La ley trans es el más reciente escollo en la coalición de Gobierno. El borrador presentado esta semana por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero no recoge consenso y se avecina una negociación complicada.
La parte socialista del Gobierno ha avisado de que la negociación en el seno del Ejecutivo sobre la denominada ley trans -capitaneada por la ministra Irene Montero y la vicepresidenta Carmen Calvo- está recién iniciada y los socios mantienen posturas diferentes sobre el "primer borrador" de Igualdad, que, según el lado socialista, solo recoge "las posiciones de Unidas Podemos".
Preguntada por el tema en la Cadena Ser de Cataluña, Carmen Calvo ha reconocido las diferencias y ha señalado que la ley "tiene que ser muy escrupulosa y tener la seguridad jurídica suficiente". La vicepresidenta se ha referido sobre todo a la autodeterminación de género que propone el borrador. "Me preocupan los conceptos con los que vamos a trabajar. Me preocupa la idea de pensar que se elige el género sin más que la mera voluntad o el deseo, poniendo en riesgo los criterios de identidad del resto de españoles. Eso tendrá que tener garantias y unos criterios de seguridad", destaca.
La vicepresidenta reconoce las discrepancias en el Gobierno en este tema, pero asegura vivirlo con "normalidad", una vez que "es lo que supone un Gobierno de coalición"."A mí no me preocupan las discrepancias, lo que me preocupa es que lo resolvamos bien. Es una buena noticia que una democracia se plantee ampliar derechos de colectivos discriminados", dice.
"Tenemos que hacerlo con calidad normativa, son leyes que tienen que ser muy escrupulosas. Y hay que hacerlo con la seguridad jurídica suficiente para que los nuevos derechos no supongan merma de derechos preexistentes", señala, recordando también que "todas las leyes de igualdad las hemos hecho nosotros y todas han sido recurridas por el PP y han pasado la prueba del Constitucional".
Tacha de "trilero" al PP
Por otra parte, Carmen Calvo ha tachado este jueves de "trilero" al Partido Popular por haber puesto el foco en el informe del Consejo de Estado sobre el decreto de la gestión de los fondos europeos para desviar la atención del "verdadero informe", el del extesorero de los 'populares' Luis Bárcenas.
Calvo ha cargado contra la formación de Pablo Casado por poner "el dedo" en un informe que el Ejecutivo no tiene "ninguna obligación" de publicar para quitar la atención de la votación del pasado jueves, en la que los 'populares' dejaron "tirado a su país" sin votar un real decreto que servirá para "la ejecución" de los fondos europeos.
"Ayer el PP hizo dos cosas trileras: una, confundir y mentir a la opinión pública porque los reales decretos no se tramitan con estos informes y la segunda, distraer la atención de lo que hizo el jueves en una política de antiespaña. Creo que cuando terminó el día el verdadero informe era el de Bárcenas", ha insistido.
Precisamente, Calvo ha incidido en la posición del PP, concretamente en la del portavoz en el Senado, Javier Maroto, que aseguró que Bárcenas pertenecía al pasado. "Me parece insultante que alguien con esa visión no tenga el más mínimo pudor, perdón y respeto a los ciudadanos. Que diga esto cuando lo que se está viendo en los tribunales es un asunto gravísimo", ha criticado.
Así, la vicepresidenta ha instado al líder del PP, Pablo Casado, a aclarar si la formación que preside es la suya o "la fundaron antes de ayer" él mismo junto a Maroto y la actual directiva. "Su líder cada fin de semana recuerda lo bien que lo hace el PP. Se tendrán que aclarar y, si no, se tendrán que refundar", ha sostenido.
Calvo se ha expresado así después de que emitiese este miércoles un escrito a la Fiscalía Anticorrupción en el que afirma que el expresidente del Gobierno y exlíder del PP, Mariano Rajoy, destruyó los papeles en los que se había anotado todos los movimientos de la supuesta caja 'b' del partido "sin saber" que él conservaba una copia.
"Es una España que uno no querría que existiera en democracia, de unos comportamientos de una derecha que hunde sus raíces muy largas en el tiempo y que cree que cuando se está en el poder se está de manera impune y para lo que dijo un militante y alto cargo (del PP): que se está en política para enriquecerse", ha lamentado la vicepresidenta.
En esta línea, Calvo ha reconocido que ningún partido está libre de sufrir corrupción, pero ha puesto en duda que los casos del PP sean aislados. "Ningún país está a salvo de elementos puntuales de corrupción, pero es que aquí hablamos de 30 años de un partido tan importante y una afectación tremenda", ha apuntado.
Fue esta la razón, como ha apuntado la vicepresidenta, la que llevó al PSOE a presentar la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a Moncloa, y que se basaba en hechos ciertos, relatados por una persona que "era el gerente" y que no era "alguien que pasaba por la puerta".
Nada a demostrar sobre Vox
En su crítica al PP por acusar al Gobierno de esconder el informe del Consejo de Estado, Calvo también ha aprovechado para señalar la actitud de Ciudadanos y poner en duda su supuesta "moderación", después de que los de Inés Arrimadas también votasen en contra del mecanismo de ejecución de los fondos europeos.
En este contexto, la vicepresidenta ha explicado que la formación naranja conocía el decreto antes de que fuese sometido a votación y por eso ha afeado a Cs que lo dejaran "tirado diciendo" desde la tribuna que no conocían su contenido. "Pudieron estar y dejaron a su país tirado porque estaban en elecciones en Cataluña. Esto es lo que ocurrió", ha aclarado.
Asimismo, Calvo también se ha referido a la abstención de Vox en la votación, que ha achacado a la falta de entendimiento y coordinación entre los tres partidos de derechas, y ha negado que fuese un "regalo" del partido liderado por Santiago Abascal.
A su juicio, Vox decidió abstenerse porque pensaba que Cs iba a votar que sí, con lo que el "resultado final" fue el que tenía que haberse dado "de buena fe". Con todo, Calvo ha incidido en que es "meridiano lo lejos" que está el PSOE de la ultraderecha española. "No tenemos nada que demostrar", ha sostenido.
Por último, la vicepresidenta primera se ha preguntado "dónde estaban los independentistas catalanes", que no votaron a favor pese a estar "siempre ventilando los intereses" de Cataluña.