El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha invitado este martes al de la Generalitat, Pere Aragonés, a crear un foro de encuentro en Cataluña en paralelo a la mesa de diálogo y a asistir a la próxima conferencia de presidentes, pero no ha abordado con él su petición de amnistía ni la de autodeterminación.
En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras la reunión entre los dos presidentes, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha explicado que Aragonés ha comentado las peticiones de los independentistas, pero ha aclarado que Sánchez "no ha profundizado" en ello.
"Le ha invitado a hacer propuestas que permitan avanzar. Aragonés conoce con exactitud el límite que pone el Gobierno a esas cuestiones", ha asegurado Montero.
De esta manera, la portavoz del Ejecutivo ha rebajado las expectativas planteadas en su comparecencia previa por el presidente catalán respecto a los dos objetivos irrenunciables de la amnistía para los condenados y "exiliados" del procés y de un referéndum de autodeterminación votado solo por los catalanes.
De hecho, Montero ha dejado claro que el Gobierno quiere que los políticos "fugados" de la Justicia "respondan" ante los tribunales como han hecho otros promotores del procés, y ha subrayado que con Aragonès Sánchez "no se ha pronunciado" sobre posibles "gestos" de concordia en este sentido, para insistir en que los huidos deben volver y ponerse a disposición judicial.
Ha recalcado en varios momentos de su comparecencia la "cordialidad" que ha presidido el encuentro, por cuanto además supone un retorno a la normalidad institucional con la próxima convocatoria de la comisión bilateral y la mesa de diálogo en septiembre y ha pedido paciencia, tiempo y sosiego para recobrar la confianza mutua.
También ha dicho que "no hay recetas mágicas" para encontrar la "fórmula" que permita resolver un conflicto "tan grave" como el catalán y ha apuntado en esta línea que desde el Ejecutivo no son "ingenuos" y saben que la negociación va a ser difícil y larga.
En suma, se trata de encontrar un "marco común que nos permita seguir avanzando", ha dicho, y lograr un mayor autogobierno, y en este sentido ha subrayado que el Gobierno quiere "impulsar" vías como por ejemplo un nuevo Estatuto de autonomía para Cataluña.
Y aunque Sánchez no ha abordado con su interlocutor la amnistía ni la autodeterminación que exige el independentismo, sí le ha hecho una propuesta para que "lidere", ha señalado María Jesús Montero, un "foro" de encuentro interno, entre catalanes, para tratar de mejorar la "convivencia" en la sociedad de Cataluña y vislumbrar así "soluciones compartidas".
Y en el día en que el Tribunal de Cuentas ha comunicado a los altos cargos implicados en el procés las responsabilidades millonarias en que pueden incurrir por desviar supuestamente fondos al referéndum del 1-O, ha dejado claro que el Ejecutivo no tiene en su agenda la voluntad de reformar este órgano fiscalizador.
De hecho, ha aprovechado una vez más para pedir al PP que deje de vetar la renovación de los órganos constitucionales, en algún caso paralizada desde hace más de dos años.
María Jesús Montero ha dado gran importancia a las cuestiones económicas que se podrán tratar en la comisión bilateral que se quiere convocar para julio, y así ha citado como ejemplo el estudio para ampliar el aeropuerto de El Prat, y ha recalcado la invitación a Aragonès para que participe en la conferencia de presidentes.