Para Pablo Echenique todos los "maltratadores de mujeres" y los "abusadores sexuales" -así como los incels, neologismo para referirse a los célibes involuntarios- son de derechas.
Así lo ha manifestado esta semana el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, que ha elevado su habitual diatriba contra la derecha democrática con motivo de la campaña del miedo de los morados contra Isabel Díaz Ayuso.
Y es que si Pablo Iglesias ha asegurado que en "Madrid la ultraderecha acosa a los gays" e Irene Montero ha consignado que ésta "no es una Comunidad segura para las mujeres", Echenique ha redoblado el envite para acusar a "las ultraderechas" de "violencia" y "machismo rancio", además de padecer "una obsesión con las mujeres de Unidas Podemos".
En el imaginario de Echenique, quienes ejercen la violencia contra las mujeres o quienes las asaltan sexualmente votan a PP o a Vox -o a Ciudadanos, incluso, pues conforma lo que en su manido argumentario es el "trío de Colón"-.
Tamaña descalificación a los votantes de estos partidos ha provocado un aluvión de críticas, por cuanto ha sido entendida como gratuita y falaz. En este sentido, EL ESPAÑOL recopila algunos casos recientes de maltratadores y/o abusadores muy vinculados a la izquierda política que vienen a refutar la tesis de Echenique.
1. Luis Eduardo Ramírez Icardi. El caso más reciente es del exmarido de Mónica Oltra (Compromís), condenado a cinco años de cárcel por la Audiencia Provincial de Valencia por abusos sexuales a una menor de 14 años tutelada por la Generalitat Valenciana. Cuando ella dormía, él "cogía la mano de la niña y se masturbaba", según el dictamen.
La Sección Segunda subrayó, para más inri, que Oltra, como consellera de Igualdad, era la máxima autoridad responsable de la joven abusada por su exmarido. El departamento de la actual vicepresidenta valenciana ocultó durante meses -por acción u omisión- los abusos. Siempre según el dictamen.
2. Pedro de Palacio (Podemos). El otrora número 2 de Podemos en Castilla y León fue condenado en 2002 a un año de tratamiento terapéutico cuando era menor de edad por un delito contra la libertad sexual en el que la víctima fue una niña a la que triplicaba la edad.
Fuentes próximas al partido aseguraron a este medio que De Palacio desconocía esta sentencia y que los padres prefirieron mantenerlo al margen del juicio. Finalmente, el dirigente burgalés decidió renunciar a sus cargos por voluntad propia "para no perjudicar el proyecto".
3. Marco Candela (Podemos). El exportavoz adjunto de Podemos en la Asamblea de Madrid fue expulsado del partido en 2020 por "conductas machistas". Según publicó El Confidencial, Candela violentó en noviembre de 2019 a dos mujeres -una de ellas asesora de la formación- mientras mantenían sexo lésbico."¿Esto es para dos o para tres?", preguntó el exmiembro de Podemos con actitud lasciva e insistente. Finalmente dimitió.
4. Pablo Soto (Más Madrid). El partido liderado por Rita Maestre expulsó al concejal madrileño por acoso sexual a una militante. El edil renunció a su cargo minutos antes de su expulsión porque "una persona se había sentido acosada". Concretamente cuando, escudándose en su minusvalía, le pidió "que le acompañase a ir al baño". Más Madrid le expulsó por estos motivos.
5 y 6. El pasado mes de agosto, una mujer presentó una querella contra un concejal socialista del Ayuntamiento de Puerto de Rosario (Fuerteventura), José Juan Herrera, por acosarla sexualmente. También contra el alcalde de la localidad, Juan Jiménez (PSOE), por encubrir dicha actividad delictiva.
El concejal envió por Facebook mensajes a la asesora del municipio aseverando que "podría follarte en el despacho sin cerrar la puerta". Entre otras lindezas.
7. Antonio Casiano Hernández Hernández (Unidas Podemos). En mayo de 2020, el concejal de extrema izquierda en Becerril de la Sierra fue detenido por la Guardia Civil acusado de un delito de abusos sexuales a una menor. El edil fue puesto a disposición judicial y, tras prestar declaración, fue puesto en libertad con cargos.
El juez, eso sí, impuso una orden de alejamiento para que no se acercara a la víctima a menos de 500 metros y la prohibición de comunicarse con ella durante la instrucción de la causa.
8. Norberto Máñez (PSPV-PSE). El concejal del PSPV-PSOE de Chiva fue detenido por un presunto caso de violencia machista contra su mujer. Máñez era el único edil socialista de Chiva, un municipio de unos 15.000 habitantes, hasta que fue expulsado del partido.
9. Andrés Bódalo (Podemos). El activista del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) fue encarcelado por agredir a un concejal del PSOE en el municipio de Jódar. Pablo Iglesias acudió a visitar a la cárcel a este agresor reincidente, pues en su currículum también figura el haber atacado una heladería regentada por una mujer embarazada.
10. El caso de las menores tuteladas en Baleares (PSOE, Podemos y Més). Y, por último, un caso que deja en evidencia a la izquierda y al partido del que es portavoz Pablo Echenique.
Ha pasado ya más de un año desde que el Diario de Mallorca destapó que un grupo de menores acogidas en centros del Instituto de Asuntos Sociales mallorquín (IMAS) llevaban años siendo prostituidas.
Desde entonces, nadie ha asumido responsabilidades políticas. El tripartito del Gobierno balear, compuesto por PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més per Mallorca -marca homóloga de ERC en las Islas-, ha impedido en más de una ocasión que se cree una Comisión de Investigación sobre el caso. Una iniciativa que llevan tiempo reclamando los partidos de la oposición: PP, Ciudadanos, El Pi y Vox.
Rectificación de Pablo Soto Bravo
"La publicación del pasado 28 de marzo de 2021 titulada "Todos los degenerados no son de derechas: los 10 abusadores que refutan la tesis de Echenique" y con subtítulo "EL ESPAÑOL recopila diez casos recientes de maltratadores muy vinculados a la izquierda política", incurre en graves errores respecto de mi persona, causándome un gran perjuicio.
En primer lugar, ni soy un degenerado ni un abusador ni tampoco un maltratador como se afirma en el titular y subtítulo de la publicación.
En segundo lugar, no fui expulsado del partido Mas Madrid, sino que renuncié a mi acta de concejal y me di de baja del partido.
En tercer lugar, nunca acosé sexualmente ni de ningún modo a ninguna militante ni a ninguna otra persona. Es cierto que me comunicaron que una persona se había sentido incómoda por algo que hice o dije una noche y, sabiendo que siendo yo concejal y ella militante, volveríamos a coincidir en múltiples actos y que no podría esquivarlo al no saber de quién se trataba (nunca me fue comunicada su identidad ni esa persona presentó denuncia alguna), decidí voluntariamente renunciar a mi acta.
Por último, es falso que me escude en mi minusvalía para pedirle a nadie que me acompañe al baño, sino que debido a mi discapacidad y situación de dependencia no puedo ir al baño si no es acompañado.