatua en honor a Millán-Astray ocupó hasta 2010 un lugar preponderante en la plaza homónima de La Coruña. Posteriormente, en 2015, esa plaza fue renombrada como Praza das Atochas, también en aplicación de la Ley de Memoria Histórica.
La plaza en honor al teniente coronel había sido inaugurada el 17 de mayo de 1927, con motivo del 25º aniversario de la proclamación del rey Alfonso XIII. La inauguración se enmarcó dentro de toda una concesión de honores por parte de La Coruña a Millán-Astray a lo largo de la década de los años 20.
La estatua fue colocada en esa plaza por suscripción popular. Es decir, que fue costeada con el dinero de particulares. Antes de ser retirada, sufrió distintos ataques. En 2005, las juventudes comunistas e independentistas gallegas -bajo las siglas Briga- la atacaron amputándole una pierna.