Nuevo enfrentamiento en el seno del Gobierno de coalición. En esta ocasión, con motivo del acuerdo alcanzado por el Ministerio de Exteriores con Marruecos para la devolución de parte de los 800 menores que entraron en Ceuta durante el 17 y 18 de mayo y que permanecían en la ciudad autónoma.
Todo porque el nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha mejorado significativamente las relaciones con el país vecino -muy desgastadas por el desempeño de su predecesora, Arancha González Laya- y ha logrado que el reino alauita se comprometa a facilitar salidas en grupos de 15, excepto para los considerados "vulnerables", para quienes todavía no se ha concretado el protocolo.
Así, el Ministerio del Interior ha comenzado este viernes la operación en el polideportivo Santa Amelia, donde permanecían alojados 234 menores. El portador de la cartera, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido "efectuar el retorno de los menores al Reino de Marruecos" en una comunicación dirigida a la Delegación del Gobierno en Ceuta y a la ciudad autónoma el pasado día 10. El escrito señala que Marruecos "se compromete a velar por los intereses de los menores" que planean trasladar al Centro Martín en Tetuán.
Pero esto no ha gustado a Unidas Podemos. Así lo ha hecho saber la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que se ha despachado por partida doble contra dos de sus compañeros socialistas de Ejecutivo.
Belarra ha criticado a Albares porque considera que "cualquier proceso de reagrupación familiar debe contar con un protocolo que incluya entrevistas individualizadas a los niños" migrantes, así como "el conocimiento pormenorizado por parte de la fiscalía del procedimiento".
Y también ha afeado a Grande-Marlaska que el Derechos Sociales lleve "meses" poniéndose a "disposición" de Interior para "trabajar un protocolo de reagrupación familiar de niños y niñas que migran solos" que "cumpla con la normativa nacional e internacional", sin haber recibido "ninguna respuesta al respecto".
Save the Children
Pero no sólo Unidas Podemos ha criticado la actuación. Ésta también ha sido reprochada por parte de la organización de defensa de la infancia Save the Children. Desde el colectivo han insistido en que cualquier repatriación colectiva de niños o adolescentes es ilegal y recuerda que las reagrupaciones de menores marroquíes han de garantizar su protección y ser individuales y voluntarias.
La entidad destaca que para que el retorno pueda ser considerada como la solución que mejor garantice los derechos del menor -incluyendo su derecho a la salud, la educación y la integridad física- ha de llevarse a cabo tras haberse realizado una evaluación de su interés superior exhaustiva e individualizada.
Además, señala que es imprescindible que su retorno no suponga un riesgo para su integridad física o moral y que se pueda garantizar un seguimiento individualizado y una garantía de reintegración que permita el cumplimiento de todos sus derechos.
Según los datos recabados por la organización a finales de junio y principios de julio, aproximadamente una cuarta parte de los niños migrantes a los que entrevistó en Ceuta había sufrido violencia física, abusos o malos tratos en su país de origen.