El Gobierno español ha aclarado este viernes que el secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, no llegó a España con pasaporte falso, aunque sí utilizó otra identidad en el hospital de Logroño donde permanece ingresado y sin que mediase ninguna intervención por parte de las autoridades.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han insistido en que el traslado se debió a "razones humanitarias", debido a que Ghali se encontraba en estado grave tras contagiarse de coronavirus. En este sentido, han señalado que no entraña ningún tipo de valoración política sobre las relaciones con Marruecos, que España sigue considerando "estratégicas" y "positivas".
Ghali ingresó en España desde Argelia y, según estas fuentes, lo hizo con el pasaporte con el que viaja habitualmente y que cumple los "requisitos ordinarios".
No hubo por tanto un "pasaporte falso", aunque el líder del Polisario sí que pactó con el hospital un cambio de identidad por razones de privacidad, han explicado. El uso de pasaporte falso para entrar en España es uno de los aspectos que más ha criticado Marruecos, además del hecho de que el Gobierno español no le informó de antemano de su decisión, pese a la teórica buena relación entre los dos países.
Salir del "ruido"
Exteriores quiere de esta forma salir al paso del "ruido" que entiende se ha formado en torno al documento oficial con el que entró Ghali, del que teóricamente desconoce tanto su estado exacto actual de salud como su posible fecha de salida de España.
Ghali tiene varios frentes judiciales abiertos en España, en virtud de los cuales el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz le ha citado a declarar el 1 de junio, pero sobre él no pesa ningún tipo de medida cautelar y podría por tanto abandonar el país si recibe el alta antes de esa fecha.
El Gobierno español no pactó "ningún tipo de inmunidad" previa al traslado de Ghali, de tal forma que si tiene que enfrentarse a algún tipo de causa deberá hacerlo "exactamente igual que otros", han apuntado las fuentes.