Rafael Hernando: "De los puritanos que nos dicen cómo comer y hablar no quiero saber nada"
"El 'Y viva España' sigue siendo mi canción del verano" / "La sangría debería ser considerada Patrimonio de la Humanidad" / "Lo peor de mi verano es dormir con un ojo abierto; miro al Gobierno y sus tropelías".
6 agosto, 2021 02:53Rafael Antonio Hernando Fraile está viviendo una segunda juventud. Hoy, es senador. Igual que cuando calzaba treinta años. Antes, con veinte, se lanzó a la aventura donde Azorín, en la "Ruta del Quijote", ¡concejal en Guadalajara!, pero no sabemos si Hernando llevó pistola.
Le gustaban los tiroteos figurados en el Congreso. Su etapa de portavoz nos dejó momentos suficientes como para editar una antología. Podría hacerlo él mismo, quizá un verano, pero no creemos que le dé tiempo. Antes tiene quiere leer más de mil páginas sobre Alfonso XIII y "el desastre de España en el Rif".
Hernando llevó un día bañadores "turbo", pero hoy "defiende la elegancia textil" de otra manera. También bebe sangría en invierno. Se enamoró del "viva España" de Manolo Escobar... en una playa de Israel. En Gandía y Almería ha vivido sus mejores veraneos.
Por razones que desconocemos, no vive como un senador. Esta entrevista tiene lugar bien entrado el estío y él sigue en Madrid. Confiesa que ni siquiera duerme. Mantiene un ojo abierto que mira al Gobierno. Siempre al Gobierno.
¿Cuáles han sido sus chanclas más horteras?
Las cangrejeras de colores que usábamos por imposición materna para bañarnos donde había piedras o rocas. Eran horrorosas, pero muy prácticas.
¿Y el bañador que más le costó tirar?
Unas bermudas de rayas horizontales que me traían buenos recuerdos de joven. Por fin dejábamos atrás el ajustado bañador turbo…
Un lugar en el que no volvería a veranear jamás.
He veraneado en la playa y en el interior, y siempre lo he pasado genial. Es cuestión de actitud y compañía.
El destino de veraneo que más feliz le ha hecho.
El verano en España es de los mejores del mundo. De joven, Gandía; y ahora, el más feliz siempre es en Almería. El mejor momento del verano es un intensivo de buceo con mis hijos en el Cabo de Gata. ¡Es una experiencia extraordinaria que recomiendo!
¿Qué le diría hoy a su primer ligue de verano?
¿Tu frente me suena? Sigues estupenda. Seguimos siendo buenos amigos.
Su mayor locura en una playa.
Permítame que en este punto sea discreto para con los lectores, pero para con Dios elocuente...
¿Y en la montaña?
Hacer rápel en chancletas.
¿Se pondría mascarilla en una playa nudista?
No suelo ir a playas nudistas, aunque en mis largos paseos me ha tocado cruzar alguna. La verdad es que soy muy textil y defensor de la elegancia del bañador. Creo que la elegancia es más elegancia por lo que insinúa que por lo que deja ver.
Lo mejor y lo peor que le ha pasado yendo de campamento.
Lo mejor, conocer amigos nuevos. Lo peor, los tábanos y los bichos variados.
El sitio más incómodo en el que se le ha caído la toalla.
En una ocasión, se me vino a los tobillos cuando me cambiaba el bañador junto al coche. Estaba rodeado de turistas. Mi blanco nuclear causó estupefacción, pero fui ágil y lo remedié rápidamente.
¿Es más fácil veranear siendo de derechas?
Es más fácil veranear y ser feliz si durante el resto del año te lo has currado.
Una canción del verano que todavía escuche.
Hace años, estando en Israel en las playas de Tel Aviv, escuché a Manolo Escobar con el Y viva España. Desde entonces hasta ahora sigue siendo mi canción del verano.
En el verano se compran cosas absurdas. ¿Qué compra usted?
Déjeme que piense… Pues la verdad es que soy poco consumista y la época de viajar y comprar recuerdos inútiles se me pasó con la edad. Pero, vamos, algún llavero, algún dedal... Menos el torito, casi todo.
¿Alguna vez ha comprado en el top manta?
No.
¿Le gusta la sangría?
Por supuesto. Especialmente, me gusta el tinto de verano con Casera blanca. ¡La bebo durante todo el año! Debería ser considerada Patrimonio de la Humanidad.
Lo peor del verano del político es...
Que no puedes desconectar del todo. Siempre tienes que dormir con un ojo abierto porque la capacidad del Gobierno para las tropelías es infinita, no descansan ni en verano.
Lo mejor del verano del político es…
Poder tener tiempo para disfrutar de un libro del tirón y sin demasiadas interrupciones.
¿Alguna vez ha llegado a las manos con alguien?
En la etapa colegial eran frecuentes los trompazos con otros; pero luego te hacías tan amigo, tomando una caña. Éramos buenos chicos. Nada que ver con la violencia de ahora; lo de Samuel ha sido terrible.
Qué libros va a aprovechar para terminar.
Yo, Alfonso XIII y El desastre de España en el Rif en 1921. Dos libros interesantes e importantes sobre el inicio del siglo XX que relatan hechos trascendentales para comprender lo que después nos sucedió.
¿Va a pasar algún día con un adversario?
En ocasiones coincido en Almería con mi colega Antonio Hernando y siempre nos ponemos al día.
¿De quién no quiere saber nada hasta septiembre?
De los golpistas indultados, de Sánchez y su vieja y nueva tropa, de los neopuritanos que intentan imponernos una forma de hablar, comer, pensar y vivir… Ah, y de ustedes los periodistas [suelta una carcajada].