Todos los socios de Pedro Sánchez han salido en tromba para arremeter contra los magistrados del Tribunal Supremo, que este miércoles han emitido un informe unánime en contra de la concesión del indulto a los 12 condenados por el proceso separatista de Cataluña en 2017. Y claro, a defender -cada uno con sus matices- la medida de gracia.
Juntos, la CUP, ERC, EH-Bildu, JxCat, Compromís, el BNG e incluso Unidas Podemos no han perdido la ocasión de vincular "el franquismo que sigue vigente en las estructuras de poder del Estado español" o los "40 años de silencio que fundamentan el sistema que sucedió a la dictadura" con el dictamen del Supremo, al que han calificado, en consonancia, de contrario a "la verdad, la justicia y la reparación" para las víctimas "las de Cataluña y las de aquí".
Y es que quiso la casualidad que justo en el día en el que el TS emitía su dictamen, los socios del Gobierno de Sánchez se encontraran con un atajo para su dialéctica. A las puertas del Congreso, todos acudieron a la llamada de las asociaciones antifranquistas y de Amnistía Internacional para reclamar a Carmen Calvo que "no bloquee más la Ley de Memoria Democrática".
Y así, del mismo modo que en la sala de prensa del Congreso Jaume Asens (Podemos) y Mireia Vehí (CUP) decían que "el dictamen no nos sorprende", fuera afirmaban que el texto legislativo de Calvo "lleva ocho meses en un cajón para irlo sacando sólo en momentos electorales propicios". Esto último lo expresó con vehemencia y dando la cara Josep Pagès, de Junts.
Por su parte, tanto la diputada de Bildu Bel Pozueta como la de Esquerra Montserrat Bassa -hermana de la condenada Dolors Bassa- dijeron que la ley es "insuficiente" porque "no contempla la amnistía". La republicana aprovechó, de paso, para añadir -claro- que "siempre hemos defendido que la única solución para las presas y los presos polítics es la amnistía".
Pero la clave del mediodía en el que el Supremo adelantó un día su dictamen sobre lo previsto -todos los medios daban por seguro que hablaría el jueves- era escuchar al presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos. Y el soberanista Jaume Asens no defraudó, para empezar, acusando a los jueces del Supremo de "hacer política" y de haber jugado con los tiempos: "Creemos que la tardanza del informe ha sido intencionada", afirmó de inicio.
Asens es el abogado que formó parte del séquito de colaboradores que ayudó a Carles Puigdemont a huir de la acción de la Justicia en noviembre de 2017 camino de Bélgica y después organizó la negociación de los Presupuestos de 2019 entre Pablo Iglesias y Oriol Junqueras en prisión. También es miembro de la dirección de Podemos y está en la lista de la ministra Ione Belarra para formar la nueva Ejecutiva del partido.
...y también el Código Penal
Pero lejos de toma runa posición institucional y prudente, es decir, sin criticar a uno de los Poderes del Estado y sin posicionar a sus 35 diputados a favor del indulto -como hace Pedro Sánchez con los 120 que le obedecen-, a la espera de analizar cada expediente, Asens anunció que "los ministros de Unidas Podemos defenderán en el Consejo de Ministros que se dan razones de equidad, de justicia y de interés público" para conceder los indultos. "Lo que hagan los ministros del PSOE es cosa suya", remató.
A preguntas de la prensa, Asens insistió en que "el indulto no es la solución a todos los problemas, pero sí el primer paso". Lo primero "porque no atiende a la situación de los encausados que están fuera de España", en referencia a Puigdemont (JxCat), Toni Comín (ERC) y Anna Gabriel (CUP), por ejemplo. Y lo segundo porque "con una de las partes en prisión, no se puede reunir la Mesa de negociación", ésa que el Gobierno de Sánchez quiere convocar "cuanto antes, en el momento en que nos lo pida el govern".
Y es que si se escaparon de la Justicia no es porque quisieran fugarse, sino porque "fuera de España pasamos la vergüenza de esta anomalía democrática", dijo. Ya que no es sólo que para una parte del Ejecutivo español España sea una democracia limitada y mejorable", sino que "es preciso derogar o reformar el delito de sedición para que todos los implicados queden libres".
Según Asens, el Tribunal sentenciador "hizo política al condenar y la vuelve a hacer ahora". Es decir, que aplicó un tipo delictivo exagerado y forzado y ahora emite un informe "político".
En este punto, merece la pena destacar el mismo argumento -pero recrecido- en boca de la cupaire Vehí: "El Supremo está en guerra con Cataluña, el Estado se ha convertido en el gobierno de los jueces, y si el PSOE no aplica la amnistía estará haciendo lo mismo que el PP... así que ¡ufff! ¿Qué nos queda?".
"Que sean pronto"
Pero el líder parlamentario morado desarrolló más argumentos en su rueda de prensa. Ante la insistencia de las preguntas sobre para cuándo espera su grupo una solución del Consejo de Ministros, Asens apuntó que "ya que el informe era esperable, el Gobierno ha podido ir trabajando previamente", ha revelado, "así que espero que puedan otorgarse pronto las concesiones de perdón".
De hecho, Asens ha confirmado entre sonrisas qué es lo que dirá el informe del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y por consiguiente, el Ejecutivo de Sánchez: "Es evidente, por las declaraciones del presidente del Gobierno, que tiene buena voluntad con los indultos".
Pero, en consonancia con el giro dialéctico de los últimos días -en los que desde todas las terminales del Gobierno se arremete contra el Partido Popular sin piedad-, al presidente de Unidas Podemos aún le quedaba el remate de su intervención. Asens acusó al PP de "mentir a los ciudadanos" al decir que el arrepentimiento es preceptivo para ser indultado o anunciando un recurso "que no pueden interponer porque no son parte afectada".
Y para rematar a los de Pablo Casado, el líder morado concluyó que es "sorprendente el cinismo y la hipocresía que hay en el papel del PP". Y es que según Asens, cuando ocuparon responsabilidades de gobierno, los populares "indultaron arbitrariamente a decenas de violadores, corruptos, torturadores, secuestradores y asesinos".