El fotoperiodista Gustavo Catalán (Madrid, 1951) puso durante años imagen a la Transición española. En blanco y negro. Desde el funeral de Francisco Franco hasta la investidura de Enrique Tierno Galván como alcalde de Madrid, ningún episodio relevante escapó a su objetivo.
Todos esos momentos los recopila ahora en su libro Una mirada atrás (Almud, 2021), en el que selecciona 80 fotografías que su cámara registró entre 1975-1982 y que sirven como recordatorio de lo mucho que costó que España se diera a sí misma la democracia.
Se trata de un "tesoro" gráfico -así lo define- de más de 100 páginas en el que anidan algunas imágenes que están grabadas en la retina de toda una generación: el retorno de Rafael Alberti de su exilio en Roma, la investidura de Felipe de Borbón como príncipe de Asturias o los paseos de Adolfo Suárez y Felipe González por los pasillos del Congreso. Sin omitir el torso desnudo de Victoria Vera, "musa de la democracia".
"Los que vivimos aquella etapa tuvimos una gran fortuna: fueron momentos de cambio, de agitación interior, de vitalidad, que tras estas décadas se han atenuado para hacer de nuestro país un lugar más individualista y desafecto a la política", reflexiona Catalán, que admite sentir ahora una "nostalgia feliz" de esa época.
-¿Por qué su interés en adoptar ahora una "mirada atrás"?
-Es un buen momento porque estamos en una situación crítica, que es distinta a la Transición, pero que también es de vértigo y de tensión. Creo que aquello fue un triunfo de la democracia y de los ciudadanos que ahora se debería repetir. Unirnos y trabajar por el país conjuntamente.
-Los valores que posibilitaron la Transición están en desuso.
-Sí, por eso hay que reivindicar esa situación. Los partidos están muy crispados y no hay diálogo. Tienen que volverse a poner de acuerdo porque debemos hacer muchas cosas. Entre otras, cambiar lo que haya que cambiar en la Constitución. Los políticos no están atendiendo al sentir general de la gente.
-¿Hay una disonancia entre lo que piden los ciudadanos y lo que ocupa a los políticos?
Los españoles estamos a otra cosa, sobre todo en este momento. Lo que más nos preocupa es el Covid y de esto ni se ha hablado en las elecciones de Madrid. Se han sobrepasado las líneas de la educación, sobre todo. Hay que pararse a meditar, a pensar y dejarnos de tanto zascandileo.
-¿Qué sentimientos le asaltaron al recopilar estas imágenes?
-Entre otros, la nostalgia. Cada foto tiene su propia historia detrás y es un mundo. No fue fácil elegir entre tantas fotos. Por el libro pasan todos los personajes de la Transición y todos los acontecimientos serios e importantes. Para eso necesitaba estar en el sitio y lograr una buena imagen que reflejara la tensión, que también la había.
-Si tuviera que escoger una foto por su significado, ¿cuál sería?
-Hay una que me gusta sobre todas las demás: Adolfo Suárez dándole fuego a Felipe González en la oscuridad del Salón de los pasos perdidos, donde se reunieron más de una vez.
-¿Cómo la logró?
-Vi que salían los dos del pleno y salí detrás de ellos. Capté el momento en el que compartían un cigarrillo, en plan conciliador, cordial, porque iban a discutir un punto concreto de lo que se estaba debatiendo en el Hemiciclo.
-¿Qué podría aprender la clase política actual de la Transición?
-Que mucho más difícil fue reconciliarse en aquella ocasión. Las cosas ahora en el país están mucho mejor, pese a todo lo que estamos pasando, y deben aprender del pasado. Yo les invitaría a reflexionar sobre lo difícil que fue aquello y cómo fue posible. Todos cedieron, ahí estuvo la clave.