El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dejado de ser una coalición entre Partido Popular y Ciudadanos. Isabel Díaz Ayuso ha cesado al vicepresidente Ignacio Aguado y al resto de consejeros de la formación liberal. A la espera de que la Mesa de la Asamblea -órgano rector del Parlamento autonómico- decida si el adelanto electoral prevalece sobre las mociones de censura registradas por la izquierda, el Ejecutivo será monocolor.
Así lo trasladan a este periódico fuentes cercanas a la presidenta. Ayuso ha firmado todas y cada una de las destituciones. Ciudadanos contaba con seis de las trece consejerías, además de la vicepresidencia.
Este es el listado de los dirigentes naranjas que acaban de abandonar el Gobierno regional: Aguado -vicepresidente y consejero de Deportes y Transparencia-, Manuel Giménez -consejero de Economía, Empleo y Competitividad-, Javier Luengo -consejero de Políticas Sociales-, Ángel Garrido -consejero de Transportes-, Eduardo Sicilia -consejero de Ciencia y Universidades- y Marta Rivera de la Cruz -consejera de Cultura-.
En el momento de las destituciones, la relación entre PP y Ciudadanos ya estaba rota. De ahí que los consejeros se hayan enterado de su cese por la prensa. Los primeros fulminados han sido Aguado y Garrido, principales adversarios internos de Ayuso. Cabe decir que el segundo, expresidente de la Comunidad, es el autor de los Presupuestos todavía vigentes en la región.
En su comparecencia, Ayuso ha acusado a Aguado de conspirar para replicar lo sucedido en Murcia y lanzar una moción de censura en Madrid de la mano del PSOE. El líder de Ciudadanos la ha acusado de "mentir".
Se avecina un guirigay jurídico. El Gobierno monocolor que controlará Ayuso no sabe si afrontará elecciones el 4 de mayo o si, en cambio, se someterá a las mociones de censura registradas por PSOE y Más Madrid. La Mesa de la Asamblea, de momento, ha admitido a trámite los ruegos de la izquierda.
Se acaba así, tras apenas año y medio, un gobierno autonómico que jamás supo lavar los trapos sucios en casa. Nada más producirse la investidura, trascendieron las zancadillas que se han puesto Ayuso y Aguado. Ninguno de los dos escondió de cara a los medios de comunicación que la relación personal que mantenían no era buena.
Derribado el Ejecutivo de Murcia previo pacto entre PSOE y Ciudadanos, sólo se mantiene estable el de Andalucía. Allí, Juanma Moreno y Juan Marín -presidente y vicepresidente- han descartado cualquier maniobra electoral. En Castilla y León, donde también existe una coalición PP-Cs, los socialistas han presentado una moción para "evitar un adelanto electoral".
Con el cese de todos sus consejeros en Madrid, los de Inés Arrimadas pierden su principal cuota de poder: la vicepresidencia de la Comunidad. Mantienen las vicepresidencias de Andalucía y Castilla y León; y conseguirán la presidencia de Murcia.