El presidente camina satisfecho por Moncloa con su decisión de cambiar a la exministra Arancha González Laya por el diplomático José Manuel Albares. Recién llegado de la Embajada de París, el nuevo titular de Exteriores está teniendo tiempo de arreglar en tiempo récord las relaciones con Marruecos, al tiempo que atiende la emergencia de Afganistán.
En apenas mes y medio en el cargo, la comunicación con Rabat ha pasado del peor momento desde la crisis de Perejil, en 2002, a un "nuevo equilibrio", tal como anunció el rey Mohamed VI, en un discurso el pasado viernes. "Las relaciones han mejorado mucho", confirman fuentes del entorno de Pedro Sánchez.
Sin embargo, hay una china en el zapato: la presencia en el Gobierno de coalición de Unidas Podemos, la formación fundada por Pablo Iglesias, y hoy dirigida por Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, es un problema para el régimen alauí. De hecho, fue el motivo aducido en un primer momento, el pasado diciembre, por las fuentes del Ejecutivo marroquí, para empezar a ponerle problemas a la Reunión de Alto Nivel (RAN) que finalmente se suspendió "sine die".
En todo caso, esto no parece preocuparle a los de Belarra. Apoyados en que los tribunales les están dando la razón al suspender la entrega en bloque de los casi 800 menores que siguen en el limbo de Ceuta tras la invasión del pasado mes de mayo -motivo de la última y grave crisis-, fuentes de Podemos calificaban este miércoles a Marruecos como "un país que vulnera sistemáticamente los derechos humanos".
La pelea de la formación morada tiene una doble vertiente: la política y la ética. En la primera, su verdadero objetivo es Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior al que le tienen puesta la proa. En Podemos se considera que la política migratoria del Gobierno es más cercana a la que podrían hacer el Partido Popular, y arremeten con saña contra las "devoluciones en caliente". Pero más cuando se trata de menores, como es el caso.
Y en la vertiente ética, los de Ione Belarra, simplemente se apoyan en que las leyes están de su parte en este punto: "El auto [del juez] viene a confirmar lo que la ministra Ione Belarra advirtió por carta hace días al ministro de Interior", afirman las fuentes. "Los menores no acompañados que entran en nuestro país deben ser protegidos tal y como establece la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia, lo que dice nuestra ley de infancia y adolescencia y lo que dice la legalidad que debemos cumplir".
Por eso, ya en mayo, Belarra trató de que las Comunidades Autónomas -que son las competentes en servicios sociales- aceptaran acoger por cuotas a los menores que habían entrado en Ceuta, engañados por el régimen marroquí, durante la avalancha que causó la crisis política. Pero las autonomías sólo se hicieron cargo de unos 200 de los casi 1.500 chicos y chicas que vagaban por las calles de la ciudad autónoma esos días.
Sánchez y Vivas en Moncloa
Ahora aún quedan casi 800, que Ceuta no es capaz de atender ni siquiera con la ayuda de cinco millones de euros entregada por el Gobierno, con carácter excepcional. Por eso se reunían este miércoles Sánchez y Juan Jesús Vivas, presidente de la ciudad, en Moncloa. La única solución viable es el reparto en la Península, pero ninguno de los dos se la plantea. Así que pondrán "todos los medios del Estado" en devolverlos, aunque sea uno por uno.
Eso, que no es más que cumplir las leyes y los autos judiciales, significa una victoria -política y ética- para Podemos. Pero sobre todo, le da munición contra Marlaska y contra Marruecos. Los morados son defensores de la autodeterminación del Sáhara Occidental, la vieja colonia española que Rabat reclama como territorio propio desde la Marcha Verde de 1975. Y sus posiciones provocan irritación en Marruecos, además de molestias en Moncloa y en el Palacio de Santa Cruz, sede de Exteriores.
Aprovechando la coyuntura, Podemos no sólo reivindica su posición respecto a los niños y niñas de Ceuta: "Es imprescindible que la repatriación de los menores respete el procedimiento y garantías establecidos en defensa del superior interés del menor".
También recuerda que ya se le advirtió al ministro que sin un "protocolo que proteja a los menores" estableciendo que los que "deseen volver con sus familias puedan hacerlo en condiciones de seguridad" y que los que "no deseen regresar, se queden en España en condiciones de acogida dignas", estaría saltándose la ley.
...y de paso recuerda que "el acuerdo con Marruecos, un país que vulnera sistemáticamente los derechos humanos, no está por encima de los derechos de la infancia y así lo confirma el auto" de la juez.