A Pedro Sánchez no dejan de acumulársele los problemas encima de la mesa, justo en el día en el que cumple tres años de presidente. Mientras las encuestas, todas, le dicen que por primera vez está por detrás del PP de Pablo Casado en intención de voto, la crisis con Marruecos se recrudece con amenazas de ruptura de relaciones diplomáticas, y las bases del PSOE se le levantan contra los indultos a los políticos condenados por el procés.
Sin embargo, fiel a su audacia y al apelativo recién estrenado de "valiente" que le cuelgan sus ministros, ahora ya incluso abre la puerta a sentarse a negociar con Oriol Junqueras, uno de los cabecillas del golpe independentista.
Así hay que entender las palabras de María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, 1 de junio. "Corresponde a los gobiernos decidir a sus representantes en esa mesa del reencuentro", ha dicho la ministra portavoz.
Moncloa parece estar dilatando la primera cita entre el Gobierno y el Govern. "Cada cosa llegará a su tiempo", explicaba Montero, a cada una de las cuestiones de los periodistas para que aclarara los plazos que maneja Sánchez.
"El presidente ha establecido que se reunirá primero bilateralmente con los dos presidentes autonómicos que se acaban de elegir", aclaró. A la espera de que Pere Aragonès (Cataluña) pida la cita y de que Isabel Díaz Ayuso (Madrid) sea, efectivamente, investida. "Y sólo luego tendrá sentido que se retome el diálogo en la mesa con Cataluña".
Todo eso, a la vez que "el ministro de Justicia sigue trabajando en los expedientes de los indultos", aventuró, sin querer ponerles fecha.
Inestabilidad del 'Govern'
Pero todo indica, tal como plantean fuentes del Ejecutivo, que las medidas de gracia llegarán "pronto" y la mesa "será cuando ellos la pidan, porque nosotros estamos disponibles desde el día uno".
El día uno quiere decir que no haber retomado las reuniones después de su suspensión a causa de la pandemia se debe única y exclusivamente a "la inestabilidad institucional en Cataluña". Y el planteamiento sugiere que Moncloa no las tiene todas consigo en que ahora esto haya cambiado. Es decir, el Gobierno no se fía de que JxCat esté muy por la labor de facilitarle la foto triunfal a Esquerra.
Y es que esta reunión toca organizarla en Barcelona, con toda la "parafernalia nacionalista", temen en Moncloa. Y al paso que van las semanas y los acontecimientos, será muy probablemente con Junqueras liberado por Sánchez y sentado a la mesa para volver a exigir "amnistía, autodeterminación y referéndum".
El líder de Esquerra encarcelado fue 'invitado' por su 'número dos' y actual 'president' este lunes a unirse al equipo negociador con Sánchez y sus ministros cuando ellos lo saquen de prisión. Y Moncloa no lo descarta, aunque no le haga gracia la imagen... quizá por eso trate de enmarcar, antes de que se dé, la otra imagen: la de Pablo Casado junto a Santiago Abascal, de nuevo en Colón, contra el Gobierno y contra su deseo de"poner solución al referéndum ilegal y la declaración de independencia que el Gobierno del PP permitió".