Este lunes, Pedro Sánchez protagonizará un acto "ante una amplia representación de la sociedad civil" en el Liceo de Barcelona, bajo el título Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España. El objetivo es dar por inaugurado al proceso de negociación con el nuevo Govern de Cataluña, presidido por Pere Aragonès, y anunciar -según confirman fuentes del Gobierno- que el martes 22 se aprobarán los indultos en el Consejo de Ministros.
Y es que este viernes se celebra en Moncloa la reunión definitiva para dar el visto bueno final a las medidas de gracia y que éstas puedan ir el próximo martes, como adelantó este periódico, al Consejo de Ministros. Así será si en esta cita al más alto nivel todo transcurre según lo previsto.
Nada indica lo contrario, porque los 12 expedientes que se redactaron con premura por el equipo del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, llegaron el pasado martes a las oficinas de Moncloa, según ha podido saber este periódico.
Desde ese día, los informes sobre los condenados por sedición y malversación a causa de su responsabilidad en el procés han sido examinados por el equipo jurídico de la vicepresidenta primera y la Secretaría de Presidencia.
Entretanto, el presidente Sánchez ha batallado por voltear el ambiente social hostil a las medidas de gracia.
No sólo ha multiplicado la presencia prevista del Rey en Cataluña, con tres visitas en 15 días. También la suya propia, con otras tres visitas en otras dos semanas: el pasado día 7 en un acto de Foment del Treball, con el propio Aragonès, este viernes para la clausura del las jornadas del Cercle d'Economia, y el lunes que viene para anunciar los indultos en el Liceo.
Ponerse "a la tarea"
Además, fuentes del Gobierno celebran que en este último foro, el mundo de la empresa catalana haya transmitido a las personalidades del Ejecutivo, y del Govern, su deseo de que "se pongan a la tarea" en el asunto de la mesa de diálogo. Se toma como un espaldarazo a la "iniciativa valiente" del presidente, insisten estas fuentes gubernamentales.
Y más después de las declaraciones del presidente de la patronal CEOE. Antonio Garamendi se descolgó este jueves con que "bienvenidos sean los indultos si las cosas se normalizan". Una frase que encaja como un guante en el último relato añadido por Moncloa a los indultos: que son "necesarios para la normalidad", que ésta lleva a "la estabilidad" y sin ambas es más difícil una recuperación económica que es "indispensable".
Poco después, hubo de matizar Garamendi sus palabras, aclarando que "hay que respetar la Constitución" y que su declaración debía leerse a título personal, porque la patronal no tenía una posición explicita al respecto del perdón a los condenados por el 1-O.
El líder empresarial había mostrado su sintonía con las medidas de gracia en su participación en las jornadas del Cercle, cuya jornada había sido abierta por Pablo Casado. El presidente del PP ratificó su tajante oposición a esa medida porque no cree que sea la vía para la concordia y porque tiene el convencimiento de que traerá en el futuro "más frustración".
Junto a los apoyos empresariales, también este jueves se pronunciaban en conjunto los obispos de las 10 diócesis de Cataluña a favor del diálogo y de "las medidas de gracia" para resolver "todas las situaciones de conflicto". Los prelados emitieron un comunicado en el que apuestan por "una solución satisfactoria que se aleje de actitudes inamovibles que no ayudan a construir armónicamente la sociedad".
Ambiente más propicio
Moncloa entiende que toda esta sucesión de hechos confirma la sensación del Ejecutivo tras el "pinchazo evidente" de la concentración en Colón del pasado domingo.
Y es que "la pedagogía del Ejecutivo" ya está logrando generar un ambiente más propicio para que el indulto del exvicepresident Junqueras, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, los en aquella época presidentes de ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y los exconsejeros Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Raül Romeva, Dolors Bassa, Meritxell Borrás, Carles Mundó y Santi Vila.
Los expedientes han pasado este jueves por el llamado consejillo, que es la reunión preparatoria que cada semana preside Carmen Calvo con secretarios y subsecretarios de Estado para preparar el Consejo del martes siguiente. Este viernes serán visados por última vez al más alto nivel y este lunes serán anunciados por el presidente.
En la conferencia que pronunciará Sánchez, apuntan las fuentes de Moncloa, defenderá su "apuesta por la concordia en Cataluña" que incluye la aprobación de los indultos. No está confirmada la presencia del president Aragonès, con quien el jefe del Gobierno tiene pendiente concretar una reunión en el Palacio de la Moncloa.
El jefe del Gobierno, según las fuentes, expondrá los argumentos que ha venido explicitando en las últimas semanas, en las que ha pedido a la sociedad española "confianza, comprensión y magnanimidad" ante la inminente concesión de los perdones. Sánchez insistirá en la necesidad de iniciar una época de convivencia, concordia y distensión, en que es indispensable para "mirar a un mejor futuro juntos", para la estabilidad necesaria para la recuperación económica y en que el objetivo "merece la pena".
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