"Pedro Sánchez ha quemado todos los puentes con el constitucionalismo". Ese es el diagnóstico de Ciudadanos ahora que el presidente del Gobierno ha reiterado su voluntad de conceder los indultos a los presos del procés. Para Arrimadas, líder de una formación nacida en 2006 para combatir el nacionalismo, la medida de gracia a Junqueras supone "cruzar una línea naranja".
A día de hoy, según fuentes oficiales consultadas por este periódico, la relación entre el Gobierno y Ciudadanos se reduce a lo meramente protocolario: saludos en las Cámaras, interlocución en las comisiones del Congreso... Pero nada queda de esa vía abierta en su día para negociar los Presupuestos y que se reactivó para pactar la moción de Murcia.
"No son de fiar, siempre acaban pactando con Podemos y los independentistas", se resigna un importante dirigente de los liberales en conversación con este periódico. "Seguiremos presentando nuestras enmiendas para conseguir las mejores leyes, pero es imposible hablar sobre asuntos trascendentes y pactos de Estado. No encontramos ni un solo resquicio en el que poner un paño caliente", asevera esta fuente.
Para más inri, Carmen Calvo, en la última sesión de control al Gobierno, cargó las tintas contra Arrimadas como nunca antes. La vicepresidenta acusó a los naranjas de haber "enfrentado a Cataluña con España". Incluso afirmó que Ciudadanos sembró entonces el discurso que profiere hoy la "ultraderecha". También se mofó de la OPA que está propinando Casado a Cs.
Los diputados liberales -lo cuentan algunos de ellos a este diario- se quedaron boquiabiertos. También la propia Arrimadas. Esperaban una reacción gruesa de Calvo porque habían "metido el dedo en la llaga", pero no una diatriba de esas características.
"Fue un cruce de cables. Estamos seguros. Calvo siempre improvisa las réplicas y creemos que eso le jugó una mala pasada. Si a eso se une su soberbia habitual... No es posible que piense lo que dijo", explican las fuentes consultadas.
"Les duele especialmente nuestra posición porque, del mismo modo que tendimos la mano, la hemos retirado drásticamente por la barbaridad de los indultos. A nosotros no pueden decirnos que hacemos oposición destructiva", reseñan en Ciudadanos.
El 'alquiler' de Moncloa
"Están continuamente comprando el discurso de Esquerra Republicana. Así se atornillan en el poder. Los indultos no son otra cosa que pagar el alquiler de Moncloa. Han abierto un abismo con nosotros", apostilla un importante dirigente de la formación.
Tal y como reveló este diario, Ciudadanos orquestó la fallida operación murciana cuando detectó que Fran Hervías y Teodoro García Egea "iban a poner en marcha la absorción". Esa es la versión de los impulsores, además de la "corrupción" que achacaron al Ejecutivo del PP en esa región.
Así trazaron un acuerdo con los socialistas, del que ya no queda nada. Es la enésima ocasión en la que Arrimadas se abre a negociar con Sánchez y el resultado acaba siendo la ruptura.
Sin embargo, los diputados de Ciudadanos -así lo reiteran las fuentes consultadas- seguirán estudiando cada ley del Congreso independientemente de quién la presente: "Trabajaremos nuestras enmiendas y buscaremos en todo momento lo mejor para los españoles. Aunque se haya generado este abismo, no vamos a votar en contra de todo lo que trae a la Cámara el Gobierno, igual que hacen PP y Vox".
Ciudadanos afronta de nuevo ese difícil equilibrio según el cual exhibe una ruptura con Sánchez en lo que tiene que ver con los asuntos de Estado, pero que al mismo tiempo no es óbice para que compartan lado de la balanza en algunas votaciones. "Eso es el centro. Eso es un partido de la razón. No nos moveremos de ahí, pase lo que pase".