Las direcciones de Cs y PP acuerdan no entregar Granada al PSOE, pero sus ediles siguen sin pactar

Lejos de solucionarse, el lío del Ayuntamiento de Granada se ha empantanado todavía más. Las direcciones nacionales de Partido Popular y Ciudadanos han anunciado un acuerdo para resucitar su pacto de gobierno y así evitar que la alcaldía caiga en manos del PSOE, cuyo candidato está imputado por prevaricación.

Teodoro García Egea -secretario general del PP- y Marina Bravo -su homóloga en Cs- han concertado el pacto mediante una llamada telefónica. Así lo ha certificado el vicesecretario de los naranjas, Daniel Pérez Calvo, en una rueda de prensa.

Sin embargo, el mandato de las direcciones nacionales no ha calado entre los concejales de uno y otro partido, que son los que deben llevar a cabo el acuerdo con sus votos en el próximo pleno de investidura.

Arrimadas ha ofrecido al PP dejar caer a Luis Salvador -su ya exalcalde- a cambio de que la vara de mando siga siendo naranja. Su propuesta es hacer regidor a José Antonio Huertas, el otro concejal de Cs en Granada.

Está por ver si Salvador, víctima de la maniobra de su antes compañero Fran Hervías, acepta esa solución. De momento, no se ha pronunciado. Él, tras su renuncia, deslizó en rueda de prensa que, si el PP no volvía a reeditar el pacto que le hizo alcalde, el Consistorio sería gobernado por el PSOE mediante el mecanismo de la lista más votada.

Pero las desavenencias también existen al otro lado de la balanza. Mientras García Egea acuerda con Ciudadanos en unos términos, sus concejales en Granada buscan una fórmula que les dé la alcaldía.

Casi de manera simultánea al anuncio del pacto nacional, el portavoz del PP en Granada, César Díaz, ha comparecido de la mano de Vox para comunicar que estaba recabando firmas para una alcaldía de los populares. La derecha radical, que no ha querido firmarlo por escrito, sí ha mostrado su intención de apoyar al PP.

Pero hay más sorpresas. Los concejales granadinos del PP proponen ahora como alcalde al número seis de su lista, Paco Fuentes, al parecer el único candidato que podría sumar en la investidura el necesario voto de Sebastián Pérez, edil hoy independiente y número uno del PP en las elecciones de 2019.

Arrimadas y Casado no quieren bajo ningún concepto que la crisis de Granada les dibuje como dos personas cuya incapacidad para llegar a un acuerdo haya desembocado en una alcaldía para el PSOE; más y cuando el futurible alcalde socialista está imputado.

Sin embargo, la situación es más delicada de lo que parece. Uno y otro partido afrontan en esta ciudad un estado de descomposición y una tremenda crisis de liderazgo. De hecho, no está claro siquiera quiénes son los interlocutores de cada organización.

La contrarreloj ha comenzado. Cuando llegue el pleno de investidura, Granada tendrá nuevo alcalde. No se sabe de qué partido.