La ruptura entre "socios, vecinos y amigos" explotó a mediados de mayo, con la invasión de Ceuta por más de 10.000 personas, alentada por el gobierno de Rabat. Si habitualmente, el gobierno de Mohamed VI "envía mensajes" a España y a Europa dejando salir migrantes por tierra hacia las verjas de las dos ciudades autónomas españolas fronterizas o por mar hacia Andalucía, Baleares y Canarias, esta vez no fue un aviso, sino "la consecuencia" agresiva del enojo marroquí por el acogimiento en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Desde entonces, hay nuevo ministro de Exteriores en España, se cercan unas elecciones en Marruecos y las relaciones "han mejorado mucho", según un portavoz muy cercano a Sánchez. Pero la llegada de pateras con inmigrantes irregulares a nuestras costas, lejos de frenarse, ha crecido en un 62,6% en lo que va de año. Es más, se ha acelerado en casi seis puntos (5,7) en los últimos 15 días... precisamente desde el anuncio del rey de Marruecos.
Según las cifras oficiales del Ministerio del Interior, publicadas este miércoles, el balance a 15 de agosto es de un flujo de 1.101 embarcaciones arribadas a nuestras costas en 2021, frente a las 677 del año pasado. Bajando de ellas, han desembarcado en suelo español 17.060 personas, lo que deja pequeña la cifra de 10.566 del ejercicio 2020.
Se rompe así una tendencia sostenida de años. Porque la caída de los datos del año de la pandemia no es directamente atribuible al coronavirus y los confinamientos. La curva caía desde 2017, ejercicio a ejercicio, en los datos de la migración ilegal arribada por mar a España.
Rabat lleva más de una semana preparando una visita de Pedro Sánchez, por orden del rey de Marruecos, que fue quien certificó el fin de la crisis diplomática, fronteriza y política con España. Según ha podido confirmar este periódico en fuentes del Gobierno, la cita "no está cerrada", pero la predisposición de ambas partes es absoluta y se negocia tanto lugar como fechas. Aunque la idea es que sea, en todo caso, en septiembre -como anticipó este periódico-, las agendas aún no han cuadrado entre ambas delegaciones.
Un flujo "inevitable"
El interés por mejorar la relación es casi anhelo por ambas partes, mientras se desestabiliza el norte de África. Ni Madrid quiere seguir "a malas" con Rabat ni a Marruecos le conviene mantener el frente abierto con el vecino del norte ahora que se le ha desatado otra crisis con Argelia, su vecino (y rival) del este.
Así, fuentes de Interior aseguran a este periódico que "el flujo es inevitable", dadas las circunstancias con el vecino del sur. "Es normal, hay meses que llegan más y otros que llegan menos", pero niegan haber detectado un repunte reciente.
Tras la invasión del pasado mes de mayo, cuando el Gobierno marroquí mostró su malestar con Gobierno español impulsando que miles de menores y adultos rebasaran sus fronteras hacia Ceuta y Melilla, el verano había dado una pequeña tregua a la llegada de cayucos y pateras a las costas canarias y andaluzas.
Sin embargo, en julio y agosto se ha producido una repentina subida, acentuado en los últimos 15 días con un alza de más de cinco puntos porcentuales... y coincidiendo con el anuncio del rey Mohamed VI de "refundar" las relaciones con España abriendo una nueva etapa -"inédita", llegó a decir- basada "en la confianza, la transparencia y el compromiso", tras el nombramiento de José Manuel Albares como ministro de Exteriores.
En el debate, y por parte de Marruecos, está el reconocimiento de la soberanía del Sáhara Occidental, el estado de las fronteras de Ceuta y Melilla y el supuesto solapamiento de las aguas jurisdiccionales con Canarias.
...y creciendo
Pero el goteo de la inmigración ilegal no ha cesado y se acerca a convertirse en oleada, con un alza total del 61,5% en el número de personas en lo que va de año respecto a 2020. En las Islas Canarias, el pasado 14 de agosto las ONG dieron la voz de alarma por una afluencia recrecida de cayucos. Entre el 3 y el 7 de agosto llegaron a las islas 592 migrantes, y solo el 13 de agosto se rescataron 3 embarcaciones. En los siguientes 15 días, llegaron 691 personas más.
...y las cifras están disparadas si se comparan con el año anterior, hasta un 144,4% más de migrantes llegaron al archipiélago desde las costas marroquíes.
El 20 de agosto llegaron a Los Cristianos 57 personas en un cayuco; el 21, otras 40 a Tenerife; el 22 de agosto, en la isla La Gomera desembarcaron 104 personas en dos embarcaciones; el 23 de agosto, otras 117 migrantes; y el 26, Salvamento Marítimo rescató otra embarcación a 50 km de El Hierro con 30 ocupantes.
Finalmente, el pasado lunes 30, se interceptó otra embarcación en aguas de Fuerteventura con 32 personas a bordo, y una de ellas, fallecida por hipotermia. Todas eran de origen magrebí.
Un día antes, Salvamento Marítimo había rescatado a dos embarcaciones, una con 65 personas y otra con 11 tripulantes, todos ellos varones y en buen estado de salud. El mismo día, a 11 millas de Canarias, también se socorrió a una tercera embarcación. Llevaba 12 días a la deriva, y de sus 55 tripulantes, habían sobrevivido 29.
El Estrecho y Alborán
A Andalucía no llegaban pateras desde el 27 de junio, cuando se rescató a 45 personas en dos embarcaciones en el Mar de Alborán. El 17 de agosto llegó una embarcación a la Playa de La Barrosa, en Chiclana de la Frontera (Cádiz). No era una patera al uso: era una barca a motor con únicamente cuatro tripulantes magrebíes.
El 22 de agosto llegaron dos pateras. Una, con 17 ocupantes, rescatada frente a las costas de Cádiz capital, y la segunda, auxiliada por Salvamento Marítimo en aguas del Estrecho, con otros 11 migrantes. Un día después, llegó una embarcación con 51 personas a la playa de Fuente del Gallo, en Conil de la Frontera (Cádiz) y una segunda, con 23, a Cádiz capital.
El jueves 26 llegó otra a Cádiz capital con 70 migrantes. El mismo día, arribó a la playa de El Cantil, en Isla Cristina (Huelva) una embarcación con 14 jóvenes magrebíes, en buen estado de salud. Se trata de la primera embarcación que llega a la localidad onubense en toda su historia.
Entre el 1 y el 15 de agosto, y según datos oficiales del Ministerio de Interior, llegaron a las costas españolas 1.743 personas en 133 embarcaciones. A 30 de mayo, habían entrado en España irregularmente 9.852 personas por vía marítima. El 15 de agosto eran ya 17.060 migrantes, un 61,5% más que el mismo periodo del año anterior.