El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha aprovechado su llegada al Congreso, justo después del Consejo de Ministros, para tratar de marcar el tono de los actos oficiales en memoria del triunfo de la democracia sobre el intento de golpe de Estado del 23-F de 1981. Iglesias ha empañado los actos oficiales, ha despreciado a la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet y ha tratado de protagonizar el relato del 40º aniversario del triunfo de la democracia.
El líder de Podemos ha arremetido contra la Monarquía como institución, contra Juan Carlos I como el entonces jefe del Estado que paró la asonada, y contra la misma sede de la soberanía popular, adelantando su discurso ante los medios al de Batet, presidenta del Congreso de los Diputados.
"Desde la sensatez y el respeto institucional", ha dicho, "quiero hacer una reflexión". Según Iglesias, la Monarquía fue el eslabón que une al dictador Francisco Franco con el régimen actual, la democracia con "anomalías" que él dice vicepresidir desde el Ejecutivo: "A los españoles se nos dijo, y quizá con razón, que la condición de posibilidad de que tuviéramos una democracia homologable a las europeas es que la persona designada por Franco fuera Rey en una democracia constitucional, se nos dijo que sería lo único que aceptarían los militares para no dar un golpe de Estado".
El socio de Pedro Sánchez también vinculó al padre del Rey Felipe VI con el golpe de Antonio Tejero y anticipó que él pretende que eso deje de ser así. Lo hizo afirmando que "algunos dicen que el 23-F demostró que buena parte del Ejército no respetaba la democracia pero sí al Rey y que si queríamos democracia había que respetar la Monarquía". Pero que "cuarenta años después, es muy difícil decir que Monarquía sea condición de posibilidad de la democracia".
"Diré lo que pienso"
Con ese silogismo encadenado, el vicepresidente segundo del Gobierno, continuó su intervención ante los medios a las puertas del Congreso: "Con todo el respeto institucional, con calma y con mesura, hay que reconocer que ese debate social existe en España", el de un cambio de régimen. Y que su formación "no dejará de decir lo que piensa" aunque acuda "a todos los actos institucionales, "porque somos republicanos y creemos que ese horizonte se abre cada vez más".
Ante las preguntas de los medios, Iglesias no quiso valorar antes de pronunciarse el discurso de Felipe VI -"escucharé al Rey con todo respeto institucional"-, pero sí la ausencia de su padre en los actos que homenajean en el Congreso su papel en el rechazo al golpe militar.
"Hay muchos ciudadanos a los que les llama la atención que en este país se pueda ir a la cárcel por hacer un tuit o una canción y que el anterior Jefe del Estado esté huido en los Emiratos Árabes". Según Iglesias, a pesar de que no hay ninguna causa abierta contra Juan Carlos, esa situación, incluso "crea una situación de alarma y creo que ocultarlo o quitarle hierro es un error".
Iglesias dice estar "comprometido con la democracia" y llamó a quienes lo están como él a "señalar las cosas que se deben mejorar". Una de ellas, dijo, es "el debate abierto sobre la libertad de expresión, porque no puede ser que alguien vaya a la cárcel por eso y el anterior Jefe del Estado esté en Abu Dabi con el gran escándalo social que hay por sus presuntas actividades ilícitas".
El vicepresidente del Gobierno, además, exigió una reforma de la Ley de Secretos Oficiales "porque los españoles están esperando más esa información que todavía se les oculta que actos suntuosos" como ése al que acudía y en el que, minutos después, él mismo ocupaba un asiento ante el Monarca en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso.