El PSOE ha claudicado. Habrá una Ley Trans tal y como la quiere la ministra de Igualdad, Irene Montero. Esto significa que España recogerá la "autodeterminación de género" y permitirá el cambio de sexo legal sin necesidad de informe médico o psicológico, así como la hormonación y/o cirugía genital de menores de 16 y 17 años sin necesidad de contar con el consentimiento paterno.
La parte socialista del Gobierno de coalición ha sido siempre reacia a llegar a estos extremos en la norma. De hecho, continúa bloqueada por la vicepresidenta Carmen Calvo y negociándose con el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, por falta de seguridad jurídica y de garantías constitucionales.
Pero el posible veto del colectivo trans a los socialistas en el Día del Orgullo que se celebra el próximo 28 de junio lo ha cambiado todo. Tal como revela EL ESPAÑOL este sábado, la presión de la Federación Plataforma Trans -que advirtió al PSOE de que "se abstenga de aparecer" la jornada en la que se conmemoran los disturbios de Stonewall- ha sido decisiva para que Pedro Sánchez haya dado la orden a Calvo, secretaria de Igualdad de su partido, de ceder ante la formación morada.
Habrá Ley Trans, pues. Y al gusto de Unidas Podemos. Ya no será necesario aguardar -como exige la actual legislación- dos años para acreditar que existe "disforia de género" de cara a iniciar el proceso de transición que incluye cirugía genital.
La ley, además, prevé que todo el proceso sanitario sea gratuito, ya que incluye una ampliación de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud para cubrir las "necesidades" de las personas trans. Las prestaciones incluyen la asistencia sanitaria necesaria para el tratamiento hormonal, la terapia de voz, cirugías genitales, mamoplastias, mastectomías y material protésico.
Todas estas medidas dirigidas a los menores han sido duramente criticadas por los expertos, pero también por los colectivos feministas tradicionales. Aglutinados en la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, entienden que una norma así "expone a los niños a efectos dañinos de por vida, y a auténticas terapias de conversión de las que los adultos quedan eximidos, pues para ellos es suficiente expresar me siento/soy".
"Autodeterminación"
Uno de los puntos más controvertidos es la inclusión del concepto de "autodeterminación de género", que provoca el rechazo de las feministas tradicionales (que consideran que borra la categoría jurídica de mujer, basada en el sexo biológico) y de los expertos (por tratarse de un criterio ideológico y acientífico).
La legislación vigente permite cambiar de nombre y sexo en el DNI siempre y cuando exista un informe médico o psicológico. Ese requisito se eliminará con la Ley Trans, que da por suficiente "la libre declaración de la persona sentida" para cambiar el sexo registral a partir de los 16 años.
Es decir, los menores de 16 y 17 años podrán cambiar de sexo sin necesidad de prueba psicológica ni médica. Por su parte, entre los 12 y los 15 años, quien desee hacer el cambio registral deberá hacerlo a través de sus representantes legales, normalmente a través de la familia. Pero si éstos no están de acuerdo, se nombrará a "un defensor judicial". Los trámites, en todo caso, estarán exentos de "costes o tasas".
Esta norma convertirá a España uno de los países de la Unión Europea con una legislación más radical -o avanzada- sobre las personas trans. Téngase en cuenta que son muchas las naciones que cuentan con leyes que reconocen y protegen los derechos de las personas con estas características, pero exigen haberse tratado con hormonas, operado o presentar un informe médico para reconocer el cambio de sexo.
Sólo seis países exigen únicamente la voluntad de las personas para este proceso: Dinamarca, Bélgica, Portugal, Irlanda, Luxemburgo y Malta. Y con matices que no están presentes en la norma que plantea el Ministerio de Irene Montero.
Los daneses, por ejemplo, exigen seis meses de reflexión antes de iniciar el proceso; los irlandeses deben realizar una declaración formal; mientras que en Bélgica, Portugal y Luxemburgo, últimos países en incorporar esta legislación, los menores de 16 y 17 años sólo pueden hacerlo con una declaración médica.
Derrota del PSOE...
La aprobación de esta norma supone una derrota contundente del PSOE, que siempre ha sostenido que el supuesto derecho a la autodeterminación carece de "racionalidad jurídica" y priva de sujeto al feminismo, amén de desatar contradicciones de entre las cuales la primera víctima sería la mujer.
El argumentario del partido en esta materia se hizo público en junio de 2020 a través de un documento firmado por Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Ahí advertían de que hay una manipulación interesada de conceptos "fundamentales en el feminismo como son el sexo y el género" que pone "en riesgo el propio concepto jurídico y sujeto político mujer".
Este argumentario quedará diluido ahora que el PSOE va a ceder a las presiones del colectivo trans de cara a evitar un veto que ya sufren desde hace años Partido Popular y Ciudadanos.
... y victoria de Podemos
Por otro lado, y en consecuencia, cabe hablar de victoria por parte de Unidas Podemos en la pugna que los dos partidos del Gobierno llevan tiempo disputando para erigirse como portavoces oficiosos del movimiento feminista, que cuenta con un papel cada vez más protagónico del colectivo trans.
El trasfondo es complejo. La suya ha sido la pugna entre dos cosmovisiones irreconciliables dentro del feminismo: la del feminismo de raigambre marxista contra el feminismo queer, partidario de la "autodeterminación de género".
El feminismo 'queer' que defiende Podemos acusa al clásico de "transfóbico" por no aceptar que la identidad sexual se "autodetermina".
La teoría queer, sistematizada por la filósofa norteamericana Judith Butler, defiende que la identidad sexual no está esencialmente inscrita en la naturaleza humana, sino que es una construcción variable que depende de factores diversos como la cultura. A esta teoría se aferran las personas transexuales para afirmar que su sexo es aquel con el cual se identifican, no con el que nacen.
La Alianza Contra el Borrado de las mujeres lleva tiempo advirtiendo de que es posible que algunos agresores recurran a la "autodeterminación de género" para evitar las penas que establece la Ley Integral de Violencia de Género. Y se remiten a lo sucedido en países como el Reino Unido.
Y es que es cierto que la Ley Trans detalla que "el cambio de sexo en el registro no alterará las causas jurídicas abiertas con anterioridad a la modificación registral", pero deja un vacío legal sobre quien quiera hacerlo durante o después del proceso.