El Partido Popular se encuentra en un momento crítico en el que debe decidir hacia dónde dirigirse en el futuro próximo. La formación que dirige Pablo Casado ha obtenido el peor resultado en Cataluña desde las elecciones autonómicas de 1990 y por primera vez un hipotético sorpasso de Vox empieza a parecer una posibilidad -aún remota-.
Ahora que se cumplen 25 años de la histórica victoria de José María Aznar -derrotando a un Felipe González desgastado por sus últimos años en el poder-, presidente y expresidente del PP han expuesto su propuesta para superar el difícil momento que atraviesa el partido: no hay que moverse de la "centralidad" hacia donde está la "mayoría social", sino viceversa.
Así lo ha sostenido Casado en un acto celebrado este martes en la Universidad Francisco de Vitoria, titulado España, Constitución y libertad. 1996-2004. "Tenemos que intentar mover a la mayoría social a la centralidad del partido porque estamos ante una España polarizada", ha argüido.
El plan de acción del presidente popular consiste, según ha explicado, en lograr convencer a la "mayoría polarizada en los extremos" para que "vuelvan al PP". Y eso se consigue "resistiendo a esos cantos de sirena que nos dicen que nos movamos" tanto hacia Pedro Sánchez -"para decirle que sí a todo"- como hacia Vox.
Unas palabras que llegan tan sólo dos días después de que Aznar reivindicara el centro del tablero político en la entrevista que concedió a Jordi Évole en Salvados.
"Patrimonio de todos"
La buena sintonía entre el presidente y expresidente del Partido Popular ha sido evidente a lo largo de todo el acto, moderado por el periodista Ignacio Camacho. "Pinchan en hueso aquellos que pretenden separar a los actuales dirigentes con sus predecesores", ha advertido Casado, que ha dicho estar "orgulloso" de un legado -el de Aznar- "que no es patrimonio exclusivo del partido, sino de todos los españoles".
Uno de los ejes sobre los que ha orbitado la conversación, como no podía ser de otro modo, ha sido el futuro del Partido Popular ante la fragmentación del centro-derecha y la polarización de la sociedad. La tesis de Pablo Casado es que si el Partido Popular apuesta por los valores que hicieron posible la victoria de José María Aznar en 1996, gran parte de los votantes de Ciudadanos y Vox volverían a confiar en los populares.
Pese a reivindicar el legado del expresidente popular, Casado también ha querido manifestar que los actuales tiempos políticos son distintos a los de 1996. Por eso ha pedido "tiempo" y "confianza" para llegar a Moncloa: "Conseguiremos llegar al Gobierno y, con urgencia, mejorar este país como consiguió hacerlo Aznar".