La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha presidido este viernes un acto de homenaje a los protagonistas de la Transición, que ha encarnado en las figuras de Adolfo Suárez, Manuel Gutiérrez Mellado y Santiago Carrillo por su protagonismo en el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981.
Durante el acto, la ministra de Defensa ha ensalzado el valor de la Transición y su aportación para la actual España "democrática y constitucional". "Quien olvida la historia comete errores y carece de generosidad, ninguno hemos inventado nada y todos somos herederos de quienes nos han precedido", ha advertido.
En este sentido, ha reivindicado las figuras de Suárez, Gutiérrez Mellado y Carrillo, tres personas que "viniendo de mundos muy diferentes", el día 23 de febrero de 1981 "mantuvieron la dignidad" y "plantaron cara a la sinrazón y la intolerancia".
Ante familiares de los tres políticos --a hija y la nieta de Gutiérrez Mellado, el hijo de Carrillo y la nieta de Suárez-, Robles ha recordado su imagen en sus escaños durante el intento de golpe de Estado enfrentándose "a la violencia, a la vergüenza y a la intolerancia".
Robles ha dicho sentirse muy "orgullosa" de los tres y ha puesto a Carrillo como ejemplo de una izquierda que "es tolerante" y "sabe entender que un país no se construye desde la descalificación, desde la intolerancia, desde creerse superior a los demás". "Una izquierda que sabe que a veces hay que tener humildad para reconocer que el adversario también lo hace bien", ha insistido.
También ha participado en el acto el entonces diputado Manuel Núñez Encabo, a quien la ministra ha reconocido su papel como miembro de la primera legislatura. "Lo tuvieron muy difícil y sin embargo tuvieron coraje, valor y dignidad", ha ensalzado.
"Esta es la España que nostoros queremos. La España que dialoga, que construye, que no descalifica", ha insistido poniendo la foto del hemiciclo durante el 23F como ejemplo de "dignidad" para quienes son "demócratas de verdad" porque creen "en el diálogo y la tolerancia".
Robles ha animado además a seguir este ejemplo en el "difícil momento" que atraviesa España debido a la crisis sanitaria y económica para "trabajar todos unidos y dejar a un lado confrontaciones estériles".
Juan Carlos I
La ministra de Defensa ha reconocido que Juan Carlos I jugó aquel día un papel de defensa de la democracia y "claramente en contra" de la asonada militar. Sin embargo, ha apuntado que sus comportamientos posteriores son "absolutamente inaceptables y no proporcionan ningún beneficio a la institución de la monarquía".
"Yo me quedo con el rey Juan Carlos que el 23-F defiende la democracia, no puedo aceptar al posterior Juan Carlos I", ha aseverado desligando estas actuaciones del actual monarca.
"Sería injusto y desconocedor de la historia y la realidad querer identificarlo con el papel del monarca actual, que encarna lo mejor de la Constitución y hace de España una democracia moderna perfectamente homologable a otras monarquías europeas", ha sostenido.