El apoyo de Podemos a las protestas en apoyo a Pablo Hásel que desde hace cinco días llevan desembocando en actos violentos y disturbios ha profundizado las fracturas en el Gobierno de coalición y está alineando a las formaciones de Pablo Casado e Inés Arrimadas para denunciar la inacción de Pedro Sánchez ante su socio.
En la misma línea que en los últimos días, los dirigentes del Partido Popular están alzando la voz al unísono para pedir el cese de los ministros "que justifican la kale borroka". Este domingo, el líder de la formación ha reiterado en este mensaje y ha recordado que la ley de partidos políticos responsabiliza a quienes alientan la violencia.
Casado ya advirtió este pasado viernes en primera persona al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se convertiría en "corresponsable" de la violencia si no paraba los pies a su vicepresidente Pablo Iglesias y este domingo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo ha acusado de mantener al líder de Podemos en las instituciones "después de haber abjurado de él".
También el portavoz nacional del partido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha lanzado proclamas contra Sánchez que, según ha dicho, mantiene en el Ejecutivo a Iglesias porque le es "cómodo y útil" para "desviar la atención de cuestiones más importantes" como la gestión de la pandemia o la crisis económica y social.
La presidenta regional ha aumentado más si cabe el tono del debate, señalando a Iglesias como un "peligro" para la convivencia ya que, según ha sostenido, cada vez que hay un movimiento "terrorista revolucionario" siempre están "los apellidos de Podemos detrás de ello".
Por eso, "por poner en tela de juicio a la democracia española y por jalear y alentar a estos violentos que rompen nuestra convivencia y que solamente causan el mal", el vicepresidente "no debería permanecer ni un minuto más" en su cargo, ha aseverado la presidenta regional.
Con menor intensidad se han pronunciado durante estos días en Ciudadanos, donde vienen señalando además la complicidad de los independentistas con los actos vandálicos.
Este domingo, la presidenta de la formación, Inés Arrimadas, ha calificado de "tremendo" lo que está ocurriendo "con la connivencia del Govern separatista y sin que el Gobierno de España mueva un músculo".
Horas antes, criticó la "total impunidad" con la que "los vándalos" saquean los comercios del centro de Barcelona. "Esto sucede mientras el separatismo y Podemos muestran su complicidad con los delincuentes y el Gobierno de España ni reacciona. No hay derecho", aseveró.
Fue sin embargo el portavoz adjunto de los naranjas, Edmundo Bal, quien se enganchó al debate el pasado jueves jueves acusado a Podemos de actuar bajo la “anormalidad democrática” y anunciado que su grupo llevará al Pleno del Congreso una iniciativa para exigir al Gobierno en pleno una rectificación pública de las palabras de su socio cuestionando a la Policía.