Poco han cambiado las propuestas fiscales de los partidos que este 14 de febrero se enfrentarán en las elecciones de Cataluña respecto a las que presentaron en sus programas en los comicios autonómicos y generales de 2019. Mientras que el PSC de Salvador Illa y la ERC de Pere Aragonès apuestan por subidas de impuestos, ‘carro’ en el que también están los ‘comuns’, partidos como Ciudadanos, Partido Popular y JxCat proponen importantes rebajas.
Los socialistas son claros en su programa: “impulsaremos una reforma fiscal orientada a lograr un sistema impositivo más justo y progresivo, que nos permita ampliar las bases fiscales e incrementar la recaudación de los recursos fiscales propios”.
Además, el exministro de Sanidad ya ha indicado que entre sus planes estará devolver a Cataluña al Consejo de Política Fiscal y Financiera, al que no asiste desde hace años. Además, se ha comprometido a impulsar la reforma de la financiación autonómica.
Armonización fiscal
¿En qué sentido? En el de las propuestas que ha hecho Ximo Puig, presidente de Comunidad Valenciana, que incluyen la armonización fiscal. Es decir, que todas las regiones, incluida Madrid, tenga que pagar un ‘suelo’ tributario de los impuestos autonómicos.
En términos generales, los Comunes comparten estos principios, y los llevan más allá, prometiendo gravar sobre todo a los patrimonios más altos "mediante modificaciones en el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto de patrimonio, o eliminando los beneficios fiscales que gozan los sectores más privilegiados".
Además, su programa incluye la introducción de "elementos de fiscalidad ambiental y la anulación de la reducción en el impuesto del juego" regional, así como el conjunto de medidas que la Unidas Podemos de Pablo Iglesias llevó en su programa a las Elecciones Generales de noviembre de 2019, como la citada armonización de tributos autonómicos.
Este es un principio en el que también coincide ERC, como ha demostrado varias veces en el Congreso de los Diputados. Por otro lado, los republicanos, en su programa, postulan la creación de varios nuevos impuestos. Concretamente, uno al comercio electrónico que tiene como fin preservar el comercio de proximidad y otro tributo propio sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica.
Los de Pere Aragonès, candidato republicano a presidir la Generalitat, también contemplan aumentar la fiscalidad de los salones de juego y otros establecimientos vinculados a las apuestas y revisar la efectividad y el funcionamiento del impuesto a las viviendas vacías hoy activo en Cataluña.
En su programa, los republicanos incluyen la creación de una agencia tributaria propia para Cataluña. Se trata de una idea que también propone el JxCat de Laura Borrás. De hecho, la formación soberanista va más allá y propone que Cataluña tenga su propia Banca Nacional.
Sin embargo, a la hora de los impuestos, JxCat se postula por el lado de las bajadas. Concretamente, propone rebajas fiscales para empresas y autónomos, sobre todo para aquellas que reinviertan sus beneficios en la región.
El partido más votado en las últimas elecciones catalanas, Ciudadanos, también juega en esta liga. La formación 'naranja' pone sobre la mesa reducciones del IRPF autonómico, así como de los tipos de Sucesiones y Transmisiones Patrimoniales.
Además, promete racionalizar los impuestos propios en Cataluña, que son 19, "especialmente los aprobados por los nacionalistas para sostener el procès", indica su programa.
En todas esta medidas coinciden el Partido Popular con Ciudadanos, un conjunto al que hay que sumar la supresión de la tasa turística.
Finalmente, Vox postula también una reducción "drástica" de todos los impuestos autonómicos. Particularmente, dejar en solo el 1% los tipos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones.